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Archivo de marzo, 2017

¿Y si en vez de parecer jugamos a ser?

Por J. David Collazo

Imagen del Día de Cáncer de Mama (Gobierno de Aragón).

Las mujeres de hoy son las mismas de ayer y las mismas de mañana aunque no se celebre su “día especial. Hay enfermos de cáncer hoy, los había ayer y los habrá mañana aunque también tengan su “día especial” en el calendario. Los sin techo lo son cada día, no sólo cuando publican alguna noticia lacrimógena en los medios, los explotados siguen ahí, y los refugiados, y tantos otros que recordamos un par de veces al año. Entonces nos vestimos de solidarios y empáticos, y al final hasta lo parecemos. Un lacito por aquí, un perfil comprometido por allá, una frase bonita, un regalito y a darnos la palmadita en la espalda…

¿Y si en vez de parecer jugamos a ser? Hay quien no tiene palabras bonitas esos días marcados, quien no tiene gestos conmovedores o quien parece huraño y poco comprometido por no expresarlo públicamente porque cumple con hechos el resto de días.

El registro de nuestra vida

Por Nieves Correas

Cámara de vigilancia (Archivo).Por razones de seguridad, en el edificio han puesto videovigilancia. En el vestíbulo, un cartel advierte a los vecinos de que están siendo observados; pero como estos aún no han tomado conciencia del hecho, exponen su intimidad.

Y así, fulano abrirá su correspondencia en el ascensor y pondrá a la vista el estado de su cuenta corriente y los resultados de sus pruebas médicas; mengana se bajará la ropa interior de raso para comprobar si ha empezado a menstruar; el presumido de zutano se remangará, mostrará los bíceps y le dirá al espejo lo machote que es; y la viuda perengana abrirá su bolsa de El Corte Inglés y pasará revista a lo que ha comprado y al correspondiente tique.

Y mientras, encima de sus cabezas, el artefacto diabólico seguirá graba que te graba.

El acoso docente-alumno también debe ser erradicado

Por Sergio de Fuente

Siempre que hablamos o hacemos referencia al acoso escolar, tendemos a pensar en el daño verbal y físico ocasionado entre semejantes; es decir, entre alumnos y alumnas. Sin embargo, hay una realidad que se ha mantenido a la sombra durante todo este tiempo; y que por determinadas circunstancias, hemos eludido e incluso olvidado. Este es el hostigamiento que sufren los alumnos por parte de sus profesores; lo que es conocido con el término “acoso docente-alumno”.

Muchos de ustedes, considerarán que este argumento es un sinsentido; ya que, ¿cómo puede un docente acosar a un alumno? Sería inaudito ¿no creen? Dada la situación, permítanme decirles que esta es una realidad totalmente cierta, y que miles de estudiantes de toda España sufren este contratiempo en silencio.

Una chica víctima de acoso escolar (Gtres).

El acoso docente-alumno, como bien indica su nombre, se produce cuando un maestro generalmente lleno de frustración y de problemas cotidianos, intenta preservarse y aliviar su infortunio denigrando o humillando públicamente a sus alumnos; y, en casos más extremos, agrediéndoles físicamente, lo que es lamentable. Estos, persuadidos por su prerrogativa como docentes, pueden incluso hasta a llegar a coaccionar a los escolares para que guarden silencio y no querellen los hechos ocurridos, ya sea a sus padres o en jefatura.

Por desgracia, hace bastantes años, yo viví este problema en mi antiguo centro escolar; cuando mi profesora de plástica, al no saber dibujar, se reía de mí y me humillaba delante de mis compañeros a los que también importunaba y humillaba en menor medida. De igual forma, lo hacía su compañera con otros alumnos (yo he sido testigo de ello); lo que provocó que años después fuera demandada (por algún progenitor) y despedida del centro escolar.

Ocurrido el incidente con esta señora; mi madre, antigua alumna del centro escolar, decidió acudir a hablar con el director y los jefes de estudio para querellar este suceso. Estos, al no salir de su asombro (o eso parecía), hicieron llamar a dicha profesora, la cual desmintió todo lo declarado; lo que provocó que durante el resto del curso, me siguiera importunando aún más, llegando incluso a amenazarme con suspenderme la asignatura. Dada la situación, y al igual que en la mayoría de los casos de acoso escolar; la dirección y la jefatura de estudios decidieron lavarse las manos en este asunto.

Es muy satisfactorio saber que por fin nos vamos concienciando sobre la verdadera importancia del acoso escolar, tomando medidas para evitarlo y erradicarlo. Sin embargo, considero que las asociaciones contra el bullying, el gobierno (el cual ha aportado un número de teléfono para ayudar a las personas que lo sufren) e incluso algunos programas televisivos como el del señor Jesús Vázquez deberían tener en cuenta este aspecto. Siempre piden a los jóvenes denunciar a su agresor y no callarse cuando sufren hostigamiento por parte de sus iguales, lo que está muy bien. Pero, ¿qué hay de los jóvenes que son hostigados por sus docentes? El término anglosajón, “bullying” engloba todos los tipos de hostigamiento producidos en el ámbito escolar, no solo los producidos por los alumnos.

Se intenta concienciar sobre la violencia de género, pero no es suficiente

Por Marina Martínez

Campaña del 016 contra la violencia machista (YouTube).

Yo quiero hablar sobre la violencia de género. Conocemos las estadísticas, recibimos la información pero falta hacer una mención de las personas que la sufren y aquellas que, por consiguiente, pierden su vida.

Estamos delante de un problema global donde no se diferencia por las clases sociales ni el estatus. Todos pueden formar parte del horror que se sufre. Por eso, es importante concienciar a la ciudadanía. Se intenta, pero parece que no es eficaz.

Es importante recordar aquellas víctimas que sufren o que ya no están presentes. Recordar los indicios que pueden provocarlo y las fatales consecuencias de las que se derivan.

Los números son números y la conciencia empieza cuando se habla de casos concretos, de personas las cuales podrían ser cercanas a nosotros o directamente uno mismo.

Hay que reivindicar el conflicto y se necesita una unión de los ciudadanos para combatirlo y aprender.

¿Hemos vuelto a principios de siglo XX?

Por José Ruiz

Un jubilado escribiendo (Europa Press).

Cansado contemplo el embrutecimiento progresivo de la sociedad en la que vivo, y desearía que ustedes, desde sus medios de comunicación, pongan su ‘Ojo de Sauron’ sobre esta cuestión:

No puede ser que cada vez menos gente sepa leer y escribir bien. ¿Hemos vuelto a principios de siglo XX? Ustedes, como prensa escrita, algo tendrán que decir.

Antaño las personas mayores, por desgracia iletrados por su situación infantil y juvenil que les tocó vivir durante la guerra y posguerra, aún se les podía disculpar por no haber tenido las posibilidades que hay ahora. Sin embargo, los de ahora no tenemos perdón de Dios.

Espero y deseo que la sociedad se dé cuenta de lo importante que es saber comunicarse correctamente, para que podamos volver a entendernos todos. No me gusta que mis compatriotas no sepan hacer la o con un canuto, pero sepan de memoria la lista de tronistas de algún programa que otro.