El director Morgan Spurlock saltó a la fama hace unos años con un documental controvertido: ‘Super Size me’, en el que, jugándose el tipo y la línea, intentaba demostrar que alimentarse exclusivamente con menús del McDonald’s era tan peligroso para la salud como tomarse a diario infusiones de adelfa. Vi aquel documental hace años y me gustó, por lo novedoso del tema y por el atrevimiento de Spurlock, que retó a la multinacional de las hamburguesas mientras cargaba su cuerpo de toxinas y colesterol.

Leo en ‘The New York Times’ que Spurlock estrena ahora en EE UU otro documental con vocación de polémica: ‘Where in the World Is Osama bin Laden?’. En tono irónico, y con vocación didáctica, Spurlock inicia un viaje por el norte de África y por Oriente Medio para intentar encontrar el paradero del enemigo número uno de ‘mundo libre’: Bin Laden. Spurlock, que está a punto de convertirse en padre, quiere dar con el terrorista para evitar que su hijo nazca en un mundo lleno de peligros.

A tenor de la crítica del periodista de ‘The New York Times’ (que ha visto el documental, yo no, ni siquiera hay aún prevista una fecha de estreno en España) el filme viene a ser algo así como una especie de capítulo de ‘Barrio Sésamo’ para no iniciados en los conflictos orientales: los israelíes y los palestinos no se invitan a casa a cenar, a Afganistán es mejor no ir de vacaciones, y los judíos ultraortodoxos andan un poco flojos de sentido del humor.

A mí, a pesar de la dura crítica del diario neoyorquino, me gustaría que alguien trajera hasta España el documental de Spurlock, aunque fuera para verlo como una comedia. Por cierto, eso me recuerda que el día 2 comienza en Madrid el magnífico festival Documenta Madrid del que ya os iré hablando.