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¿En qué te gastarías 2,8 billones de dólares?

¿Qué harías si tuvieras en tus manos una cantidad de dinero que multiplica por tres el gasto público anual de Gran Bretaña? Por si no tuvieras claro en qué gastar semejante dineral, ahí van algunas sugerencias hechas por el diario The Guardian:

1: Comprar por 100 veces su valor el conglomerado industrial del magnate del aluminio Oleg Deripaska. 2: Añadir a tu bodega 138 millones de botellas de Petrus Pomerol, cosecha de 1947 (esa añada, apunta el diario con malicia, es la favorita de los ejecutivos financieros); o (3), si gastarte 12.300 libras por botella te parece un dispendio excesivo, hacerte cargo en el bar de una ronda de modestos cafés de con leche. De 773.000 millones de tazas, eso sí.

¿Tiene algo que ver con el diseño periodístico esta ensalada de cifras? Lo tiene si volvemos a la primera de la serie, esos 2,8 billones de dólares, la escribimos con todas las cifras, y componemos con ella un titular de portada a cinco columnas. Así:

Lo hizo ayer martes el citado The Guardian para contar en su primera página, con el título tipográficamente tan llamativo que podéis ver aquí arriba, que el Banco de Inglaterra ha cifrado en esa cantidad el dinero que se ha ido por el sumidero en todo el mundo a cuenta de la crisis financiera.

Volviendo al titular, ¿por qué tantos ceros puestos en fila? ¿Será que las normas ortotipográfícas de la lengua inglesa no contemplan el uso de abreviaturas? El proverbial pragmatismo anglosajón no invita a pensar que sea así, y sí que emplean, adémás, formas abreviadas en un despiece de la misma página, donde traducen, con las equivalencias que abren este post, tan astronómica cifra a cantidades más asimilables a la economía doméstica. La explicación a la ristra de ceros habría que buscarla entonces en otro lado. Puestos a apostar, yo diría que quien ideó ese titular pensaba que, si un cero a la izquierda es el colmo de la irrelevancia, una docena de ellos puestos a la derecha de la coma producen un vértigo imposible de transmitir con un titular gramaticalmente más convencional. Si no te lo parece, prueba a imaginártelos a la derecha de la cifra del capital pendiente de tu préstamo hipotecario.

D. Velasco