Por Marta Muñoz
¿Qué tienen en la cabeza algunos empresarios/as cuando emprenden? Seguramente muchas ideas, metas y objetivos que pueden parecer verosímiles cuando empiezan a trabajar, pero que pueden acabar como una pesadilla conforme avanzan los meses: sueldos sin pagar, jornadas interminables, horas extras gratuitas, mentira tras mentira para ocultar que la empresa no funciona.
Esta es la triste realidad de muchos emprendedores. Lo peor de todo es que también es la de sus trabajadores. ¿Dónde está límite? ¿Es qué no se dan cuenta de que no se puede forzar más?
Uno puede entender que se ha invertido tiempo y dinero, hasta aquí es comprensible que no quieran ver la realidad. Pero cuando la realidad te supera, cuando además de no poder pagar los salarios sigues contratando personal, cuando tienes descontenta a la plantilla, ¿sigues sin ver la triste realidad? Muchos sí.
Pongamos sentido común porque el empresario/a no querrá bajar la persiana de ese negocio que es como un hijo, pero por el camino está amargando la vida de mucha gente que se ve entre la espada y la pared. Seamos conscientes que trabajamos con personas.
Esto son habas contadas
Trabajo hay el que hay
y no puede haber más,
mientras el dinero al consumo
esté tasado, controlado y bloqueado.
Con subidas de pensiones
de un cuartillo por ciento,
es decir que en tres años
nos han subido y no más
que tres cuartas partes de €uro
por cada trescientos cobrados
y no un nueve por ciento
como están pregonando
estos días de campaña
cuando el voto, están implorando.
Las subidas de salario
de ”hasta” un uno por ciento
y manos libres al empresario
para que pueda bajarlo
si lo cree conveniente.
Con estas expectativas
y el historial que precede
cómo cáspita incitan
a que se hagan empresario
llamándoles emprendedores
a quién en un ”comercio” ”invente”.
Aquí en dónde yo vivo
que es al Sur de Gomaranto
en una calle no céntrica
en cientos noventa metros
hay siete panadería-pastelería,
cinco recién inauguradas
y cinco bazares chinos
donde venden pan caliente.
También hay nueve fruterías
y antes nunca hubo más de tres.
Pan, frutas y verduras
,se come la que se come
y no porque hayan más
se va a aumentar el consumo,
solo que la venta diaria
entre todos se la reparten
y cada negocio que abren
nunca dura más de un mes
y cuando uno se cierra
hay otro que lo intenta,
y así en un bucle interminable.
Hay otros que lo intentan
con la confección importada
de los que se publicitan:
Todo a tres, a cinco y a diez
y tres cuarto de lo mismo.
Entre la apertura y el cierre
nunca duran más de dos meses,
que al parecer suele ser
el dinero depositado
como fondo de garantía
al formalizar el contrato de alquiler.
Si contratan un trabajador,
cosa muy poco probable,
y como los ingresos no llegan
ni para pagar un salario
cuando cierran lo despiden
sin haber nada cobrado.
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-1
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ASdG. 15.05.2015/ .345
15 mayo 2015 | 18:42
Cuando un barco se hunde el capitán es el último en abandonarlo y en la empresa sucede lo mismo . Los impuestos siguen subiendo cada día más, ahogando al pequeño y gran empresario que no cejará en su empeño por salvar su sueño caiga quien caiga. Podemos luchar contra muchas cosas, contra la adversidad, contra la desidia de los gobernantes, contra las enfermedades, contra la incomprensión, contra la realidad pero nunca contra el tiempo y el tiempo esta racionado para todos para el rico y para el pobre. nadie escapa .
Clica sobre mi nombre
15 mayo 2015 | 19:58
CUANDO LOS TRABAJADORES SON DAÑINOS PARA LA EMPRESA
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…O también, querida Marta: (y empiezo con sus magníficas palabras)
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…¿Qué tienen en la cabeza algunos empresarios/as cuando emprenden? Seguramente muchas ideas, metas y objetivos que pueden parecer verosímiles cuando empiezan a trabajar, pero que pueden acabar como una pesadilla conforme avanzan los meses, por culpa de unos trabajadores insatisfechos, irresponsables, insolidarios (no ayudan al compañero de trabajo), mentirosos, cotillas, que van a su bola (a la cobranza, sin procurarle verdaderos beneficios a la empresa).
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…Trabajadores que no llevan sus obligaciones laborales al día, no tienen iniciativa ninguna, ni curiosidad, ni ideas para ampliar beneficios,, ni expectativas empresariales. Son distraídos, sucios, malos compañeros de trabajo y están siempre con el móvil en la mano. Son unos empleados gañanes, que piensan que el dinero cae del cielo. Deseosos de salir a tomar café, de escabullirse de sus responsabilidades, de echarle la culpa a otros de sus errores.
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…Unos empleados quejosos, miserables, muy pillos, siempre dando excusas para no venir a trabajar todas sus horas laborales. Unos empleados sin entusiasmo, sabihondos, sin iniciativa, distraídos, deseosos de llegar a fin de mes para llevarse el sueldo por la cara, avinagrados con la clientela, sinvergüenzas, capaces de sisar dinero de la caja registradora a la mínima de cambio, desconfiados. Llegan tarde a las reuniones de empresa o simplemente faltan. Pasan la mayor parte del tiempo navegando por internet o fumando a la puerta del negocio.
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…Contaminan el clima laboral a propósito, critican siempre a los demás sin ver sus propias carencias, cuestionan todas las decisiones, se quejan por todo, buscan culpables entre sus compañeros, airean problemas personales de otros delante del jefe, hablan mal de la empresa a los clientes, levantan falsos rumores, manipulan a los compañeros más débiles para ponerlos en contra del jefe, se hacen las víctimas de todo, son individualistas, hijos de perra, boicotean todas las iniciativas.
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…Rompen a propósito el material de trabajo, si pueden cierran la empresa antes de tiempo, esconden los recibos de pago para que el negocio tenga problemas, exigen continuamente aumentos de sueldo, se ríen de los accidentes laborales ajenos, procuran cerrar la empresa con toda la maquinaria encendida, atrancan las cerraduras de las puertas, atoran el váter del negocio con papeles higiénicos o compresas el váter, ventosean ruidosamente cuando hay clientes delante, utilizan a los hijos para exigir adelantos de sueldo, aprovechan cualquier festividad (por ejemplo, las navidades) para traerse alcohol a la empresa, etc.
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…Efectivamente, querida Marta, pongamos sentido común a todo esto. Muchos empleados están amargando a compañeros y empresarios con su actitud ruin y mezquina, al tiempo que corren a sindicarse y a hablar mal de los emprendedores en periódicos digitales y revistas. Son el baldón de este país. Un mal ejemplo, un virus, para quienes desean salir pronto de la crisis trabajando. Y como usted dice: “seamos conscientes de que trabajamos con personas”… Porque también los empresarios son gente honrada y trabajadora ¿o no?…
16 mayo 2015 | 1:23
Primero de todo, gracias por sus respuestas y comentarios, todos interesantes que invitan a la reflexión.
Mª José, estoy totalmente de acuerdo con sus palabras. Son las dos caras de la moneda. Los trabajadores que usted presenta en su descripción existen, todos los conocemos y todos sabemos lo tóxicos que son, para la empresa y para el resto de los compañeros.
Pertenecen a ese grupo de personas que, si actúan así en el entorno laboral, es porque en su entorno personal probablemente también lo hagan. Cito sus palabras: «quejosos, miserables, manipuladores, distraídos….» a estos, estaremos de acuerdo que los queremos bien lejos.
Pero coincidirá conmigo en que también los hay trabajadores, motivadores, que aun sin cobrar puntualmente cada mes, que incluso bajo amenazas y coacciones, acuden a su puesto de trabajo y realizan sus tareas. No le diré con una sonrisa en la cara, pero sí con ganas de que la empresa salga adelante, de que los clientes reciban sus pedidos, de que, quizá, si todos ponemos un poquito de nuestra parte ( trabajadores y emprendedores/empresarios) podamos mantener una relación laboral beneficiosa para todos.
Hay que saber distinguir a aquellos que aportan valor a la empresa de aquellos que solo pretenden ganar su salario a costa del trabajo de los demás. Y muchos empresarios no saben o no quieren verlo. Otros sí, ojalá hubieran más, como usted dice, de empresarios honrados y trabajadores.
Un saludo
25 mayo 2015 | 10:23
hay q reflexiona eel porque? y asi ir a saco o colaborar
au
29 mayo 2015 | 12:13