En el condado de Hudspeth (Tejas), fronterizo con México, el Sherif Arvin West no se fía y tiene motivos para ello.

Los cárteles de drogas mejicanos se están apoderando de los pueblos fronterizos del Valle de Juárez para controlar las rutas del contrabando hacia los E.E.U.U. En el lado tejano de la frontera se pueden ver los avances de las mafias en directo, como sí se tratará de un programa de televisión en directo, pues una de las tácticas es la quema de viviendas. Las columnas de humo dan parte cada día del progreso de la violencia.

Al otro lado de la frontera contemplan la escena sin poder hacer nada, pero con miedo y se sabe que cuando los estadounidenses tienen miedo, recurren a las armas. Y, por si acaso, el sheriff West (suena como un personaje del salvaje oeste) recomienda a sus ciudadanos que se armen hasta los dientes porque sabe que los cárteles son capaces de cualquier cosa para proteger su mercancía.

En los dos últimos años tres jefes de policía fronterizos norteamericanos han sido asesinados en el Valle de Juárez, presuntamente por las mafias. El gobierno mexicano ha enviado tropas para tratar de poner orden en las ciudades sin ley.

Hace unos años, la policía fronteriza de EE.UU. se limitaba a parar a los coches que transportaban la droga, sin que los traficantes opusieran mucha resistencia. Pero las cosas están cambiando a peor. La policía empieza a temer que, mientras que antes se detenía sin apenas enfrentamientos a los traficantes, ahora estos, que se han hecho más fuertes, comiencen una batalla en la frontera. Incluso temen que puedan atacar los ciudadanos de la frontera. Una guerra silenciosa en las puertas de EE.UU. a la que, por ahora, nadie está haciendo mucho caso.

Es imposible a corto plazo (inclusive a largo plazo) educar a los norteamericanos para que no consuman drogas. Existen cárteles por la ley de oferta y demanda.

En mi opinión, la solución más que en las armas, en la frontera rica, está en ayudar al gobierno mexicano a combatir el narcotráfico con otras armas: educación, empleo, etc… El objetivo aquí es salvar vidas.