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Descarga gratis 30 gigas de música ‘noise’ anónima y grabada en casetes

Algunas de las cubiertas de los casetes - Imagen: Internet Archive

Algunas de las cubiertas de los casetes – Imagen: Internet Archive

Excursión para los aficionados a la arqueología y al tránsito por los territorios abandonados: este vínculo permite bajar un paquete de datos con 30 gigabytes (GB) de música anónima.

Sólo nos cuentan que procede de los años ochenta y noventa, que se trata de material underground, sobre todo noise, y que fue grabada en casetes.

Poco más. Ni autoría, ni estilo, ni fecha precisa o lugar de las grabaciones. Se trata de un mapa en blanco para explorar sin prejuicios. Lo sublime y lo pésimo son probables.

El lote es el llamado NOISE-ARCH (de archivo de ruido), alojado en las siempre fértiles y asombrosas entrañas del Internet Archive, la biblioteca de babel del e-mundo.

Esta es la somera descripción que ofrecen los depositarios del compendio:

Es una colección de cintas de casete grabadas de forma independiente y distribuidas de forma underground durante la época en que el casete de audio era el método estándar de intercambio de música, por lo general entre mediados de los ochenta y principios de los noventa. (El NOISE-ARCH) incluye música experimental, industrial, de vanguardia, collage, indie y material auto-hipnótico… La mayor parte de lo que vas a oír es bastante difícil de presentar cualquiera de las categorías, razón por la que no ha sido clasificado.

La mayor parte de las cintas fueron donadas en agosto de 2009 por Myke Dyer, exlocutor de la emisora de FM CKLN. El Internet Archive se encargó de digitalizarlas y convertir el contenido en mp3. El lote puede ser bajado en un sólo archivo comprimido y también es posible navegar en la selección y acceder a los casetes uno a uno.

Tres consideraciones emocionales:

  1. Cuando todo parece indicar que al casete le queda poca vida, el hallazgo del NOISE-ARCH —que equivaldría a más o menos 10.000 canciones de duración estándar comprimidas a 128 kbps— es agua fresca para quienes nos oponemos a la invulnerabilidad digital.
  2. También resulta esperanzador saber que una compañía estadounidense dedicada a la fabricación exclusiva de casetes, la National Audio Company, vende al año 12 millones de cintas.
  3. Abandonarse a la escucha de 30 gigas de música enigmática y huérfana, dejarse llevar por el flâneur del sonido imprevisto, es una prueba de valentía y curiosidad que merece la pena afrontar en estos tiempos de previsiones cumplidas y agendas cerradas.

Jose Ángel González