«American Girl in Italy», 1951 © Ruth Orkin
Quince hombres y una chica. Es conveniente apuntar, aunque acaso quede claro por el porte presumido y cargado de requiebros, que ellos son italianos. Algunos gesticulan a la muchacha, otros parecen decirle algo, todos la miran con ánimo de aduaneros…
Los ojos de ella están congelados en un parpadeo, pero mantiene el paso. Las sandalias, los pies desnudos y el vuelo del vestido oscuro son casi solemnes. Hay cierto fastidio en el gesto y un ánimo de buscar seguridad en las manos, ambas cerradas: la izquierda, sosteniendo el bolso y un cartapacio; la derecha, apretada en el pañuelo, parece proteger el pecho.
Quince machitos y una mujer en una esquina de Florencia en el tiempo lejano de 1951. La foto, American Girl in Italy (Una chica estadounidense en Italia), ha circulado mucho desde entonces como corresponde a una imagen poderosa. Frecuentemente se presentó como ejemplo del hostigamiento que sufren las mujeres cuando caminan solas por las calles de algunos países, entre ellos, en los primeros lugares del galanteo no solicitado, Italia.
Demos la palabra a la muchacha entre quince italianos: «Algunos han querido ver en la foto un símbolo del acoso a las mujeres. He peleado todos estos años contra esa idea. ¡No es un símbol de acoso, es un símbolo de una chica pasándolo estupendamente bien!«.
Ninalee Craig (Foto: Keith Beaty / Toronto Star)
Ninalee Craig, que ahora tiene 85 años, diez nietos y siete bisnietos, fue la protagonista de la icónica imagen y de la serie a la que pertenece, Don’t be Afraid to Travel Alone (No tengas miedo de viajar sola), realizada por Ruth Orkin (1921-1985), una fotógrafa de mirada sencilla pero avispada.
Las dos mujeres —Orkin tenía 29 años y Craig, 23— se habían conocido al coincidir por casualidad en la misma pensión de Florencia. La fotógrafa, que regresaba de trabajar en Israel, había decidido tomarse unos días de descanso, y Craig estaba en medio de la gran aventura de su juventud: un viaje de seis meses por Francia, España y Italia con presupuesto limitadísimo y en la compañía exclusiva de sí misma. A Orkin, fascinada por la elegante desenvoltura y el garbo de Craig, se le iluminaron los ojos. «Venga, salgamos a hacer fotos en la calle y echarnos unas risas», propuso.
El resultado es una colección en la que conviven la ingenuidad y una levísima picardía. Fueron tomadas en solamente dos horas y muestran a Craig flirteando en una cafetería, preguntando una dirección a un carabinieri, asombrada ante una escultura de Miguel Ángel, aburrida en una plaza, descansando en el dintel de un portal… Son fotos sin trastorno, dulces, de una candidez simple y una belleza sin sombras.
La más famosa de la serie, la de los 15 hombres acometiendo a la elegante muchacha sola, fue la única que realmente trascendió. Llegó a proponerse como prototipo moralizante de la mala educación masculina y sufrió amputaciones ideológicas de animo corrector: al hombre del paraguas que silba a la izquierda de la modelo le borraban la incoveniente mano que parece llevarse a la entrepierna.
Hoja de contactos de Ruth Orkin
La hoja de contactos de Orkin demuestra que la fotógrafa no desperdiciaba demasiada película y que la serie tuvo la gracia de la naturalidad. También descarta la tesis, sostenida durante años, de que la polémica imagen del acoso callejero fuese preparada, un posado.
Craig ha atestiguado que apenas hicieron dos tomas, que la tropa de desocupados estaba ahí y que la fotógrafa sólo pidió a un par de ellos que por favor no mirasen a la cámara durante el segundo disparo.
«Muy pocos de aquellos hombres tenían empleo. Italia todavía se estaba recuperando de las consecuencias de la guerra que había devastado al país», recuerda la modelo. «Puedo asegurar que ninguno de ellos intentó acosarme, ninguno cruzó la línea».
Ánxel Grove
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O sea, esta claro que la mujer no era acosada. Disfrutaba enormente con su flirteo y la atencion recibida… Pero el titular resalta el supuesto acoso inexistente, y ahi queda…
22 agosto 2013 | 19:18
Es lo de siempre, también se hubieran mostrado tan presumidos si esos 15 italianos se hubiera encontrado a un ingles en la segunda guerra mundial, por eso en la India hay castas.
22 agosto 2013 | 19:53
15 hombres y 3 mujeres. Y no tiene los ojos cerrados.
22 agosto 2013 | 20:34
También habría que decir que la chica no se sentía acosada puesto que sabía que era una pose intencionada, y por eso mismo ella dice que se divertía.
El que ella diga que no sentía acoso, no quiere decir que a todas les guste pasar por la misma situación.
Creo que hay que separar lo que es una pose, para una fotografía o un reportaje, de lo que es la vida real.
Haciendo un símil, es como poner a un modelo nadando entre tiburones y decir que a todos los hombres les gusta nadar entre tiburones.
22 agosto 2013 | 20:37
Claro, claro… con la cara de sufrimiento de la chica de la foto y otro al lado tocandose el paquete…estan difrutando de lo lindo…No me joda señora, eso es acoso en estado puro, un gang bang callejero 15 contra una. No trate de maquillar ahora el recuerdo.
23 agosto 2013 | 01:12
Izquierda… derecha… Izquierda… derecha…
Izquierda sostiene bolso y carpaccio, derecha sujeta pañuelo…
Tendremos que llamar a Elmo!
23 agosto 2013 | 05:46
Lo lamentable de esto es que la propia autora anime a viajar y sea incapaz de entender ni lo que ha reflejado ni lo que significa. Ese acoso callejero llevado al extremo en un país sin orden público ni legislación adecuada lleva a lo que sabemos que pasa en la India cuando una mujer viaja sola en autobús o en Egipto cuando se manifiestan por sus derechso. Lo de la foto quizá no sea delito (en EE.UU hoy, por suerte, sí lo sería) pero es la plataforma que refleja e invita ese tipo de delitos. Si la autora no entiende lo que significa su foto es solo porque nada cuesta más que ver lo que tenemos delante de nuestras narices. Por suerte, ella es un instrumento de la realidad no una intelectual ni su intérprete.
23 agosto 2013 | 06:24
totalmente de cuerdo contigo, Phil. si se amplia la imagen, se ve perfectamente la expresión de la cara de ella, y no es precisamente de pasárselo bien. sino de «mejor me voy de aquí». sobretodo con esos tres maromos ( el de la sonrisita con la mano en el paquete, el de la moto y el que la mira fijamente y que se interpone en su camino). seguro que callados no están cuando ha estado caminando desde el otro lado de la calle. si eso a ella no la molesta…
23 agosto 2013 | 07:00
aunque claro si luego se ven las diapositivas , aparece montada tras el chico que estaba subido en la moto. a lo mejor es la típica que se cree superguapa y que no la importa que los tíos vayan detrás de ella como perritos falderos.
23 agosto 2013 | 07:04
No solamente las mujeres son acosadas. Yo sé de varios lugares en que los hombres son acosados sexualmente por mujeres con el agravante de que no solo se conforman con tener sexo contigo, sino que pretenden que las pagues.
Y, como colofón final, hay que decir que las víctimas son ellas y los abusadores ellos so pena de que te degüellen las feministas.
Por muy jetas que fueran lostíos de la foto, no creo que haya ninguno con la caradura de cobrarle dinero a la chica.
23 agosto 2013 | 08:23
Pues es un acoso en toda regla.
23 agosto 2013 | 09:27
Muchos de vosotros seguro que teneis menos de 30 años por las estuideces que decís a causa de la ignorancia, de lo que se vivía en los años, 50, 60 incluso los 70.
Desde que mi cuerpo cambió a los 12 años tuve que sufrir al igual que mi hermana y muchas mujeres el acoso verbal y a veces físico de los hombres.. Que ahora parece que siempre hemos sido muy evolucionados y todo eso.. pero era realmente asqueroso. Unos pocos te decian piropos bonitos, pero la gran mayoria te gritaba autenticas burradas y el que podia te daba una palmada en el trasero. Les daba igual que tuvieras 12, 15 o 20 años. Y si ibas en el transporte público, te tocaban el pecho o te arrimaban el paquete. Siempre con movidas y teniamos que estar alertas.
Ahora tengo 50 años, lo que hablo fue en los años 70. Mi madre lo sufrió en los 50 y 60.. Ella trabajaba en el Hotel Madrid, y el recorrido de su casa al trabajo era un paseillo como el de la foto. Siempre me contaba la angustia que padecia.
23 agosto 2013 | 09:45