CUANDO EL PASADO NOS LASTRA
Después de meses de terapia, Pablo entiende de qué forma el miedo al compromiso con otra persona le está complicando la vida. El origen viene de su padre, cuya primera mujer le fue infiel, y quien a su vez lo heredó de su abuelo cuya mujer le abandonó por otro mientras él estaba en el frente. Laura no consigue confiar en ella misma en su rol como directiva, y esto le afecta a su desarrollo profesional. En terapia toma conciencia de que sus padres eran muy críticos con ella y según ellos, nunca hacía nada suficientemente bien. En ambos casos, aunque Pablo y Laura conocen el origen de sus comportamientos, por mucho que lo intenten, no consiguen actuar de forma distinta.
Como Laura y Pablo, hay personas que llegan a mi consulta de coaching después de mucha terapia. Conocen todas sus heridas y han conseguido sanar algunas, pero a pesar de ello, no consiguen avanzar. Repiten una y otra vez la misma jugada perdedora en el tablero de la vida.
LA PRESENCIA NO ES SUFICIENTE
Uno de los fundamentos de mi práctica de coaching consiste en trabajar la presencia. Llevar a la persona al momento presente, donde todas las dinámicas y patrones se revelan y, poco a poco, van surgiendo alternativas. Sin embargo, en algunos casos, este enfoque no es suficiente. Entonces es necesario pasar a otras prácticas, como la que te comparto hoy: viajar al futuro.
FUTURO AMIGO
Viajar al futuro es una práctica frecuente en atletas de élite y profesionales artísticos. Consiste en la visualización de un escenario futuro deseado con todo tipo de detalles. Casi todo lo que he visualizado en el futuro se ha manifestado. Cuando uso este método con mis clientes, en una mayoría de veces funciona de forma rotunda. Las personas cambian de trabajo, encuentran pareja, trascienden una identidad que les amargaba, cambian de amistades, empiezan a vivir su potencial.
¿QUÉ TE DA EL FUTURO?
El futuro te da el estado emocional de lograr aquello que quieres. Este estado contiene una vibración de tal potencia que cuando logras mantenerla en el presente, atrae a todo tipo de manifestaciones. El futuro también te da claridad. Despeja dudas y divagaciones, entregándote sin complejos a aquello que quieres y eres. Muchas veces el futuro nos devuelve la ilusión. La ilusión de saber que – SIEMPRE – tenemos otra oportunidad. Que podemos salir de nuestro estado de ánimo derrotista, pesimista y anclado en un difícil pasado, para encarnar una vida plena. Porque parafraseando a Rilke en sus célebres Cartas a un joven poeta, has de dar a luz a tus imágenes, ellas son el futuro que quiere nacer. El futuro ha de entrar en ti mucho antes de que acontezca.
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