Por Pilar Crespo
El agradecimiento surge espontáneo a Luis Aragonés. El espíritu de ganar motivó a sus jugadores hasta conseguir un equipo que acabó dándonos grandes alegrías a los españoles.
Sin embargo, siento el mismo entusiasmo por el segundo puesto de Rafa Nadal en el Abierto de Australia. O por un equipo de la liga que nunca pueda tener un palmarés como el Madrid o el Barça. Y es que ser el mejor o ganar siempre no es lo más común. Valoro el esfuerzo de cada persona si es lo máximo que puede dar. Aprender a no ser siempre el mejor es tan necesario para la sociedad e incluso para la salud mental como vencer si estamos en el momento óptimo. Digerir sin frustración la derrota es tan sano como levantar una copa.
Genial!
Por fin disfrutar de participar. Hace cuanto que no lo oía.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
03 febrero 2014 | 23:00