Solo un capítulo más Solo un capítulo más

Siempre busco la manera de acabar una serie cuanto antes... para ponerme a ver otra.

Entradas etiquetadas como ‘Willa Burrell’

Inyección de True Blood

Atención: este post contiene spoilers desde el tercer párrafo

Cuando comenzó la sexta temporada de True Blood ya escribí que ni yo mismo lograba entender cómo una serie tan previsible era tan adictiva e interesante. Tras ver los 10 capítulos de este verano he salido de la penumbra, y tengo una respuesta a esa duda: el cliffhanger. Los vampiros de Alan Ball son expertos en dejarnos con la miel (o sangre) en los labios con los últimos segundos de cada episodio. Siempre acabas mordiéndote las uñas con las desventuras de Sookie Stackhouse, su hermano Jason, Bill Compton o Eric Northman. A veces hasta te da por volver a ver los últimos finales tras haber disfrutado a la vez que flipado con lo que ha pasado. EricWilla

Esta sexta entrega de la serie de HBO ha vuelto a estar a la altura de las expectativas. Una vez más, la miríada de ritmo, acción y sexo, unido a su peculiar concepto de drama, han provocado que todo el que siga la serie no haya dudado en volver a engancharse y en dejar atrás eso de definirla como un “placer culpable”. Porque True Blood es buena. A su manera, está claro. Pero si de entretenimiento se trata es imprescindible.

La guerra entre humanos y vampiros que hemos presenciado este año se ha quedado a las puertas de lograr la mejor temporada de la historia de la serie. Un honor que aún está reservado para la tercera, donde conocimos a Russell Edgington, uno de los villanos más sádicos e hilarantes de la televisión. Warlow, el hada-vampiro al que Sookie ‘pertenece’ por una especie de contrato firmado siglos atrás, no ha sido un malo inolvidable. De hecho, nadie se acordará de él después de que haya muerto. Todo porque no ha aportado nada a la serie, salvo en los dos últimos episodios, cuando se destapa como un obseso y un maltratador para conseguir lo que quiere. Matar tan pronto al gobernador de Louisiana restó la posibilidad de que hubiese alguien al que realmente detestáramos por su vileza.

EricgoberMás allá del intento fallido por regalarnos otro personaje malvado, está claro que el carisma de Eric Northman ha sido lo mejor de todo. Otra vez. El chupasangres de Alexander Skarsgard ha llevado la voz cantante una vez más, aun con la carga que ha supuesto la muerte de su hermana Nora (su forma de llorar es un poco discutible, sí), y a pesar de que la temporada estaba pensada para que Bill (Stephen Moyer) fuese el protagonista. Pero entre un soso como Compton, que ni convirtiéndose en un semidios es capaz de transmitir algo, tenemos la suerte de tener al rubio e impío Northman. O no. Porque en el último capítulo parece que muere. No quiero destripar más de lo que se haya visto, y solo diré que para mí sin él nada tendría sentido en Bon Temps. Para saber qué ocurrirá tenéis a su showrunner, Brian Buckner, que ha aclarado qué va a pasar con el actor sueco y su futuro en los guiones.

El mismo odio que despierta Bill el sinsangre, como podríamos llamarle, es algo que comparte con Anna Paquin y su Sookie. Que una protagonista sea insípida, casquibana y tenga poderes mágicos provoca que ésta tenga todas las papeletas para ser despreciada por el público. A mí en particular no me genera tanto rechazo, pero sí reconozco que si las tramas dejasen de estar centradas en ella y en su luz de hada la serie sería mucho mejor. Inventarse a su abuelo ‘hado’, por mucho que estuviese interpretado por Rutger Hauer (el replicante de Blade Runner), no ha ayudado a Paquin en absoluto para llegar al público. La cuestión familiar estaba tan forzada que es incomprensible. Pero los guionistas sabrán, aunque hay que pedirles más.Sookiw

Porque ya es hora de darle más bola a Pam (Kristin Bauer), Jessica (Deborah Ann Woll, qué mujer), Lafayette (Nelsan Ellis, que interpreta mi personaje preferido, sin duda) o incluso a Sam Merlotte (Sam Trammel), que tiene una capacidad admirable para meterse en líos con todo tipo de bichos raros. O hasta para tener hijos con activistas pro-integración de humanos y criaturas tras una relación de dos noches. Sus líos con los hombres lobo estuvieron bien al principio, pero luego llegaron a hacerse pesados. Estaba claro que Alcide (Joe Manganiello) acabaría dando la espalda a su manada. Todos lo sabíamos. Pero es la manera, cómo se llega a ello, lo que hace especial a True Blood.

No hay que olvidar a Willa (Amelia Rose Blair), la nueva hija de Eric, que tiene pinta de ser más interesante como vampira recién nacida que lo que fue Jessica cuando la conocimos. Incluso a Andy y su hija hada, después de la tragedia que han vivido a manos de la colmillos pelirroja. Lo que pasó en el último episodio indica que van a saltar chispas entre este trío. Es lo que tiene que alguien se cargue a tus niñas y luego se presente en tu casa para decirte que te va a proteger. En fin.

TerryLa pequeña dosis de drama, con la muerte de Terry y el sufrimiento de Arlene, podría haberse hecho aún más rápido. El noveno episodio de la temporada, dedicado por un lado al funeral de uno de los cocineros del Merlotte’s, por otro al asalto de los vampiros al campo de concentración donde les iban a dar un baño de sol, quedó un poco deslucido por culpa de lo primero. Está bien despedir a un personaje como se merece. Pero sin pasarse. Aún así, se agradece que la abuela del enterrado hiciese comentarios racistas o despectivos hacia los asistentes a la ceremonia. Las carcajadas momentáneas estaban aseguradas. Una parte de humor que sólo ha contado con la estupidez de Jason Stackhouse, que hace un papelón y se le destaca poco. Porque ser tan tonto en una ficción no es fácil, y Ryan Kwanten lo borda. Y eso que ha tenido que lidiar con la loca del pussy de Sarah Newlin, que está tan chalada que mata a alguien a taconazos.

Con todo lo anterior, queda especular sobre qué va a pasar. ¿Estará la madre de Tara (Rutina Wesley) infectada de la Hepatitis V y por eso se deja morder por su hija? ¿Qué pasará con todos esos vampiros hambrientos que se acercan a la fiesta de confraternización entre humanos y muertos vivientes? ¿Sookie y Alcide serán una pareja estable? Queda un año para descifrar estos enigmas. Lástima que, al contrario de lo que ocurre con su bien más preciado, no sea inyectable.