Archivo de abril, 2021

¿Estás atrapado en patrones del pasado? Viajar al futuro puede ser la solución

CUANDO EL PASADO NOS LASTRA

Después de meses de terapia, Pablo entiende de qué forma el miedo al compromiso con otra persona le está complicando la vida. El origen viene de su padre, cuya primera mujer le fue infiel, y quien a su vez lo heredó de su abuelo cuya mujer le abandonó por otro mientras él estaba en el frente. Laura no consigue confiar en ella misma en su rol como directiva, y esto le afecta a su desarrollo profesional. En terapia toma conciencia de que sus padres eran muy críticos con ella y según ellos, nunca hacía nada suficientemente bien. En ambos casos, aunque Pablo y Laura conocen el origen de sus comportamientos, por mucho que lo intenten, no consiguen actuar de forma distinta.

Como Laura y Pablo, hay personas que llegan a mi consulta de coaching después de mucha terapia. Conocen todas sus heridas y han conseguido sanar algunas, pero  a pesar de ello, no consiguen avanzar. Repiten una y otra vez la misma jugada perdedora en el tablero de la vida.

LA PRESENCIA NO ES SUFICIENTE

Uno de los fundamentos de mi práctica de coaching consiste en trabajar la presencia. Llevar a la persona al momento presente, donde todas las dinámicas y patrones se revelan y, poco a poco, van surgiendo alternativas. Sin embargo, en algunos casos, este enfoque no es suficiente. Entonces es necesario pasar a otras prácticas, como la que te comparto hoy: viajar al futuro.

Máquina de escribir

(Markus Winkler, UNSPLASH)

FUTURO AMIGO

Viajar al futuro es una práctica frecuente en atletas de élite y profesionales artísticos. Consiste en la visualización de un escenario futuro deseado con todo tipo de detalles. Casi todo lo que he visualizado en el futuro se ha manifestado. Cuando uso este método con mis clientes, en una mayoría de veces funciona de forma rotunda. Las personas cambian de trabajo, encuentran pareja, trascienden una identidad que les amargaba, cambian de amistades, empiezan a vivir su potencial.

¿QUÉ TE DA EL FUTURO?

El futuro te da el estado emocional de lograr aquello que quieres. Este estado contiene una vibración de tal potencia que cuando logras mantenerla en el presente, atrae a todo tipo de manifestaciones. El futuro también te da claridad. Despeja dudas y divagaciones, entregándote sin complejos a aquello que quieres y eres. Muchas veces el futuro nos devuelve la ilusión. La ilusión de saber que – SIEMPRE – tenemos otra oportunidad. Que podemos salir de nuestro estado de ánimo derrotista, pesimista y anclado en un difícil pasado, para encarnar una vida plena. Porque parafraseando a Rilke en sus célebres Cartas a un joven poeta, has de dar a luz a tus imágenes, ellas son el futuro que quiere nacer. El futuro ha de entrar en ti mucho antes de que acontezca.

 

Te puede interesar:

 

Encuéntrame en  Facebook y en Instagram.

Por qué el día del libro puede cambiar tu vida

Hoy es Sant Jordi y en mi Cataluña natal se celebra el día del libro y de la rosa. En esta celebración se mezclan cultura y amor. Leyenda y fiesta. Espacios colectivos e introspección a través de la lectura.

Adoro ese día desde que tengo uso de razón. Las calles se llenan de paradas de libros y las rosas colorean cada rincón de la ciudad de la mano de estudiantes que las venden para su viaje de fin de curso y por supuesto de floristerías. Mi forma de vivir Sant Jordi ha variado a lo largo de los años. De adolescente lo disfrutaba vendiendo libros con una amiga en la parada de un librero local. Era un método infalible para fichar a toda la ciudad que de una forma u otra iba pasando por la parada en distintos momentos del día. La jornada mudaba de luz y ritmo con el pasar las horas, repletas de momentos memorables: ahora venían los colegios y la plaza se llenaba de niños, al mediodía volvía la calma, a la tarde parecía que regalásemos algo, al caer la noche se armaban torres humanas acompañadas de música, a las que seguía alguna traca…

Libro y rosa

(Edurne Chopeitia, UNSPLASH)

Durante unos años ya, vivo esta fiesta como un momento fuera del tiempo. Ese día salgo a la calle muy atenta a lo que la intuición me dice y a lo que siento con cada libro que tengo en las manos. Invariablemente, el libro o más bien los libros que necesito en ese preciso momento, me encuentran.

El año pasado iba a vivirlo como escritora, con Tu vida épica recién publicado. Sin embargo el covid tenía otros planes para todos los escritores que publicamos entonces.

Este año, después de trabajar me reuniré con unos colegas a leer poemas en voz alta, en algún lugar de la ciudad. Voy a disfrutarlo con mi hija, a quién como no, también le ha picado el bicho que te hace amante de por vida de esos artefactos de papel. Sin olvidar celebrarlo con mi pareja, pues Sant Jordi también es el día de los enamorados.

El día del libro es una idea tan buena, que se ha hecho internacional. Así que aunque no vivas en Cataluña, considéralo una muy digna excusa para celebrarlo regalándote un libro que tal vez cambie tu vida.

Por ello te pregunto: ¿Qué libro te va encontrar este Sant Jordi?

 

Te puede interesar:

 

Puedes seguirme en  Facebook y en Instagram.

Mi hijo es diferente y lo llevo fatal

EL HIJO QUE ME GUSTARÍA VERSUS EL HIJO REAL

En el curso preparatorio a la adopción de mi hija, recuerdo el testimonio la madre de un niño adoptivo que decía, he tenido que soltar mi idea del hijo que yo quería, para poder recibir plenamente al hijo que me ha sido dado. Con la crianza y en conversación con otros padres y madres, he constatado que esta tarea no es exclusiva de padres adoptivos.

Los humanos tenemos ideas preconcebidas de casi todo. Y los hijos no son una excepción. Llamémosle agenda inconsciente, expectativas, suposiciones o asunciones. Cuando éstas chocan con la realidad del ser humano que ha encarnado en el seno de nuestra familia, se origina el sufrimiento.

…¿Y SI EL PROBLEMA ERES TÚ?

En una sesión sobre maternidad y espiritualidad de un retiro budista en el que participé, la madre de una mujer con síndrome de down, compartió que su hija trabajaba, vivía en pareja y hacía de modelo cuando se lo pedían. Mi hija es feliz y no tiene ningún problema, decía, soy yo quién lo tiene. Se daba cuenta de que había llegado el momento de dejar de preocuparse por su hija. Como padres es fácil caer en la trampa de problematizar a nuestros hijos por qué son diferentes. Olvidando que el mayor problema no lo tienen ellos, sino nosotros.

Niño inclinado

(Jordan Whitt, UNSPLASH)

TU SUFRIMIENTO ES REAL

Sea el que sea el grado de diferencia de tu hijo por TDH, altas capacidades, autismo, discapacidades, etcétera, como padres es natural sufrir, preocuparnos. Esta preocupación es sana en la medida en que nos empuja a movilizarnos para acompañar a nuestros hijos y encontrar así recursos y espacios que les ayuden. Sin embargo, como madres y padres debemos aprender a neutralizar al sufrimiento innecesario que emerge de pensamientos del tipo: Mi hijo es diferente. Todos los demás son normales y no tienen problemas. ¿Por qué mi hijo no puede ser como ellos? Cada vez que pienses así, cuestiónalo como la mayor milonga que te has contado. ¿De verdad que crees que los otros niños no son de algún modo diferentes? ¿Crees que alguien en esta vida está cien por cien libre de problemas (de salud, psicológicos, relacionales,…)?

SEGUIR ADELANTE

La experta en autocompasión y madre de un niño con autismo Kristin Neff, explica que hacer las paces con los momentos de sufrimiento de la crianza es el primer paso para superarlos. Neff te invita a no mirar hacia otro lado cuando te amarga algo que le pasa a tu hijo. Puedes buscar el espacio para sentir y aceptar este sufrimiento. Puedes tomar la determinación de ser amable contigo misma. Y ahora llega el momento clave: reconoces que el sufrimiento es el pan de cada día de la humanidad, sorteas el victimismo y te encuentran las fuerzas que necesitas para seguir adelante.

 

Te puede interesar:

Puedes seguirme en  Facebook y en Instagram.

Tengo miedo a vacunarme ¿Cómo lo gestiono?

Me han llamado para vacunarme. Tengo miedo. ¿Cómo afrontarlo?

El miedo, esa emoción básica tan familiar.

El miedo, esa emoción sabia que nos avisa cuando entramos en territorio desconocido.

El miedo, esa emoción estúpida que nos secuestra a un futuro inexistente.

De acuerdo, te da miedo vacunarte. A mi también. Si tienes elección, elige. Si decides vacunarte y la emoción sigue contigo, date cuenta que el miedo no se gestiona: el miedo se enfrenta.

El miedo se confronta. Se le mira a los ojos como a una desafiante bestia salvaje. Te acercas a esa bestia y al observarla de cerca, te das cuenta de que todavía es más aterradora de lo que imaginabas. Su perfil es el de una trombosis que se lleva tu vida. Su cuerpo está plagado de dolencias crónicas que tal vez se activen en ti.

Ojo

(v2osk, UNSPLASH)

Sientes ahora su respiración. Sus latidos acelerados. El animal tiene hambre, mucho, y tú eres su presa. Con la mirada clavada en sus ojos, una tensión extrema te mantiene en pie. La tensión entre el miedo a enfermar del covid y los riesgos de vacunarte. Te gustaría rendirte, pero no lo haces. Sigues adelante, ahora un paso, luego otro. De pronto tú y la bestia ya no sois dos, sino uno.

Estás en la cola del hospital con otras personas. Sientes su ansiedad, hermana de la tuya y esto te calma. Viene a ti la imagen de unas ovejas esperando resignadas en el matadero. Llega tu turno y una enfermera de aire amable y cansado te invita a subirte la manga. Lo haces y en un segundo ya está. Te sobreviene una gratitud inesperada. No hay rastro de la bestia. Hoy, has ganado esta ronda, has ganado al miedo. 

 

Te puede interesar:

 

Encuéntrame en Facebook y en Instagram.

¿Dudas (mucho)? Luego no existes. 3 pautas para superar la duda permanente

En mi práctica de coaching, una situación que acompaño a menudo son momentos de encrucijada existencial. Consiste en plantearse grandes cuestiones y posibles cambios radicales: dónde vivir, en qué profesión enfocarse, tener o no tener hijos…Muchas personas llegan a mi consumidas por sus dudas. Mientras les dan más y más vueltas a ellas, su vida les pasa de largo.

DUDAR NO ES UN PROBLEMA….

Existen dudas y dudas. No es lo mismo dudar sobre qué pan vas a comprar hoy – cada día hay más variedades y más apetitosas, que dudar sobre si quieres compartir el resto de tus días con esta persona, si deseas hacerte el tratamiento de quimioterapia que te recomienda el médico, o si vas a cambiar de trabajo.

Ante varias opciones, la duda sana nos invita a sopesar cada una, valorarlas y decidir.

Pies frente a dos flechas

(Marlon Trottmann, PEXELS)

…HASTA QUE LA DUDA SE INSTALA

Dudar no es un problema en si mismo. En cambio, sí lo es instalarse en el estado mental de la duda. El maestro budista Chögyam Trungpa describía este tipo de duda cuando “no confiamos en ninguna alternativa y no queremos consejo y ni solución de ningún tipo”. Si este es tu caso, te animo a desarmar a tus tendencias dubitativas considerando lo siguiente.

¿QUÉ HACER SI LA DUDA SE APODERÓ DE TI?

1- DESARROLLA UN SENTIDO DE AUTORIDAD PROPIO

A menudo la duda nos consume cuando nos sentimos divididos entre lo que queremos realmente y lo que otros esperan que hagamos. Por ello te pregunto: ¿De donde derivas tu sentido de lo que es correcto o cierto? ¿De tus padres, de la ciencia, de expertos, de lo que los otros piensan? Date cuenta que estas fuentes de verdad u autoridad están fuera de ti. ¿Qué significaría decidir (y vivir) desde tu verdad? Cuando nos comprometemos con lo que nos da sentido, a menudo decepcionamos a otros. Entonces, las personas de tu alrededor no entienden tus razones, porque son las tuyas. Hazte consciente de ello y la decisión a tomar emergerá fulminando cualquier duda.

2- ESCUCHA A TUS MAESTROS

Deseo que en tu vida tengas a alguien a quien consideres más sabio que tú. Alguien que sea fuente de orientación y cuyas palabras y consejos te ayuden en la espesa jungla que a menudo es vivir. Si no es así, búscalo ya. Y si ya lo tienes, escúchale. Toma sus consejos y deja que hagan mella en tu interior. Si a pesar de ello no logras más claridad y la duda persiste, sigue los consejos de tu mentor y actúa.

3-  SUSTITUYE DUDAS POR PREGUNTAS

Hay cuestiones sobre las que dudamos, que simplemente no estamos preparados para responder. Cuando este es el caso, te recomiendo a soltar la duda y quedarte con la pregunta. Las preguntas abren espacios de cielo existencial en los que desplegar nuestras alas, mientras las respuestas se configuran. Parafraseando a Rilke, ama las preguntas ahora. Y tal vez en un futuro no muy lejano, de forma gradual y sin darte cuenta, tu vida será una respuesta a las mismas.

YA QUE ESTÁS AQUÍ, TE PUEDE INTERESAR:

Encuéntrame en Facebook y en Instagram.