Este fin de semana leía un interesante reportaje en ‘El País’ (perdonadme que hable de la competencia) sobre cómo la televisión está acaparando toda la creatividad de los guionistas, y ponía de ejemplo series como ‘Mad Men’, ‘Los Soprano’, ‘Dexter’, ‘The Closer’, ‘Los Simpson’. El reportaje venía firmado por Alex Martínex Roig, director de contenidos de Digital +, lo que quiere decir que, aunque haya intentado ser objetivo, barría para casa.
No voy a retomar los argumentos que se exponían para demostrar que hoy por hoy, la audacia narrativa ha quedado relegada a la ficción televisiva (quien haya visto alguna vez las serie que he mencionado arriba puede hacerse una idea de por dónde van los tiros); pero sí me gustaría plantear aquí el debate sobre el tema y conocer vuestra opinión.
Durante el último año, ya he leído al menos tres reportajes o artículos que hablan de la televisión como la tabla de salvación de los guionistas con talento. Todos los escritos coincidían en que la tele, más barata y atrevida que el cine, arriesga más en los contenidos y da más oportunidades a los nuevos talentos. Incluso muchos actores consagrados, especialmente mujeres de edad madura, encuentran en la pequeña pantalla las oportunidades que los grandes directivos de los estudios les niegan por edad o por falta de gancho en taquilla.
No sé qué opináis vosotros de todo esto, y si pensáis que las series de televisión hoy por hoy marcan las pautas de calidad de la ficción. Es cierto que la mala racha de películas cinematográficas que llevamos en los últimos años se lo está poniendo fácil a la caja tonta (que dicen que está dejando de serlo), pero ¿hasta el punto de ser superada por la televisión? ¿Podría la televisión haber ideado, por ejemplo, una serie sobre una abuela que, desesperada por conseguir dinero para salvar a su nieto, se dedica a masturbar a hombres en un club (argumento del sorprendente filme ‘Irina Palm’)? ¿Se podrían aplicar también estos supuestos marchamos de calidad a las series de ficción española?
Que conste que yo aún me estoy pensando mi opinión sobre este asunto.