Leía hace unos días, que el acontecimiento cinematográfico del verano había sido el conflicto dialéctico que habían mantenido Almodóvar y el Vaticano por el diferente concepto de familia que defienden. Resumiendo, Almodóvar le pedía al Vaticano que dejara de mirarse el ombligo y se abriera a la sociedad actual, donde conviven otro tipo de familias diferentes a las católicas apostólicas romanas, y el Vaticano le replicaba que estaban más puestos (no piensen mal), de lo que Almodóvar creía, en asuntos familiares.
Con todos los respetos, a pesar de la trascendencia del asunto, ese no es para mí el acontecimiento cinematográfico del verano. Ni ver a Viggo Mortensen, en plena forma en Venecia (quién diría que va por la cincuentena)
o a Brad Pitt paseándose a sus anchas por Asturias. Tampoco es el acontecimiento cinematográfico del verano la polémica entorno a la Ley del cine, a la que se acusa de perjudicar a las pequeñas producciones.
Para mí, el verdadero acontecimiento cinematográfico del verano ha sido el estreno de ‘Up’. Cuánto tiempo hacía que no salía del cine tan enganchada a una historia, tan emocionada y feliz. Cuánta sabiduría encierran esos planos mágicos, esos personajes entrañables.
Yo apuesto por ese estreno como el hecho más destacable. Y para vosotros, ¿cuál ha sido el acontecimiento cinematográfico del verano?