Hoy te comparto un fragmento de Da vida a tus sueños. 12 caminos para crecer y despertar, mi nuevo libro recién publicado, en el que se articulan doce historias de desarrollo personal de personas a quien he acompañado a través del coaching.
“Jorge, a mitad de la cuarentena, llegó a mi práctica de coaching al borde del colapso. En el trabajo en una consultora de recursos humanos de Vigo, su altiva jefa no solamente le ignoraba, sino que intentaba fastidiarlo a las mínimas de cambio. Jorge continuamente veía formas de mejorar las cosas, sin embargo, al hacer propuestas, todo lo que salía de él era rechazado, cuando no ridiculizado.
El gran compromiso de Jorge con su trabajo y el montón de horas dedicadas no parecían contribuir a mejorar la situación. Por si esto fuera poco, en casa las cosas tampoco funcionaban. A cargo de su hijo de trece años y con apoyo mínimo de su ex, los dramas se sucedían uno a otro. El chico apenas le hablaba, y cuando lo hacía era para reprocharle cosas o criticarlo. También se ponía insoportable cada vez que le hacía respetar el tiempo acordado de videojuegos en línea.
Jorge no podía más. Se sentía solo y no sabía hacia dónde tirar. No veía qué podía hacer para cambiar estas dinámicas. Observaba su vida y le era imposible no sentirse víctima de sus circunstancias. Se decía a sí mismo que él no tenía la culpa de tener una jefa borde e incompetente. Ni de que la madre de su hijo no fuera más capaz y que todo fuera de mal en peor. Tampoco estaba en sus manos que su hijo se volviera cada vez más insoportable, pues es «lo que tiene la adolescencia», me decía.
¿Era todo esto verdad? Por una parte sí, pero por otra, radicalmente no. O mejor dicho, había una verdad mayor que Jorge estaba ignorando.
La habilidad de crear ficciones por parte del homo sapiens nos caracteriza como especie. Distinguir comportamientos, sacar conclusiones, crear una trama. Tal vez deberíamos habernos llamado homo «cuentens» por la forma como nos llegan a gustar los cuentos. Mientras que contar historias nos ha civilizado, nos ha permitido destilar valores para funcionar en sociedades cada vez más complejas, a nivel personal las historias pueden convertirse en cárceles despiadadas.
Las historias te aprisionan cuando te las crees, convencido de que eres el protagonista, y el resto, actores secundarios de la misma trama. En este contexto, la pesada condena que te has creado es una vida neurótica y alejada de tu potencial.” – Fragmento de Da vida a tus sueños. 12 caminos para crecer y despertar.
Por el hecho de ser reales, la historia de Jorge y todas las historias del libro tienen el potencial de resonar contigo, con tu humanidad, y de ayudarte a evolucionar como persona. Es mi deseo que las enseñanzas del libro conecten con tu momento vital inspirándote a crecer y a despertar. Y que, parafraseando a Mario Benedetti, te decidas a dar vida a tus sueños aunque te llamen loco.
Te puede interesar:
- Sound of Freedom. Un contenedor de luz para mirar al infierno
- No esperes que te aplaudan o la importancia de olvidarse del resultado
Encuéntrame en Facebook.