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-No deberías llevar esa ropa. -¿Por qué? Sólo es una blusa y una falda. -Entonces no deberías llevar ese cuerpo. 'Fuego en el cuerpo', de Lawrence Kasdan

‘La edad de la ignorancia’, risas incómodas

Este fin de semana aproveché para ver una película que lleva varias semanas en cartel, pero que no quería dejar pasar: ‘La edad de la ignorancia’, del director canadiense Denys Arcand. De Arcand había visto dos de su películas anteriores: ‘El declive del imperio americano’ (1986) y ‘Las invasiones bárbaras’ (2003), precisamente los dos títulos que engloban la trilogía que Arcand cierra ahora sobre la sociedad moderna. Aquellas películas me habían gustado tanto que no quería dejar para el dvdclub esta nueva entrega, a pesar de que la crítica ha sido muy severa con ella (a mi modo de ver, de un modo injusto).

El argumento es simple: un hombre de mediana edad que lleva una vida bastante gris como funcionario de Quebec, recurre a la imaginación para escapar de su monótona existencia. En sus fantasías, Jean-Marc Leblanc (magnífico Marc Labrèche) es un conquistador irresistible para las mujeres, un triunfador que acapara la atención de los medios de comunicación. En la vida real, su mujer (una agente de ventas implacable) apenas le dirige la palabra, sus hijas prefieren darle a la playstation que verle el careto y su madre agoniza enferma y sola en una residencia de ancianos. Para más inri, su trabajo consiste en escuchar a diario los problemas de gente más miserable que él; su jefa está obsesionada con amargarle la existencia y para poderse echar un pitillo en el curro tiene que esconderse y huir como un delincuente en busca y captura. ¿a alguien le suena todo esto?

Así, partiendo de una base tan real como la vida misma, Arcand llega al paroxismo, a la exageración más cruel para criticar, si no la sociedad en la que ya estamos, la sociedad a la que avanzamos con paso firme. Pero lo hace Arcand sin perder el sentido del humor. Así del extremo grotesco al que llega la película en algunas escenas, surge la sonrisa, la carcajada incluso, al mirar la desventurada vida del infeliz Leblanc, un personaje que muy bien podría ser la imagen distorsionada que un espejo deformante nos devolviera de cualquiera de nosotros. Y ahí, acaba la risa, porque el filme de Arcand no deja de ser siniestro en su trasfondo, feroz en su realismo exagerado y paródico.

Lástima que la última media hora del filme sea más irregular que el planteamiento, y que la solución propuesta por el director peque, a mi juicio, de ingenua y algo manida. Además muy bien se le podrían acabar reprochando al personaje de Leblanc los mismos defectos que intenta criticar. Estos desequilibrios (y algunas escenas algo pasadas de rosca, como la del torneo medieval) empañan una película que no está a la altura de sus predecesoras, pero que aun así, merece la pena por su singularidad y por estar muy por encima del nivel medio de la cartelera.

6 comentarios

  1. Dice ser Israel Nava

    Disiento en lo de «Las invasiones bárbaras»: es un bárbaro aburrimiento pedante. Sorry.Saludos.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser S.

    pues si, y comparto contigo que la cartelera esta fatal

    05 mayo 2008 | 11:09

  3. Dice ser Cristina

    Israel Nava – no puedo estar más de acuerdo contigo. Cuando el cine canadiense quiere igualar al francés en pseudo-intelectualidad, lo consigue. Vaya si lo consigue

    05 mayo 2008 | 13:24

  4. Dice ser Dara

    Aparte de que los yankis son unos hipócritas puritanos que ven bien destripar a una mexicana embarazada y se escandalizan por un culito, el considerar que esas chicas en braga y sujetador es pornografía es un insulto a todas nosotras. O sea, que las chicas en ropa interior somos «pornografía» y los chicos de la misma forma y marcando tetilla son «deportistas». Es lo mismo que decía Susana el otro día sobre el considerar a un detector de chicas y chicos online como el de http://www.camdetector.tk como un sitio «pornográfico». Dime, míralo, y cuéntame donde está la «pornografía». ¿En el hecho de que una enseñe las tetas?. ¿Eso es pornografía? Me parece a mí que España lleva exactamente el mismo camino en cuanto a la mentalidad hipócrita puritana. Será por tanto sudaca (dicho sea sin ánimo despectivo) que puebla la península con sus «sentidos del honor» de hace dos siglos.05.05.2008 – 08:08h – Dice ser Putita Sumisa – #25A favor En contra 0 (0 votos)COMENTARIO CENSURADO Y TRASLADADO A LOS BLOGSPOR CIERTO, ARSENIO, EL DE LOS RSS COMPLETOS SE HA SALTADO A LA TORERA VUESTROS «SISTEMAS DE VERIFICACIÓN» TAN SEGUROS… O ¿ACASO CREES QUE HAY UN IMBÉCIL 24 HORAS AL DÍA Y SIN DORMIR DEJANDO ESA PARIDA?lo dijo Dara · 5 Mayo 2008 | 08:16 AM

    05 mayo 2008 | 16:22

  5. Dice ser daniel

    la película también me gustó, me sentí plenamente identificado, a menudo me evado cuando me hablan, es un ejercicio gratificante, un milagro de la naturaleza. Fantástico actor este leblanc, y aunque el resultado es muy personal, me resultó una peli divertida…un poco larga, y muy europea.Me recordó a las verdes praderas de Garci, quizá es un error mío, no sé, pero esa mirada melancólica del actor, esa orfandad…Un saludo.

    05 mayo 2008 | 16:30

  6. Dice ser almuñecar

    La verdad es que también que haya en cartelera películas que nos hagan reflexionar; ésta no la he visto pero tiene buena pinta. Besos

    05 mayo 2008 | 19:41

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