Entradas etiquetadas como ‘culpa’

Cuando en el mar virtual te abordan piratas: gestión emocional de un hackeo

Hace cosa de un mes recibí un mensaje de Instagram de una persona a quien acompañé como coach: Verás, no quiero molestarte, pero te quería pedir un favor, leo en la cajita de diálogo en un catalán perfecto. Claro, ¿qué necesitas? ¿Te llamo?, respondo yo. No, no hace falta…Verás me estoy presentando de influencer y quería pedirte que me votaras. Recibirás un enlace en tu móvil y solo tienes que copiarlo y pegarlo, me dice ella. Ah vale, le digo. Recibo el enlace y se lo mando por whatsapp. Ya lo tienes, te lo he mandado por whatsapp, le digo. No, mejor por aquí, me dice.

Sin pararme a pensar que aquello no cuadra, mis dedos corren más que mis pensamientos. Copio el enlace y lo pego en Instagram. Con un pequeño gesto he ayudado a alguien a quien aprecio, me siento bien.

A las horas, recibo un mensaje de Instagram: Has cambiado tu correo de acceso y contraseña. Entonces ato cabos y entro en pánico: ¡Eran hackers! ¡Han suplantado mi identidad a través del phising! ¡No tengo acceso a mi cuenta de Instagram! Presa por el miedo creo otra cuenta de Instagram, diciéndome que al menos podré ver lo qué hacen los piratas con mi cuenta. Pero hago algo mal y entonces Instagram me bloquea. Me dice que la cuenta nueva está suspendida por movimientos sospechosos. Esto es el colmo…¡ahora resulta que la pirata soy yo!

Empiezan a llegar mensajes de whats preguntándome por mis stories de criptomonedas. ¿Magda, eres tú quien pone eso? Empiezo a explicarme… ¡que vergüenza! En paralelo contacto a dos informáticos pidiéndoles ayuda. Al poco me dicen que no se puede hacer nada, más allá de reclamar a Instagram. Lo hago repetidamente, con pruebas de identidad, con facturas de publicidad de mis cursos, y lo que recibo por respuesta es: NADA.

Los piratas intentan hackear las cuentas de mis contactos y a raíz de eso me contactan muchas personas de quien no tengo noticias desde hace tiempo: compañeros del instituto, personas que leen mis artículos, amigos…Algo positivo de todo ello, me digo. Pasan los días y elijo seguir navegando esta patética situación de la siguiente forma:

(Prateek Katyal, UNSPLASH)

SIN DRAMA

Sí me han hackeado la cuenta de Instagram, un altavoz para compartir mis ideas y hacer visible mi profesión. Sin embargo, mi fuente de trabajo es el boca oreja y mi audiencia principal no pasa por este medio. En cualquier caso, no tiene demasiada importancia. No la tiene cuando el planeta se está calentando hasta límites insospechados. Cuando estamos de lleno en la sexta extinción masiva. Cuando con los próximos comicios del país está demasiado en juego. Cuando tú y yo nos vamos morir. De modo que, decido olvidarme y centrarme en terminar este artículo, ir a por el pan, hacer de madre.

SIN CULPA

Ayer hablaba con una persona a quien hackearon su cuenta a través de la mía. A tocar de los setenta años, me decía, vaya es que yo a mi edad, me he dejado engañar, estas cosas ya no son para mi…su voz estaba llena de culpa y remordimiento. Le pedí que por favor que no se culpara por ello. Los piratas se aprovechan de la buena fe. De la confianza que tenemos los unos en los otros. De nuestras ganas de ayudar. Y esto no es algo de lo que avergonzarse, al contrario, nos tendría que enorgullecer pues es lo que nos hace humanos. Por ello decido no culparme por haber caído en la trampa de personas con malas intenciones y sin principios. Si alguien tiene un problema y de graves consecuencias son los hackers.

CON RESPONSABILIDAD Y APRENDIENDO

Según Heidegger, cuando las cosas se rompen o no funcionan como esperábamos, es entonces cuando la realidad se muestra de verdad. Cuando yo decía que tenía una cuenta en Instagram, no era cierto. Era Instagram quien tenía mis datos y cuando personas malintencionadas han querido apropiárselos, pues lo han hecho sin dificultad. Por ello, a partir de ahora, además de andarme con sumo cuidado en el mundo virtual, no voy a abrir ninguna otra cuenta en Instagram.

Recibir la experiencia con el asombro de quien sale de la caverna y por fin ve la luz es el regalo de cualquier crisis, tropiezo o decepción. También ser el blanco de un hackeo en toda regla.

PS: Si quieres echarme un cable, puedes denunciar la cuenta a mi nombre pirateada en Instagram en este enlace. Cuantas más personas la denuncien, más pronto la cerrarán 😉 .

Encuéntrame en Facebook y Twitter.

Te puede interesar:

Tu sombra dorada. Cómo detectar e integrar esa exquisita desconocida

Este es el quinto post de la serie dedicada a la sombra humana. En el primero exploré el problema de creernos que somos lo que queremos ser. En el segundo te di una pauta básica para detectar la sombra psicológica. Y en el tercero te facilité tres pautas para un primer nivel de integración.Y en el cuarto te compartí una pauta para procesar la culpa y la vergüenza subproductos naturales de arrojar luz a tus sombras.

NO SOLO ERES OSCURIDAD

Cuando descubrí el trabajo de la sombra fue como encontrar una pieza perdida de mi puzle interior. ¡Esto explicaba tanto sobre mi! Después de ahondar en mis sombras me alivié de encontrar no solo tinieblas. También de luz, mucha luz. Una luz que negaba poseer.

Tu sombra dorada consiste de aspectos positivos de tu personalidad de los que niegas su existencia. Puede tratarse de tu capacidad analítica, una gran sensibilidad, o cualquier otra capacidad. Pueden ser de aspectos de tu personalidad que ya muestras pero que no admites, y también de aspectos de tu personalidad durmientes, sin manifestar.

Estátuas doradas

(James Resly, UNSPLASH)

¿COMO DETECTAR TU SOMBRA DORADA?

Tu sombra dorada se detecta fijándote en las cualidades de las personas que admiras. Porque como explica Peter Senge1, no conocemos aquello que vemos sino que vemos aquello que conocemos. Por esta razón, es imposible apreciar nada en otra persona si no lo poseemos ya en nosotros mismos.

A nivel práctico, te propongo un sencillo ejercicio. En conversación con una persona cercana o escribiéndolo:

  • ALGUIEN A QUIEN ADMIRES. Toma una persona que admires profundamente. Intenta que sea alguien que conozcas personalmente, pues si se trata de famosos la versión que tengas de ellos puede estar distorsionada.
    • En mi caso voy a tomar cosas que admiro de mi amiga Ana, a quien dicho sea de paso, echo mucho de menos.
  • DESCRIBE LO QUE VALORAS DE ÉL/ELLA. Describe las cualidades que más valoras de ella. ¿Cuáles son? ¿Qué impacto tienen en tu vida? ¿Qué hacen posible para ti y otras personas?
    • Algo que admiro de Ana es su espontaneidad. Su capacidad de afrontar cada situación que le plantea la vida con autenticidad y receptividad. Es un poco despistada, lo que hay que decir que se suma a su frescura ;). También admiro su bondad y entrega a su propósito de forma desinteresada. Ana aporta a mi vida la conciencia de que todos estamos conectados más allá de aquello que aparentemente nos separa. Ana hace posible que siga con mi camino de forma confiada y determinada a pesar de cualquier dificultad.
  • PONLO EN PRIMERA PERSONA. Ahora toma lo que has dicho y ponlo en primera persona. Soy una persona….Mis cualidades son….El impacto que tengo en la vida de otros es….Y hago posible en la vida de otros…
    • Soy una persona espontánea. Cuento con la capacidad de afrontar cada situación que me plantea la vida con autenticidad y receptividad. Soy un poco despistada, lo que hay que decir que se suma a mi frescura ;). También soy bondadosa y me entrego a mi propósito de forma desinteresada. Aporto a los otros la conciencia de que todos estamos conectados más allá de lo que nos separa. Hago posible que los otros sigan con su camino de forma confiada y determinada a pesar de cualquier dificultad.

Ahora recibe esas partes que también son tuyas, por derecho y por deber. Respíralas profundamente. Dales permiso para tomar espacio y expresarse. Deja que su luz se expanda dentro de ti, y a través tuyo, en el mundo.

 

(1) “La Quinta Disciplina: Cómo Impulsar el Aprendizaje en la Organización Inteligente.” Peter Senge.

 

Encuéntrame en Facebook y en Instagram.

No eres tan mala persona. Cómo procesar la vergüenza y la culpa fruto de tu sombra

Este es el cuarto post de la serie dedicada a la sombra humana. En el primero exploré el problema de creernos que somos lo que queremos ser. En el segundo te di una pauta básica para detectar la sombra psicológica. Y en el tercero te facilité tres pautas para un primer nivel de integración.

HOLA VERGÜENZA

Una vez dado el paso de reconocer que también encarnas aquello que detestas en el otro – quejica, chismoso, acaparador, envidioso, orgulloso, malévolo, etcétera -, entrarás en contacto con la vergüenza. La vergüenza1 es una variante de la rabia, pero dirigida hacia ti mismo por haber actuado mal. La vergüenza sin procesar te cierra al mundo – te sientes demasiado malo para participar. En cambio la vergüenza procesada e integrada te hace consciente de que tú, al igual que todos estás roto y eres imperfecto, lo que te acerca a la humanidad.

Mujer tapándose la cara

(Tabitha Turner, UNSPLASH)

HOLA CULPA

Junto con la vergüenza emerge también la culpa. La culpa no entendida como emoción, “sentirte culpable” sino como estado “saberte culpable”. Te sabes culpable por haberte comportado de forma injusta y equivocada con otra persona, guiado por una proyección. Tal vez con muchas personas. Tal vez por mucho tiempo.

PROCESO 1,2,3,1

Si no quieres dejar el proceso a medias, no puedes dejar de procesar tu culpa y vergüenza. Te propongo realizarlo con el enfoque denominado 1,2,3,1. Lo hago tomando el ejemplo del primer artículo:

1) Primera persona: “ (Yo Noemí) Me siento fatal por haberle hablado a mi madre con mal tono y sin respeto, cuando insistía en que no puedo seguir así con mi trabajo”

2) Segunda persona: “Noemí, no tenías mala intención al hablar a tu madre de ese modo aunque tus palabras no fueran acertadas. Puedes aprender de ello y tener paciencia con ella la próxima vez. Además sabes que tiene algo de razón con lo de tu trabajo.”

3) Tercera persona: “Noemí se sintió atacada por su madre cuando esta le dijo que trabajaba demasiado y le habló de malas maneras. Noemí es consciente de su impulso defensivo y la rabia de sus palabras y la próxima vez tendrá más paciencia.”.

1) Primera persona: “Soy una persona íntegra, con luces y con sombras. Cometí un error y he aprendido de él”.

Procesar la culpa y la vergüenza culminan el trabajo de la sombra lo que te permite conocerte mejor y un cambio de rumbo fundamental: empezar a guiarte por la verdadera naturaleza de las cosas y no por tus proyecciones.

 

(1) Según Karla McLaren en The Language of Emotions: What Your Feelings Are Trying to Tell You.

 

Encuéntrame en Facebook y en Instagram.