Sin efectos especiales Sin efectos especiales

-No deberías llevar esa ropa. -¿Por qué? Sólo es una blusa y una falda. -Entonces no deberías llevar ese cuerpo. 'Fuego en el cuerpo', de Lawrence Kasdan

Entradas etiquetadas como ‘george sanders’

Hoy no solo cumple años Tom Cruise

Probablemente algún que otro programa rosa recuerde hoy que el cienciólogo Tom Cruise cumple 46 años ¿bien llevados? Cosas del destino también es el cumpleaños de las actrices Ludivine Sagnier, Connie Nielsen y del escritor Franz Kafka. Pero hoy, 3 de julio, a mí me gustaría recordar a uno de mis actores preferidos, a uno de los más grandes, que tal día como hoy hubiera cumplido 102 años: George Sanders.

Desde su nacimiento en San Petersburgo (Rusia), en el seno de una familia británica acomodada, hasta su suicidio en 1972, en un discreto hotel de Castelldefels, la biografía de George Sanders se parece poco a la de otra grandes estrellas del celuloide. Debió ser un gran cínico (como la mayoría de papeles que interpretaba o a los que él imprimía este rasgo del carácter), como corresponde a un espíritu inquieto, poco satisfecho con la vida que le ha tocado vivir; pero también un hombre complejo, contradictorio y terriblemente inteligente.

E interpretando a un cínico, retorcido, inteligente y agudo crítico teatral en ‘Eva al desnudo’, Sanders logró el mayor éxito de su carrera y el Oscar al mejor actor secundario.

Desgraciadamente para mí, la sombra de su trabajo como Addison DeWitt fue demasiado alargada, y me fue siempre imposible no ver un poco de ese personaje en cada una de sus interpretaciones. Tal era el grado de excelencia, que a mi modo de ver, había alcanzado Sanders en aquel papel que le ofreció Joseph L. Mankiewicz.

Su amplia filmografía incluye títulos como ‘Rebeca’, de Hitchcock, ‘El fantasma y la señora Muir’, otra vez con Mankiewicz; ‘Ivanhoe’, de Ian Thorpe; ‘Te querré siempre’, de Roberto Rosellini; ‘Mientras Nueva York duerme’, de Fritz Lang o ‘El pueblo de los malditos’, de Wolf Rilla.

Se casó cuatro veces, una de ellas con una devorahombres que tampoco debía de andar mal de materia gris: Za Za Gabor. Casi dos décadas después de haberse divorciado de ella, se casó con su hermana y ex cuñada, Magda Gabor.

Se paseaba por el mundo del cine como un espectador que asiste a una obra cuya trama no acaba de creerse, y con ese distanciamiento escribió su autobiografía ‘Memoirs of a Professional Cad’ (‘Memorias de un Sinvergüenza Profesional’). Dicen los expertos que lo mejor de Sanders, aparte de su elegancia y dominio de la escena, era su imponente voz. Os dejo un fragmento de ‘El fantasma y la señora Muir‘, donde aparece con la bellísima Gene Tierney. Que lo disfrutéis.