
Boceto del proyecto inmersivo para ‘sentir’ la muerte de famosos. Captura de la web de Frederik Duerinck y Marcel van Brakel
Te introducen en una caja metálica de apariencia clínica, una especie de tomógrafo algo pretérito. Deslizan tu cuerpo hacia el interior de la estructura cerrada por todos los extremos excepto por uno. Entras en el cofre porque quieres saber qué sintieron al morir Whitney Houston, Lady Di, JFK o Gadaffi. Tú eliges el final de personaje histórico que quieres experimentar. Sólo necesitas la nariz.
Famous Deaths (Muertes famosas), un proyecto artístico que se asoma a lo tenebroso, permite a los voluntarios encerrarse en una cámara de aislamiento en la que serán recreados los olores que experimentó el muerto por el que hayas optado. Los otros cuatro sentidos —oído, vista, tacto y gusto— permanecen, al menos por ahora, fuera de la ecuación.