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¿Resistir o vivir? Cómo gestionar la resistencia interna para que se convierta en tu aliada

El conflicto entre Rusia y Ucrania se alarga más allá de lo previsto rozando “el riesgo real de una Tercera Guerra Mundial” en palabras del ministro de exteriores ruso. Ucrania resiste y occidente le secunda. El secretario de defensa de EEUU Lloyd J.Austin III hizo ayer las declaraciones más contundentes sobre el conflicto, afirmando que “el objetivo de EEUU es ver a Rusia debilitada para que no tenga el poder de invadir un estado vecino”. Estas contrastan con las declaraciones a principios de mes del expresidente ucraniano Viktor Yanukóvich pidiendo a Zelenski detener “a toda costa” el derramamiento de sangre en Ucrania interpelando elocuentemente al actual presidente: «Volodimir, quizá sueñes con ser un héroe de verdad, pero el heroísmo no es ostentación, no es luchar hasta el último ucraniano», apuntando así a los costes humanos de resistir.

Hoy día Ucrania tiene ante sí dos opciones: mantener la resistencia o ceder a la derrota, con toda una escala de grises entre las dos, incluyendo condiciones, aliados, pactos, y un largo etcétera matizado por condicionantes geopolíticos más allá de este artículo. Este conflicto sirve para ilustrar de qué forma a otra escala, cada uno de nosotros se enfrenta cada día en una multitud de ocasiones ante la elección de resistir algo o atravesar la resistencia.

En mi práctica de coaching la resistencia es siempre una invitada sigilosa que se sienta invisible entre la persona a quien acompaño y yo misma, intentando sabotear los esfuerzos de transformación inherentes a cualquier programa de desarrollo personal. Por ejemplo:

  • Para Luis, ejecutivo del sector audiovisual, cada vez que se disponía a practicar la comunicación directa y estar en relación en tensión con miembros de su equipo, la resistencia salía de su boca en forma de chistes y bromas para relajar la tensión, debilitando el impacto de sus acciones.
  • Cada vez que Noa se disponía a desarrollar su autoridad interna, conectando con lo que era importante para ella y tomando decisiones al respecto, la resistencia emergía mediante su enraizado hábito de consultarlo todo con su pareja.
  • Juan en plena transición a jubilarse, había tomado cartas en el asunto de trabajar menos, traspasando las riendas del negocio familiar a su hijo. Sin embargo, se resistía a dedicar tiempo y recursos a actividades de ocio en las que conocer a personas y desarrollar actividades de cara a la nueva etapa que estaba a punto de comenzar.
Identificando resistencias en sesión de coaching

(Usando símbolos para identificar resistencias en una sesión de coaching, MAGDA BARCELÓ)

Detrás de la resistencia interior a un cambio positivo está el miedo. Al igual que el miedo de Zelenski a que su país sea destruido, o el de Occidente que más países corran el riesgo de ser invadidos por parte de Rusia, el miedo que alberga la resistencia interna a algo que deseamos para nosotros es el miedo a desaparecer. Pero un momento…¿Desaparecer quién? ¿Uno mismo?…no, el que tiene miedo a desaparecer es el ego: el constructo que tenemos de nosotros mismos. Esa maraña de pensamientos, emociones, reacciones psico-somáticas, tendencias inconscientes y un largo etcétera tiene miedo a ser aniquilado. Por eso, ante cualquier cambio del status quo, por bueno que sea, el ego se atrinchera en la resistencia. Porqué “lo malo conocido” calma al ego. No solamente le calma sino que le da su razón de existir. Si dejamos de tener que luchar contra cierta dificultad entonces… ¿Quién vamos a ser?

ATRAVIESA TU RESISTENCIA EN SEIS PASOS

1- IDENTIFÍCALA

Para afrontar una resistencia, el primer paso es darte cuenta de que te estás resistiendo. Detecta la resistencia, ponle nombre, conviértela en un objeto o un proceso con el que relacionarte. Siente curiosidad por ella: ¿Qué quiere la resistencia? ¿A qué le teme? Al responder a estas preguntas te darás cuenta de que las intenciones de la resistencia son buenas, trata de protegerte de que cualquier daño y también de evitar riesgos innecesarios.

2- AGRADECE A LA RESISTENCIA

Una vez identificada la resistencia y su agenda, dale las gracias. Sí, se trata de un ejercicio simbólico pero poderoso. Le estás dando las gracias a la parte de tu ego que quiere protegerte. Al hacerlo, date cuenta de la naturaleza insustancial del ego y la resistencia.

3- DA UN PEQUEÑO PASO

Después de identificar y agradecer a tu resistencia, es momento de dar un pequeño paso a través de ella. Por ejemplo, si tu resistencia tiene que ver con dejar tomar café para funcionar como persona, prueba una mañana a tomar un té. O si tu resistencia tiene que ver con soltar una relación tóxica puedes empezar por declinar una invitación sin dar explicaciones. Si tu resistencia tiene que ver con cambiar de trabajo, puedes empezar por actualizar tu currículum en Linkedin. Sí, te sientes raro. Sí, te da miedo. Sí, hacerlo significa atravesar el oscuro portal de la resistencia para…encontrarte al otro lado de la misma sano y salvo,  y también probablemente, con algún que otro rasguño.

4- RECONOCE QUE ESTÁS EN UN NUEVO ESPACIO

Después de dar ese primer pequeño paso date cuenta que ¡lo has conseguido! Sí eres capaz y te sientes fenomenal. Ahora ya no hay quien te pare.

5- DA OTRO PASO MAYOR

Y luego otro, y luego otro,…hasta que la resistencia se convierta en un mero recuerdo sin importancia.

6- DEJA QUE TU SENTIDO DE IDENTIDAD SE TRANSFORME Y…¡DISFRUTA DE LA NUEVA LIBERTAD!

Cada vez que actúas a través de tu resistencia estás desarticulando a tu ego y evolucionando. Te conviertes en otra persona o más bien, te identificas con el proceso indescriptible que significa estar vivo.

 

Aunque casi siempre las resistencias internas al cambio quieren protegerte, vivir bajo su dictado significa morir lenta o rápidamente, del mismo modo que un batallón precario se enfrenta a una gran potencia. El batallón precario es tu ego, sus miedos y su apego a lo conocido. Y la gran potencia es la vida con su insistente invitación al cambio, a la transformación y a lo sin precedentes. Aunque te cueste, está en tus manos reconocer tu verdadero lugar en el campo de batalla.

REFLEXIÓN

Hoy te pregunto: ¿Cuál es tu resistencia y cómo puedes convertirla en tu aliada a través de estos seis sencillos pasos?

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La responsabilidad radical es la solución: ponla en práctica con cinco pautas

En cuestión de un mes extravié mi cartera tres veces. La primera, en la capucha de la chaqueta de mi hija después de sacarla del bolso. La segunda, un día por la calle siento que alguien urga en mi mochila y me grita con malas pulgas“¡eh que andas con la mochila abierta,… te van a robar!”. «Vale, vale gracias» le digo y me la devuelve. El tercer día, fue saliendo del súper a última hora cuando se cayó al suelo y no me di cuenta.

LOS SÍNTOMAS

Tuve la suerte que una cajera la encontró y pude recuperarla. Después de esto, pude haberme olvidado del tema y ya. Sin embargo, hubiese sido engañarme a mi misma. Para mi horror, esa misma mañana tras examinar un extracto de cuenta descubrí varios cargos de conceptos raros de los que no tenía constancia…Aunque esta es otra historia, apuntaba en la misma dirección. Mi relación con la materialidad necesitaba ser examinada sino quería «invitar» cosas peores…

Árbol con raíces

(Eilis Garvey, UNSPLASH)

Este post es una continuación de mi post anterior Por qué tienes que soltar la esperanza. La vida nos muestra constantemente las dimensiones de las que rehuimos responsabilidad. Nos lo muestra con todo tipo de cosas que “nos pasan”, mientras miramos a lado y lado como diciendo, ¿de dónde se viene ésto?

CÓMO TOMAR RESPONSABILIDAD RADICAL EN 5 PAUTAS

¿Pero qué significa tomar responsabilidad radical? Pues dejar de mirar al otro lado. No esconder la cabeza bajo el ala. Tomar el toro por los cuernos. Más en concreto:

  1. DESPERTAR A LO QUE OCURRE. Una forma de despertar a lo que ocurre es fijándote en los SÍNTOMAS. Digamos que llevas meses, tal vez años muy cansada. Las analíticas salen bien, pero algo en tu vida no fluye. En este momento no tienes que hacer nada. Simplemente aceptar que hay algo que no cuadra y ojo lo más importante: tú estás contribuyendo a crearlo aunque no sepas cómo. Observa este hecho y sostenlo.
  2. EXAMINAR TUS CREENCIAS sobre el tema. Pongamos que tu pareja te habla con cierto resentimiento de un tiempo para aquí. Tal vez pienses, algo como «bueno las parejas que lleven tantos años juntos ya se sabe». ¡BANG! Ahí está la creencia que sin que te des cuenta te ata de manos para tomar cartas en el asunto. Esta creencia justifica tu inacción y con ella contribuyes a alimentar el problema. Soltar esa creencia te libera para tomar cartas en el asunto.
  3. HACER ALGO SIGNIFICATIVAMENTE DISTINTO de lo que has venido haciendo hasta ahora. Si tu caso tiene que ver con auto-estresarte llenándote de actividades sociales, pues tomar responsabilidad pasa por empezar a jugar con espacios y momentos sin programar. Tal vez pase por practicar el aburrirte. En cualquier caso no hace falta que tengas la solución. Más bien se trata de empezar a cambiar el guión que has venido interpretando hasta el momento y ya.
  4. SOSTENER EL CAMBIO tal vez sea lo más difícil. En cualquier caso es imprescindible. Si estás hasta arriba de tu trabajo vas a tener que dedicar energía a buscar otro. Sostener el cambio significa dedicar tiempo, dinero, recursos y atención a la esfera que deseas transformar.
  5. SIN CULPA. Tomar responsabilidad radical nada tiene que ver con sentirte culpable, todo lo contrario. En cuanto la culpa emerge te estás autojuzgando desde un espacio externo a ti o bien estás juzgando a otros. Mantenerte en la responsabilidad radical no deja espacio al juicio, solo a la aceptación de tu situación lo que te fortalece.

Tomar responsabilidad radical no significa que te vayas a librar del problema. Lo que sí se va a transformar es tu relación con él. Y esto es mucho. Lo es todo. Porque en lugar de ver a tu problema como algo ajeno y externo a ti, pasarás a entenderlo como algo en lo que tu participas íntimamente. Con este tectónico cambio se abrirán ante ti insospechadas posibilidades de evolución.

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