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-No deberías llevar esa ropa. -¿Por qué? Sólo es una blusa y una falda. -Entonces no deberías llevar ese cuerpo. 'Fuego en el cuerpo', de Lawrence Kasdan

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‘Solo quiero caminar’: Ariadna Gil a lo Lara Croft

Me cae bien Agustín Díaz Yanes. Me gusta lo que leo de él: reportajes, entrevistas… Tiene pinta de hombre coherente, tolerante, abierto y eso hace que me caiga mejor y que no pueda evitar mirar su cine con cierta simpatía e incluso benevolencia. Me encantó ‘Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto’ (para mí su mejor película). Me decepcionó ‘Sin noticias de Dios’, y con ‘Alatriste’ he vivido una relación de odio-amor. Cuando la vi en el cine no pude evitar pensar que había hecho un pan como unas hostias por intentar condensar en una sola película toda la serie sobre Alatriste de Pérez Reverte; pero después la he vuelto a ver en DVD y reconozco que le he visto los suficientes valores como para que me acabe gustando.

Ayer entre a ver con mucha ilusión ‘Solo quiero caminar’. De entrada el tema me atraía, me gustaba el reparto y daba por hecho que cuando Díaz Yanes se pone en plan realista destapa su particular tarro de las esencias. Me equivoqué en parte.

¿Qué me gustó de ‘Solo quiero caminar’?

1- La ambientación, muy realista, y la recreación del mundo de la delincuencia en México.

2- Las magníficas interpretaciones de Diego Luna, José María Yazpik y del magnífico plantel de actrices españolas: Ariadna Gil (no soy muy fan de ella, pero aquí se esfuerza al máximo); Elena Anaya (tan guapa y eficaz como siempre), Pilar López de Ayala (¿por qué no trabaja más esta chica?, es realmente buena) y Victoria Abril (¿qué demonios se ha hecho en la cara?).

3- El encontrarme personajes femeninos fuertes, independientes, valientes.

4- La acción está bien desarrollada y hace que la película sea ágil y entretenida.

¿Qué no me gustó de la película?

1- La poca credibilidad de algunos personajes, especialmente el de Ariadna Gil. Lo veo muy forzado, repitiendo los estereotipos que se le presuponen a ciertos personajes masculinos. En algunos momentos me pareció una mezcla de Lara Croft y McGyver.

2- Tampoco me creí o no supe entrar el juego de algunas escenas. Como la escena del aparcamiento con Diego Luna, José María Yazpik y Ariadna Gil (no digo más para no revelar detalles importantes de la trama) o la de Ariadna -Croft vestida con traje de faralá. Me desconcertó la mezcla de realismo (en la ambientación, interpretación) con lo peliculero de ciertas situaciones.

3- Eché de menos diálogos interesantes y más profundidad psicológica de los personajes; precisamente lo que más me enganchó de ‘Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto’. En esta película de Díaz Yanes prima, sobre todo, la acción.

Y para acabar, tampoco me gustó, y sé que es una razón absolutamente ajena a las cualidades cinematográficas del filme, que el cuarteto femenino protagonista ofreciera el aspecto de acabar de salir de un campo de concentración: qué profusión de huesos y ojeras. Qué buena falta les hacía a todas un buen bocadillo de jamón. ¿Por qué unas actrices tan guapas como ellas tienen que lucir un aspecto tan demacrado? ¿Era necesario para la credibilidad del filme?

No lo creo. Se supone que son mujeres de acción, que lo mismo te hacen un butron que te rompen la crisma con un bate de béisbol, pero ¿cómo demonios tienen fuerza para pegar esos martillazos con semejantes bracitos?

¿La has visto ya? ¿Qué te ha parecido?

Cine de terror en un cementerio

¿Quién dijo que todos los festivales de cine son iguales?

En San Miguel de Allende, en el estado mexicano de Guanajuato, saben cómo conseguir que los espectadores se metan en situación. Allí se celebra el Festival Internacional de Cine Expresión en Corto, un certamen que va por su decimoprimera edición; pero que ha conseguido una repercusión espectacular desde que hace tres años empezó a proyectar su ciclo de cine de terror en el cementerio municipal.

Como lo oyen, entre las frías lápidas de mármol, iluminados por la Luna y rodeados por el silencio que dejan los muertos, los espectadores asisten a la exhibición de las mejores clásicos del género. El pasado fin de semana se inició el ciclo con una selección hecha por el uno de los grandes del género, el estadounidense John Carpenter (la selección del año pasado la hizo Guillermo del Toro).

Se pudo ver ‘Suspira’, de Darío Argento, ‘The forbidden zone’, de Richard Elfman, ‘La última casa a la izquierda’, de Wes Craven y ‘Terroríficamente muertos’ (Evil Dead 2), de Sam Raimi.

La iniciativa, cuanta la directora del festival, Sara Hoch, es todo un éxito y el lleno de las sesiones nocturnas está asegurado. Otros países ya se han interesado por la idea y John Carpenter se ha mostrado tan entusiasmado que, aunque este año no pudo ir por motivos de trabajo, ya ha confirmado su asistencia para el año que viene.

No sé a vosotros, pero a mí la idea de ver una peli de terror en el cementerio me echa un poco para atrás. Si ya me cuesta mantenerla compostura y no sugestionarme en un aséptico cine comercial, imaginad en un ambiente que muy bien puede ser el escenario de cualquier buena peli de terror, pero entiendo que haya a quien la ambientación añada un plus de atractivo al filme. ¿Qué os parece a vosotros esta iniciativa? ¿Iríais a ver una película a un cementerio?