30 fotógrafas canadienses seleccionadas como ‘reflejo femenino’ de Mapplethorpe

Janieta Eyre (1966), "Les sœurs Sophie et Sarah" - De la série "Motherhod", 2001 - MBAM

Janieta Eyre (1966), «Les sœurs Sophie et Sarah» – De la série «Motherhod», 2001 – MBAM

Un par de inteligentes exposiciones de fotografía organizadas en París hace no demasiado sostenían que las mujeres son más «peligrosas que los hombres» con una cámara de fotos. Qui a peur des femmes photographes? (¿Quién teme a las mujeres fotógrafas?), la pregunta que servía de título a las muestras, pretendía mofarse de la idea, todavía muy extendida, según la cual la fotografía, una herramienta de reproducción fisicoquímica, es simplemente una cuestión técnica, y por lo tanto, «una disciplina de hombres».

Sin embargo y pese a lo que digan los manuales históricos —casi siempre escritos no casualmente por hombres—, las mujeres han jugado un papel importante en la historia de este medio de expresión, quizá, añadían los organizadores, mejor adaptados a la sensibilidad femenina que la pintura o la escultura.

El asunto de exhibir fotos de género, demostrando lo obvio —es posible una historia en imágenes de mujeres tomadas por mujeres y también la puesta en escena de una visión fotográfica femenina—,  vuelve a resurgir en She Photographs (Ella hace fotos), una muestra organizada por el Museo de Bellas Artes de Montreal (Canadá) en cartel hasta el 19 de febrero.

Geneviève Cadieux (1955), "Sans titre (Main)", 1997 - MBAM

Geneviève Cadieux (1955), «Sans titre (Main)»,
1997 – MBAM

Éliane Excoffier (1971), "Kiev (V)", 2008 - MBAM

Éliane Excoffier (1971), «Kiev (V)», 2008 – MBAM

En el elenco de las 25 fotógrafas de la muestra y las 70 obras que exponen, todas de los fondos propios de la pinacoteca canadiense, se utilizaron dos criterios de selección. El primero: las artistas debían ser nacidas en Montreal, va con los tiempos que corren: el nacionalismo como visado de acceso a los escenarios artísticos.

El segundo es, cuando menos, chocante. En el museo desean que las fotografías funcionen como un «reflejo femenino», un «contrapunto» —son palabras de los organizadores— de las que se exhiben en paralelo y en el mismo lugar del consagrado Robert Mapplethorpe, muerto con demasiada premura a los 42 años y endiosado con mayor velocidad.

Desde el museo de Montreal no se amplía la idea: ¿se trata de mostrar que el género es también una frontera?, ¿comparar la excelencia de un fotógrafo aclamado con las obras todavía en maduración de las artistas? No me atrevo a considerar que haya entrado en juego la condición sexual de Mapplethorpe, homosexual de línea dura.

Sorel Cohen (1936), "La forme d'un geste", 1977 - MBAM

Sorel Cohen (1936), «La forme d’un geste», 1977 – MBAM

Claire Beaugrand-Champagne (1948), "Mme Thérèse MacGuire, avenue des Pins, Montréal", De la série "Les personnes âgées" - MBAM

Claire Beaugrand-Champagne (1948), «Mme Thérèse MacGuire, avenue des Pins, Montréal», De la série «Les personnes âgées» – MBAM

Sarah Anne Johnson (1976), "Nadine", De la série "Tree Planting", 2003 - MBAM

Sarah Anne Johnson (1976), «Nadine», De la série «Tree Planting», 2003 – MBAM

La comisaria de la exposición, Diane Charbonneau, emplea una argumentación que parece rebajar la fotografía, sea del género que sea, al amoblamiento de interiores:

Hoy en día, la fotografía es diversa y omnipresente en las redes sociales, los medios de comunicación y el espacio público. Es una parte intrínseca de nuestro tejido social. Esta exposición invita a una pausa, un momento especial para reflexionar sobre las imágenes hechas por mujeres cuyas obras dan una visión contemporánea de nuestro mundo.

Las demás justificaciones para la pobre selección de She Photographs  son de pelaje parecido:

Estas mujeres fotógrafas exploran el retrato o el autorretrato, el desnudo, la naturaleza muerta y los paisajes. Más allá de su trabajo fotográfico y artístico, son también antropólogas, intérpretes y activistas. Capturan al mundo a través de sus metas y exploran los territorios de lo femenino exponiendo sus propios cuerpos y cuestionando nociones de belleza e identidad.

Aunque, como ya expliqué en alguna ocasión en este blog, Mapplethorpe me parece un fotógrafo del montón, un copista frío y sin humanidad de los maestros del cuerpo como paraíso —sobre todo de Herbert Ritts—, sin embargo elevado a los altares por el escándalo de su vida loca y la veneración ciega de sus fans, esta vez gana de calle a las afanosas retratistas locales de Montreal que piden a gritos al menos un cursillo por correspondencia de iniciación a la fotografía.

Jose Ángel González

4 comentarios

  1. Dice ser Andana

    Buenas fotografías. Las mujeres también ocupan un lugar importante en la historia de la fotografía

    29 diciembre 2016 | 15:23

  2. Dice ser Celebes

    Me surgen ahora mismo varios nombres femeninos fundamentales en la historia de la fotografía. En cuanto a las palabras de Charbonneau, totamente de acuerdo con tu punto de vista. Un poco lejos me pilla esta expo, si no me pasaba.

    29 diciembre 2016 | 22:07

  3. Dice ser Pepe Delloro

    Las buenas fotos o penden del genero, son buenas…o no, me parece absurdo a esta altura del partido planteas estas cuestiones habiendo tanto por hacer.-

    30 diciembre 2016 | 12:55

  4. Dice ser españolo

    No me va el rollo de los géneros, es muy antiguo, me provoca sopor.

    03 enero 2017 | 23:51

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