El año pasado no hice balance sobre la segunda temporada de The Newsroom. Se la habían cargado. Me cabreé tanto con Aaron Sorkin y sus colegas por haberse cargado una de mis series preferidas de 2012 que no quise perder tiempo en soltar bilis. La estupidez del argumento de la operación Genova, las aburridas tramas relacionadas con las elecciones de EEUU y el colofón vergonzoso de terminar el último episodio con una petición de matrimonio provocaron que me alegrase de que la tercera temporada fuese a ser la última. Tras los dos capítulos nuevos de ésta ya me estoy arrepintiendo. Y es que parece que el fantasma de 2013 ha desaparecido, en favor de la magia del anterior curso.
La razón de su vuelta a la vida es sencilla: The Newsroom vuelve a ser (o al menos a parecerse) lo que nos embaucó desde el principio con su ritmo, sus historias interesantes y una visión idealizada y emocionante del periodismo. La sucesión de actualidad y momentos hilarantes de los personajes ha regresado al mato alto nivel. Consecuencias de que se haya rectificado el error del año pasado: dar todo el protagonismo a unos pocos personajes. La fuerza de los secundarios era evidente al principio, y después se les relegó.
Centrar una temporada en las supuestas cagadas profesionales de un personaje tan insoportable como Maggie se cargó la serie que emiten HBO y Canal + Series. Pasar del romanticismo a la hiperglucemia de la relación entre Will y Mackenzie contribuyó a ello. Y que las conversaciones kafkianas pero entretenidas se convirtiesen en ininteligibles la remató. En general, la causa fue un guión limitado y aburrido que provoca que no recuerde ni una escena que sea digna de rescatar en Youtube. Y perdón por insistir, pero es que de la primera está esta. Y esta. Y esta otra.
Por suerte, los que están detrás de la serie se han dado cuenta de lo que perpetraron. Y han decidido recuperar lo que les funcionó y añadir un ingrediente: la intriga. Es la primera vez en todo este tiempo que estoy expectante con el siguiente episodio por el cliffhanger del segundo de esta temporada. Lo cual es un logro, porque no es una serie pensada para ofrecer este tipo de ganchos.
Además de dejar atrás el aburrimiento, The Newsroom ha vuelto a ser creíble en el contenido, y hasta ha ganado algo de verosimilitud en la forma. No todo es tan bonito en el periodismo: ni los buenos ganan siempre, ni el idealismo marca la jornada en una redacción. Pero sí es cierto que mejor no se podrían contar las cosas en un informativo, en el caso de que existiese uno así. Aunque los pasos previos para llegar a esto, cuando Will se pone delante de la cámara, sean demasiado ilusionantes para ser verdad.
¿Representan Sorkin y sus personajes el día a día de un medio? Puede haber comentarios ingeniosos, como en todos los trabajos, pero nadie se pone a citar a Shakespeare o similares a todas horas para potenciar un argumento. No somos tan pedantes. ¿La sensación de emoción y nervios que muestran en las últimas horas es real? Totalmente. Y no hay nada que ponga más a un periodista que esos momentos. Además de una jornada electoral, que es como esa pizza del sábado tras una semana de dieta.
La primera temporada no resultó creíble para los que trabajamos en esto. La segunda ni hablamos. Pero la tercera ha logrado que vislumbrase actitudes y reacciones similares a las que tendríamos mis compañeros y yo en un día en el que ocurre algo gordo. Que The Newsroom le provoque esa sensación a un periodista es un éxito. También puede ser que, como decía al principio, me embauque tanto que me nuble el juicio.
La serie se acabará en pocas semanas. Traer a colación el topicazo de «disfrutar lo que queda» sería muy pobre. Sobre todo si la realidad es que me va a fastidiar que no vuelva el año que viene. Y es que no volver a disfrutar de Sloan Sabbith hunde a cualquiera.
A mi personalmente me gustan las series españolas.
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21 noviembre 2014 | 09:59
Tu no citaras a Shakespeare, ni a Einstein, ni a Sócrates ni a Cela, pero la gente leida si lo hacemos de vez en cuando, por que los conocemos y encontramos situaciones aplicables en nuestra vida diaria. Y claro, como tu no lo usas, ya somos pedantes.
21 noviembre 2014 | 10:37
A mi esta serie no me ha llegado a convencer, demasiado happy.
http://areaestudiantis.com
21 noviembre 2014 | 11:24
Xosema corazón. La «gente leída» suela saber leer. El autor dice «citar a Shakespeare A TODAS HORAS», y tu pretendes corregir con un «los citamos DE VEZ EN CUANDO».
Pues no caballero, si lo cita «de vez en cuando» no es un pedante. Pero si lo cita «a todas horas» SI lo es. Y mucho.
21 noviembre 2014 | 13:09
¿Embaucar? ¿ en serio? Míralo en la RAE y cámbialo.
21 noviembre 2014 | 16:42
Esta serie no convence
21 noviembre 2014 | 18:19
Creo que te has confundido con el término embaucar. Y encima está en el titular.
21 noviembre 2014 | 19:47
embaucar. (De embabucar). 1. tr. Engañar, alucinar, prevaliéndose de la inexperiencia o candor del engañado. A ver si le regalan un diccionario al «periodista» que escribió este artículo xDD
22 noviembre 2014 | 15:41
Cada vez me produce más vergüenza ajena que gente inculta y sin cultura esté redactando las noticias de periódicos de gran tirada. ¿Por qué tú que no sabes escribir puedes trabajar en esto y yo que sí sé, no?
23 noviembre 2014 | 17:39
Yo ví la primera temporada al poco de salir y como dices, embauca. Es un poco (por no decir un mucho) pedante. Muy idealista también, pero tiene un ritmo muy rápido con los diálogos y embauca. Creo que solo fuí capaz de ver 3 o 4 capítulos de la 2ª temporada, aguantando con los dientes apretados por si mejoraba, pero acabé borrándola. Y si para volver a ver una 3ª temporada tan buena como la 1ª, que sí, que estaba bien, pero no era la rehostia, me tengo que comer toda la 2ª, no me merece la pena. Hay series mucho mejores que tengo en espera aún. Esta es novedosa en el planteamiento y entretenida, pero normal que muera, no se podía permitir una temporada tan mala.
24 noviembre 2014 | 00:22
Desde luego que «no todo es tan bonito en el periodismo» y este chico es un ejemplo de ello. Supongo que será familiar de alguien del periódico, porque de lo contrario no sé cómo justifican el tener a alguien en nómina que no sabe dónde colocar tildes («estúpidez») y que además desconoce el significado de la palabra «embaucar». Por no entrar en la diferenciación de complementos directos e indirectos («se les relegó»).
Es muy bonito hablar de la integridad moral de los periodistas de la serie y admirarlos en vez de renunciar a un puesto de trabajo para el que no se está preparado y poder demostrar la propia.
24 noviembre 2014 | 01:42
Luego de dos exitosas temporadas, el equipo de periodistas de la serie “The Newsroom” se despide con tan solo 6 capítulos, solo nos queda disfrutar de la última temporada
25 noviembre 2014 | 17:38
Quería que apostaran un poco más con The Newsroom con Emily Mortimer es una serie fantástica y solo pude hacer temporadas, es una lástima, ahora solo queda disfrutarla
02 diciembre 2014 | 17:54