Hay críticos gastronómicos que dicen que la primera cosa en la que se fijan al llegar a un restaurante es en el pan. Un pan rico, bien cocido, con la proporción justa de harina y de agua, denota una cocina cuidada y detallista. Sin embargo un pan precocido o con poco harina, de esos que tanto se ven ahora en los restaurantes, evidencia un afán de ahorro en las materias primas poco prometedor.
A mí me pasa exactamente igual con los títulos de crédito de las películas, cuando estos se proyectan al comienzo del metraje. Si la presentación del equipo técnico y artístico está hecho para salir del paso, sin ninguna intención de innovar o de presentar de una manera original lo que puede ser muy aburrido (al fin y al cabo una lista de nombres es, de por sí, algo rollo), me espero lo peor y afronto el comienzo de la película con reticencia. Si por el contrario los títulos me enganchan, me ilusiono pensando que lo que viene detrás es aún mejor. A veces me equivoco, pero casi siempre acierto.
Para los que tengáis manías como las mías o para los que os interese el diseño, ahí va una página web que descubrí el otro día gracias a nuestra experta en moda. La realiza Christian Annyas, que es diseñador gráfico y de páginas web que también tiene un blog en el que habla de carteles de películas, de autores clásicos como Saul Bass o de la tipografía que ha utilizado Warner Bross a lo largo de su historia. Os animo a que entréis y visitéis el archivo que ha creado y organizado por décadas. Es impresionante y muy instructivo. Hay títulos de los años 20 que anuncian filmes de Buster Keaton o Harold Lloyd, pero también se incluyen algunos los últimos estrenos. Espero que os guste.