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-No deberías llevar esa ropa. -¿Por qué? Sólo es una blusa y una falda. -Entonces no deberías llevar ese cuerpo. 'Fuego en el cuerpo', de Lawrence Kasdan

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Un libro de memorias de un prostituto bisexual de Hollywood desvela los secretos sexuales de los grandes de la época dorada

No sé si llegará a ser un superventas  o si lo veremos en las librerías de por aquí traducido al español, pero Scotty Bowers, un octogenario gigoló y prostituto bisexual de Hollywood,  ha conseguido que muchos medios hagan un hueco, en sus respectivas secciones de cultura, al libro de memorias que está a punto de publicar.

No es difícil imaginar por qué.

Bowers, de 88 años, ha escrito un libro que promete dejar a la altura de La bella durmiente el célebre libro de Hollywood Babiliona, de Keneth Anger. Con el sugerente título de Full Service: My adventures in Hollywood and the Secret Sex Lives of the Stars (Servicio completo: Mis aventuras en Hollywood y las vidas sexuales secretas de las estrellas), sale a la venta el próximo 14 de febrero (sí, el día de San Valentín), en EE UU.

En él Bowers revela sus relaciones homosexuales con algunas de las grandes estrellas de la época dorada de Hollywood. También su labor de mediación para conseguir chicas o chicos a sus clientes. Por su gasolinera que servía de tapadera, Bowers cuenta que pasaron gente como Cary Grant (con el que tuvo encuentros sexuales frecuentes), Vivian Leigh, Walter Pidgeon, Édith Piaf o Rock Hudson.

 

También cuenta que a lo largo de sus décadas de amistad con Katherine Hepburn, le llegó a ‘presentar’ unas 150 chicas, alguna de ellas incluso llegó a ser más o menos fija. Y que también se lo montó frecuentemente con Spencer Tracy (gran amor de Hepburn), con el que al parecer tuvo una relación muy apasionada.

Bowers, que lleva casado 27 años con la misma mujer, y que muy bien podría haber pasado el resto de sus días disfrutando del sol de Florida, que es el equivalente a nuestro Benidorm para los jubilados yanquis, dice que dejó sus asuntillos en la década de los 80, con la aparición del Sida, y que habla ahora porque ya todos los afectados están muertos y no puede herir a nadie. Se le olvida mencionar que tampoco ahora puede nadie responderle, ni acusarle de mentir o inventarse datos.

Sí, creo que será un éxito de ventas. Reconozco que yo también siento una morbosa curiosidad por leerlo.