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Pequeños gestos en el día a día… como ceder el asiento a una embarazada

Por Eugenia Peña

Estimado compañero de vagón:

Mujer embarazada (Europa Press)

Mujer embarazada (Europa Press)

Soy esa chica a la que esquivas la mirada cada mañana. Esa cuya tripa de más de 6 meses de embarazada logra incomodarte tan sólo unos segundos antes de finalmente decidir volver a enfrascarte en tu lectura o en el juego de tu móvil.

Me gustaría decirte que con tu gesto la sociedad me decepciona cada día un poco más y me hace preguntarme en qué momento nos hemos vuelto tan insensibles con las embarazadas, los mayores, los niños o las personas con movilidad reducida.

Me levanto a las 6 de la mañana para ir a trabajar, para pagar mis impuestos y para intentar conciliar mi vida profesional con mi faceta de madre, algo cada vez más complicado en la sociedad en la que vivimos.

Por supuesto que tener hijos no es un gesto altruista, sino una elección personal que asumo con total responsabilidad. Sin embargo, sí creo que en uno de los países más envejecidos del mundo, la maternidad y la infancia deberían estar más protegidos.

Siempre dirigimos la mirada a los políticos, y se nos llena la boca al pedir más medidas de conciliación, pero en este caso la responsabilidad empieza por uno mismo, con estos pequeños gestos.

Estimado compañero de vagón, espero volver a verte mañana. No me gustaría tener que pedir la baja antes de tiempo para evitar casi dos horas de trayecto al trabajo de pie. Por favor, no mires para otro lado.

10 comentarios

  1. Dice ser Lola

    El problema viene, creo yo, que ya se ha perdido eso que antiguamente se llamaba urbanidad. Ceder el asiento a personas mayores, mujeres embarazadas o con niños o con algún problema de movilidad es algo que se debe de enseñar en la casa así como dar las gracias o no hablar a gritos, hablar con la boca llena y muchas más cosas.
    Hay personas que piensan que nada de eso es necesario, debe de ser que yo soy antigua y me crié en otra época en que se le daba más valor al respeto a los demás, ahora sólo con ver cualquier programa de «debate» en el que salen unos tertulianos gritándose unos a otros ya podemos ver en que se ha convertido esta sociedad, como diría Malfalda: ¿Suciedad o Zoociedad?

    15 julio 2016 | 9:49

  2. Dice ser yotambienmellamolola

    Yo estuve dos veces embarazada, y la verdad, no acabo de ver donde esta el problema.
    SI ES CIERTO que la educación se ha perdido. que el urbanismo aquel «a la antigua», se ha quedado en eso…en antiguedad.

    Sin embargo, no es más necesario un asiento para mí como embarazada que para un joven con problemas de espalda, una pierna «comida» por la polio, o una chica que está a 40 de fiebre y con dolores….necesidades hay muchas, personas con cualquier estado, condición de salud, enfermedad…etc.etc… todas las personas necesitarán el asiento si realmente lo necesitan.

    No quita para que no haya una educación mínima que, si yo estando sentada, veo a alguien mayor, alguien que parece necesitarlo, por supuesto lo ofreceré como siempre he hecho, el asiento donde yo esté.

    Pero sólo por el hecho de estar embarazada nunca me creí con más derecho a asiento que otros. Y de hecho, las veces que me lo pudieron ofrecer el asiento, en muchos casos agradecía el gesto, pero me quedaba de pie salvo que realmente ese día me dolieran mucho las piernas, o cualquier cosa parecida.

    Ya me he topado con personas mayores, por ejemplo, que son de los primeros en perder la educación, subiendo como pimpollitos al bus, metro o tren, más frescos que una rosa, y se te pegan al lado con mirada asesina como exigiendo con los ojos y sin hablar que les «tienes que ceder el asiento» simplemente por ser mayores. También he ido a sentarme en asientos vacíos, pero donde la señora que ya no cumple ni 60 ni 70 tiene los pies subidos (y luego son las primeras en echar la bronca a quien pone los pies en asientos vacíos, visto con mis propios ojos….).

    Menos llorar y más ser realista EUGENIA, que salvo que tu embarazo sea problemático no estás impedida (como yo tampoco lo estuve DOS embarazos)

    15 julio 2016 | 10:25

  3. Dice ser PrimeroMujer

    Para yotambienmellamolola:

    Primero de todo, Eugenia en el texto reclama educación y asiento para toda la gente que los necesita, no sólo embarazadas, también personas mayores, niños o personas con movilidad reducida.

    En segundo lugar, querida mujer que ha pasado por dos embarazos, cada mujer es un mundo y cada embarazo también. Qué te hace pensar que una embarazada no necesite estar sentada durante un trayecto de dos horas más que otra? Son muchos los tipos de complicaciones que puedes tener en estos casos, dolor de espalda, mala circulación en las piernas, recomendación médica de reposo relativo (lo que no favorece permanecer de pie 2 horas…)…

    Cuando alguien reclama un asiento es porque lo necesita. Me alegro que tus embarazos hayan sido estupendos y hayas podido hacer el pino puente mientras vas camino del trabajo, pero no todas tienen esa suerte.

    15 julio 2016 | 10:38

  4. Dice ser yotambienmellamolola

    PARA «PRIMEROMUJER»

    1) Que te quede claro, yo hablo también de la falta de educación. Léeme bien. Si no lo has visto, o no lo has leído todo, o no lo has entendido.

    2) EN NINGUN MOMENTO he dicho NI SUGERIDO siquiera que las embarazadas NO necesitemos un asiento. Es más, dices «cada mujer es un mundo»…. SE NOTA QUE NO HAS LEÍDO MI ULTIMA FRASE, ahí ya lo dejo claro, porque digo «salvo que tu embarazo sea problemático…» en fin, pan pa quien no tiene hambre.

    3) La autora NO RECLAMA UN ASIENTO por necesitarlo. La tal Eugenia EN NINGUN MOMENTO deja claro que necesite el asiento por cualquier cuestión relativa a su embarazo (piernas dolidas etc….) solo habla de su embarazo, sin más, y de la falta de educación de quien no cede su asiento a embarazadas…. como los ancianitos que se quejan de lo mismo, de que no les ceden el asiento sólo por el hecho de ser mayores. Te puedo asegurar que sin embarazos he podido estar más hecha polvo y necesitar muchísimo más un asiento, por encontrarme enferma, tener un pie roto (como lo he tenido y NADIE me ofrecía asiento, sólo por verme joven, para ver como a viejitos sí les cedían el asiento SIN NECESITARLo más de lo que lo necesitaba yo por el pie roto).

    4) lo mas importante LEER TODO BIEN, para que así no me entiendas mal. asi de simple. que no hay más que escribir algo que vaya contra lo habitual ultimamente (tengo derechos…el egocentrismo puro y duro…. pero nadie habla de obligaciones y compromisos)… así va el mundo que uno escribe y no se le lee bien, y por tanto no se entiende y enseguida se echan todos encima a destripar, como tú «PrimeroMujer», has intentado hacer conmigo

    15 julio 2016 | 11:06

  5. Dice ser Embarazada

    En mi primer embarazo tenia que coger el metro cada mañana, me subía al vagón a la altura de los reservados me dirigía directamente y solicitaba que alguien me cediera un asiento (siempre con educación y con un por favor) que para eso estaban y están, y punto, siempre se levantaba alguien

    15 julio 2016 | 11:12

  6. Dice ser Alex

    En primer y único lugar: las normas del transporte público lo dicen claro con los cartelitos, los asientos están reservados preferentemente para personas mayores, enfermas o con lesiones, con niños pequeños y embarazadas.

    Son de tan obligado cumplimientos como las de prohibido fumar. Otra cosa es que se nos ha educado a ser por una parte caraduras para aprovecharnos de lo que nos favorece y por otra a ser serviles para no protestar o exigir lo que nos corresponde.

    Y no se trata de lo bien o mal que lleves el embarazo, enfermedad, etc. si no de que es tu derecho y tú decides si lo reclamas o no. Lo de cederlo sin que te pregunten es ya cortesía y educación del resto de personas.

    Para terminar, es como cuando me dan las gracias por parar en un paso de peatones. No me tienen que dar las gracias, es mi obligación como conductor parar.

    15 julio 2016 | 12:07

  7. Dice ser Alguien

    El que haya determinados asientos reservados para ancianos, personas con algún problema de movilidad, embarazadas o personas con niños pequeños no es porque se puedan encontrar más o menos cansadas. Creo que se trata más bien de que por sus circunstancias, si se da el caso de un frenazo, un empujón, etc…, no disponen de la agilidad, estabilidad, reflejos o fuerzas que les permitan sujetarse sin caerse, con las consecuencias que una caída les puede conllevar…

    De todas formas, tampoco hay que esperar a que la gente se ofrezca a cederte el asiento sin más y hacerse mala sangre porque no lo hacen. Puede que la persona que ocupa un asiento reservado no se haya dado cuenta de tu presencia, puede que tenga una lesión que a simple vista no se vea que le haga necesitar ir sentado ese día. Deberíamos pedir nuestro derecho a reclamar el asiento sin más, porque como dice Álex es un derecho y ya es decisión nuestra si nos lo ofrecen de rechazarlo o denegarlo.

    Aún así, coincido en que se está perdiendo la urbanidad. La gente cada vez tiene menos empatía hacia los demás, aunque afortunadamente aún hay veces que te llevas sorpresas.

    15 julio 2016 | 12:35

  8. Dice ser Ania

    Creo que ni una cosa ni la otra. Una persona mayo en buena condición de salud y física (que se vea a simple vista), cuya única ocupación en el día es salir a dar un paseo en el autobús, versus una persona de mediana edad que lleva como poco 8 horas trabajando … creo que si no es un asiento prioritario no tendría que levantarse.
    Yo acabo de salir de un embarazo, y la verdad es que la gente joven no te sede nunca el sitio, las personas un poco mayores lo hacen antes.
    Sin embargo, si que creo que estando embarazada, me iba mejor ir sentada, independientemente de que fuese mejor o peor el embarazo, simplemente un frenazo o cualquier gesto brusco en la conducción, para mi queria decir que mi barriga, se golpease o perdiese el equilibrio (el punto de equilibrio cambia en el embarazo).
    A lo que venia, el ir con un bebe en brazos, es complicado, cuando mi bebe tenia 2 o 3 meses, subi en los ferrocarriles, estaba bastante lleno, una familia muy maja ella, padre, madre y 2 niños uno de 7-8 años y una niña de unos 9-10 años, sentados en sitios prioritarios; se giran y le dicen a su madre: «mira mamá que bebe tan mono -mi hija- y su madre si si que mona», … caritas 1 minuto a la bebe, se giraron, y se quedaron tan anchos. Yo solo pensé, vaya ejemplo que da esa madre a sus hijos … pero lo cierto es que lo pagaremos todos, son unos maleducados ahora, y serán unos egoístas, insensibles, y la madre aun dirá ….ESTA SOCIEDAD, que mis hijos no me bien a ver ….

    15 julio 2016 | 13:58

  9. Dice ser Miguel Salazar Vallejo, 'Filetín'

    HE AQUÍ EL FRUTO DE LA ASIGNATURA ‘’EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA’’
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    …Tiene toda la razón, amiga Eugenia, la juventud de hoy en día está echada a perder. Hoy los jóvenes son poco solidarios, comprensivos, comunicativos, sociables. La mayoría tiene dificultades para relacionarse con los padres o el resto de la familia. Muchos son uraños, tienen conductas violentas, consumen alcohol, drogas, sacan malas notas, practican relaciones sexuales de riesgo, no ayudan a cruzar la carretera a una persona mayor. O, como en su caso, no le ceden el asiento a una mujer embarazada.
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    …Pero esto ya se veía venir, porque los jóvenes insolidarios e incívicos de hoy son los niños que, hace 10 años, estudiaron, en el último ciclo de la Educación Primaria y toda la Educación Secundaria en España, la odiosa y fracasada EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA Y LOS DERECHOS HUMANOS. Una asignatura diseñada por el Gobierno socialista de RODRÍGUEZ ZAPATERO y aprobada por decreto (el famoso decretazo educativo, o sea, sin consenso democrático) por el Parlamento español de acuerdo con la Ley Orgánica de Educación.
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    …La asignatura que ha hecho desgraciados a tantos y tantos padres de familia, profesores y ciudadanos consistía, en teoría, en la enseñanza de los valores democráticos y constitucionales. Según establecía el Real DECRETAZO 1631/2006 por el que fue impuesta:

    «La Educación para la Ciudadanía tiene como objetivo favorecer el desarrollo de personas libres e íntegras a través de la consolidación de la autoestima, la dignidad personal, la libertad y la responsabilidad y la formación de futuros ciudadanos con criterio propio, respetuosos, participativos y solidarios, que conozcan sus derechos, asuman sus deberes y desarrollen hábitos cívicos para que puedan ejercer la ciudadanía de forma eficaz y responsable.»
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    …Eso, en teoría, pero luego la realidad fue muy otra. La asignatura, en lugar de formar a ciudadanos libres. solidarios y responsables con capacidad para ser sujetos activos, se convirtió en una asignatura llena de cuestiones controvertidas, dogmáticas, manipuladoras, contrarias al espíritu crítico y susceptibles de adoctrinamiento ideológico. Por ejemplo:
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    1-El manual de Educación para la Ciudadanía de la editorial Akal hacía un ataque frontal a la Iglesia, con frases como «La Iglesia ha tratado de ocupar el lugar de las leyes con sus dioses».
    2- La asignatura fue utilizada para dar charlas en grupo sobre sexo (temas como la masturbación, las posturas sexuales, el petting…) a niños de 12 años sin el consentimiento de sus padres.
    3- El Orgullo Gay, cartas contra George W. Bush o mitos sexuales, fueron otros contenidos utilizados. A veces en contra del PP, y por tanto, contenidos manipuladores y antidemocráticos.
    4-La asignatura transmitía a la sociedad una imagen falseada y anacrónica de lo que es la religión, la familia o una empresa. Tratando al empresario como si fuera un negrero o el verdadero demonio.
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    …Y lo peor de todo. Ha convertido a los actuales jóvenes en personas inmaduras, egoístas, cínicas, dogmáticas, dependientes, indiferentes, insolidarias y contestatarias. Sin valores éticos, cívicos y morales. Es decir, jóvenes de una generación perdida, amoral, agresiva y sin principios. Y todo esto por culpa de una simple asignatura. EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA, cuyos antiguos alumnos –o víctimas– miran ahora hacia otro lado para no cederle el asiento a una embarazada.

    15 julio 2016 | 23:30

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