La Audiencia Provincial de Madrid rechazó en su día el recurso de Santos Mirasierra, aficionado del Olympique de Marsella, contra la sentencia que le condenó a tres años y medio de prisión por agredir a un policía durante el partido de Liga de Campeones entre su club y el Atlético de Madrid el pasado 1 de octubre de 2008 en el Vicente Calderón.
La resolución, dictada por la sección tercera de la Audiencia madrileña, confirmó la condena de Mirasierra como autor de un delito de atentado a agentes de la autoridad con uso de instrumento peligroso, así como de una falta de lesiones.
Mirasierra ya estuvo en la prisión de Estremera (Madrid) por estos hechos, aunque salió de la misma tras abonar los 6.000 euros que marcaba la fianza.
“Hemos aprendido a base de tragedias en el fútbol”
Recomendaciones y resoluciones del Consejo para prevenir y contener los desórdenes relacionados con partidos de fútbol.
José cree que en España ahora se puede ir más tranquilo al fútbol que hace unos años.
“Soy aficionado al fútbol desde el año 1995 y voy cada 15 días al campo a ver a mi equipo. Reconozco que ahora se puede ir más tranquilo al fútbol que hace unos años porque la Policía hace unos controles mucho más severos que antes en los alrededores de los estadios y los de seguridad ahora ya no te dejan meter ni una botella de agua con tapón por miedo a que la tires al campo o a la grada.
Hace pocos años vino un equipo francés a Madrid y sus aficionados se pusieron a montar jaleo en las gradas. La policía detuvo a varios de ellos y entre los detenidos un juez condenó a un hooligan a 3 años de cárcel por tirar sillas a los agentes. Antes no pasaba nada, pero después de todas las tragedias que se han vivido los gobiernos, la policía, los jueces y los aficionados parece que se han concienciado para que no vuelvan a repetirse”.
La cooperación policial en la Unión Europea puede impedir y controlar la violencia y los desórdenes vinculados a este vandalismo en los partidos. El Consejo de la UE ha adoptado una serie de actos destinados a reforzar la cooperación policial entre los Estados miembros.