Lo que parecía un hecho aislado, cuando supimos del primer caso del secuestro de una menor en Ciudad Lineal, se ha convertido ahora en asunto prioritario para la Policía: encontrar al pederasta que aterroriza a medio Madrid.
En casos de este tipo es fundamental la rápida respuesta de los investigadores. En ello están, seis meses después, y con pocos detalles concretos. ¿Es siempre la misma persona, es rubio, es flaco? ¿O es una coincidencia y han actuado diferentes pederastas? ¿Es acaso una mafia?
Difícil concretar con los confusos datos que pueden aportar las víctimas y las variopintas llamadas de desconocidos para aportar pistas.
Solo hay una certeza: si sigue actuando acabará detenido, más tarde o más temprano, cuando menos se los espere, y con casi toda seguridad in fraganti. Tiempo al tiempo.