El «pequeño mundo» foto-compartido de una pareja en Estambul

My Pen World

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Hojear un álbum de fotos privadas de cuyos protagonistas sólo sabes lo que las imágenes revelan: Estambul, una pareja de clase media-alta, muchos discos de jazz (Archie Shepp, Charles Earland, Milt Jackson, Stan Getz, Roy Ayers, John Coltrane, Miles Davis, Thelonious Monk…), todos en el necesario soporte del vinilo y ninguno demasiado previsible, cigarrillos orgullosos de quien se sabe hijo de la intoxicación, envidiable tiempo libre, todas las bifurcaciones de todos los caminos, inmigrantes (¿italianos?, ¿franceses?) quizá por motivos laborales, relación de marido-mujer, un «pequeño mundo», una vida «solitaria pero colorida»

Es difícil saber más. Su ventana al mundo es un microblog, My Pen World, que apenas evidencia nada y, al tiempo, todo lo deja ver. Me apasiona con rigor tóxico desde que lo encontré, hace algo más de dos años, en los superpoblados y a menudo confusos suburbios de Tumblr.

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La donación de la vida —de cierto porcentaje de ella al menos, porque nadie está dispuesto a la entrega sin límite— es un acto de valentía. Entregar también la forma de mirar lo convierte además en un acto generoso.

Ella, la modelo; él, el fotógrafo: toman el ferry, se pierden en el zoco, pasean al lado del mar, entran en cafés, dejan que les venza, entre naranjales o mezquitas, la lenta embriaguez de la ciudad milenaria que marca el fin y el principio, que es puerta y clausura…

No está descaminado quien sostiene que los mejores retratos necesitan estar sujetos por el amor —completo, físico y emocional— entre quien hace la foto y quien está ante la cámara. Las piezas del diario de cabotaje de My Pen World son una prueba de ese argumento.

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Me gusta que las imágenes sean carnales, que no tengan otra pretensión —ni siquiera los nombres o la autoría— que permitir palpar la humedad, las sonrisas, el vuelo de los pañuelos, el roce de los dedos sobre las páginas de un libro, la llegada brusca del cansancio o la dinamita de una carcajada.

También, claro, que desarrollen el único tema que importa: la inspiración que ella despierta en él y la forma en que él la retrata a ella.

Suelo acudir a las hermosas fotos de My Pen World con el mismo ánimo con que me acercaría a leer el improbable cuarto volumen del Cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell, sabiendo, como él, que «una ciudad se hace un mundo cuando uno ama a uno de sus habitantes».

Ánxel Grove

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2 comentarios

  1. Dice ser segun

    precioso!

    23 agosto 2012 | 20:08

  2. Dice ser Alex

    Me gusta el blog, empiezas a verlo y no puedes parar, me da envidia, no se como hacen, no es solo sacar fotos de las vacaciones y los paseos con tu chica y meterlas en el blog.

    24 agosto 2012 | 19:56

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