Por Luis Maroto
La manipulación emocional del presentador de un programa de Tele 5 a la primera expulsada de uno de esos programas que se conocen como realitis me pareció vergonzosa. ¿Todo vale? A la joven la pusieron la llamada telefónica de su madre que interesó y la palabras y partes que interesaron para romperla emocionalmente. Un espectáculo bochornoso. Y lo peor de todo, un presentador sembrando cizaña entre una madre y una hija.
Tensando y destensando la entrevista, asumiendo en su persona los papeles del poli bueno y del poli malo, con evidente intención de manipulación salpicada con algunas palabras edulcoradas. Tal vez también estaba cobrándose alguna vendetta con la propia madre en la que utilizó a su propia hija contra ella. Trampa en la que la hija cayó inocentemente. Un verdadero lobo con piel de cordero. Causaba daño ver lo que estaban haciendo a esa joven en la entrevista. ¿Hasta dónde se puede llegar en televisión impunemente?, ¿no hay mecanismos que puedan sancionar esto?