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Libérate de tus creencias limitantes en cinco fases y expande tu potencial

En este post sigo desgranando las dimensiones clave para hacer realidad los propósitos de nuevo año, iniciado con el Cuadrado mágico de tus propósitos.

Si al hacerte la pregunta de ¿Tus creencias te debilitan o hacen más fuerte? respondiste con lo primero, estás en el lugar adecuado. Hoy te comparto una poderosa metodología1 para fulminar tus creencias limitantes.

El momento de trabajar con tus creencias es cuando aflore el sufrimiento. Sufrimiento de ti contigo mismo, por como te hablas, por como gestionas tus propósitos o el sufrimiento que emerge de estar en relación con otros seres. Si eres de la especie sapiens, no te faltaran oportunidades para ponerlo en práctica. Voy a tomar como ejemplo la creencia de Julia de quien fui coach durante uno de mis programas de seis meses. Julia en pleno cambio de profesión creía que no podía al mismo tiempo desarrollar una nueva profesión y ejercer bien de madre de su hijo de dos años.

En este punto, te invito a tomar una creencia tuya que te genere dolor o bloqueo (Por ejemplo: no tengo tiempo suficiente, me falta fuerza de voluntad, no soy lo bastante inteligente, no cuento con los recursos necesarios, ahora no es momento de hacerlo, soy demasiado viejo, me falta experiencia…) y a transitar el proceso conmigo. Vamos allá:

Fase 1: Detecta la creencia

DETECTA LA RAZÓN

Busca el porqué de tu creencia. ¿Qué información está bajo la misma? No importa que te parezca un poco reiterativo.

Para Julia esto significaba: No me es posible desarrollar una nueva profesión y ser buena madre de mi hijo porque es incompatible.

SIMPLIFICA

En este paso quitamos lo personal, dejando la creencia desnuda como si fuese una verdad inapelable:

No me es posible desarrollar una nueva profesión y ser buena madre de mi hijo porque es incompatible = No es posible desarrollar una nueva profesión y ser buena madre porque es incompatible.

CONTEMPLA

En este momento observa lo que ocurre en ti. En el caso de Julia, al generalizar su creencia y tomar un poco de distancia de su particular situación algo dentro de ella se relajó.

Fase 2: Cuestiona la creencia

PREGÚNTATE: ¿ES VERDAD?

Y responde. Cuando le hice la pregunta a Julia ella respondió:

“Bueno, depende” confesaba Julia con media sonrisa. “Hay mujeres que lo consiguen hacer y otras que no.”

PREGÚNTATE: ¿PUEDES ESTAR TOTALMENTE SEGURO DE QUE ES VERDAD?

Vuelve a responder.

“No, no puedo estar absolutamente segura que no sea posible desarrollar una nueva profesión y ser buena madre sea incompatible. Para nada.” explicaba Julia.

Fase 3: Impacto de la creencia

PREGÚNTATE: ¿CÓMO REACCIONAS? ¿CUÁL ES EL IMPACTO DE LA CREENCIA EN TI?

Cuando Julia se creía este pensamiento, se sentía triste y sin fuerzas para tomar iniciativas en relación a su nueva profesión. Sentía que la maternidad era un peso demasiado grande.

PREGÚNTATE: ¿QUIÉN SERÍAS TÚ SIN ESTA CREENCIA?

Sin este pensamiento, Julia afirmaba que se sentiría más libre y capaz para tomar acción hacia su nueva profesión. También se sentiría más empoderada de cara a plantear y reorganizar la logística familiar con su pareja.

Fase 4: Deconstruye la creencia

DA LA VUELTA AL PENSAMIENTO CON INVERSIONES

Las inversiones son combinaciones de palabras que dan la vuelta al sentido de la misma. Al escribirlas deja que te lleguen los distintos significados sin sobre analizarlos. El resultado es que topamos con algunas frases que son tan o más verdad que la primera. Estas son algunas de las inversiones que afloraron con Julia:

  • Es compatible desarrollar una nueva profesión y ser buena madre
  • Es bueno para mi hijo que desarrolle una nueva profesión
  • Seré mejor madre con mi nueva profesión
  • No es compatible ser buena madre sino desarrollo una nueva profesión
  • Ser buena o mala madre no depende de mi profesión
  • Seré mala madre con nueva profesión o sin ella

Fase 5: Libérate

RECIBE LA NUEVA CONCIENCIA

En este punto no tienes que hacer nada. Simplemente observa y recibe la nueva conciencia, en la que la creencia inicial se ha aflojado mental y físicamente o tal vez evaporado del todo. En el caso de Julia, el pensamiento se transformó en información y la emoción se disipó. Bajo este nuevo prisma Julia encontró la serenidad y claridad necesarias para actuar desde su centro. Y así ocurre cada vez que uso este método en mis sesiones de coaching. Por esta razón… ¡te animo a probarlo! Hazlo descargándote esta plantilla y si quieres me lo cuentas 😉

 

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(1) Adaptado de la metodología The work de Byron Katie