Un blog acerca de todo lo que se sujeta sobre las columnas de un diario cualquiera. Por ejemplo, el nuestro

Dicho a mano*

Once de la noche, hora del cierre, en la redacción de The Courier-Journal, un diario de Louisville (Kentucky, EE UU). La edición del día siguiente, ya revisada y corregida, está lista para ser enviada a la rotativa, portada incluida. Pero ésta, la primera página, se retira del envío y se reserva durante sesenta minutos, el tiempo que se le da a Serkan Özkaya, un artista conceptual turco, para que, con ayuda de cinco estudiantes de Bellas Artes, una mesa de luz y papel cebolla, rotule manualmente cada elemento de la página, de la cabecera a la última coma, hasta tener una réplica manual, casi idéntica en apariencia, a la portada original.

Una vez completada, esta portada hecha a mano se digitaliza e inserta en el lugar de la que sirvió de modelo, que se desplaza hasta la página tres de esa misma edición. El resultado, la portada que se encontraron los lectores el día siguiente, el pasado 10 de abril, es ésta de aquí arriba (ampliable, con un clic): los textos más pequeños son suficientemente legibles, en los mayores se reconoce el dibujo de la tipografía original, y en las ilustraciones no se echan en falta detalles importantes de las fotografías a las que sustituyen. Pero, pese a lo esforzado del trabajo, ¿puede considerarse esta réplica manuscrita una obra de arte? ¿Qué tiene esta copia, que formalmente no pasa de ser un esmerado trabajo de manualidades, para que The Courier-Journal le ceda íntegramente su primera plana, el sancta sanctorum de cualquier diario?

Según su director, Arnold Garson, la iniciativa pretende sorprender a sus lectores y mover a la reflexión sobre cómo se relacionan el arte y el universo material de la vida cotidiana. Özkaya, el autor que firma la obra, enlaza con esta misma idea, aunque se detiene en el juego de opuestos entre original y copia, entre la obra única y los objetos que, como un periódico, son replicados de forma masiva mediante procedimientos industriales. «Es una especie de divertimento pensar que una página impresa sirve de modelo para una copia manual que, a su vez, termina siendo impresa», asegura el dibujante turco, que ya había ensayado proyectos similares anteriormente para otras cabeceras.

Uno particularmente elaborado, con el que abundaba en este mismo retruécano visual, es el que hizo a finales de 2006 para The New York Times. En esa ocasion, Özkaya ilustró un reportaje sobre su propia trayectoria con una reproducción, dibujada también manualmente, de la misma página en que se publicaba el reportaje. El conjunto, una ilusión a medio camino del juego de espejos y las matriuskas rusas, produce un efecto bucle desconcertante, además de ganas de coger la lupa. Como le dice al lector el redactor que firma el texto, «esta página que estás leyendo reproduce la versión que hace Özkaya de esta página que estás leyendo, que reproduce esta página que estás leyendo, que reproduce…».

La Vieja Dama Gris, por suerte, se suelta a veces la melena. ¿Creéis que algún día veremos algo así en un periódico español?

* Hablando de copias: lo mejor de este post, el título, está tomado en usufructo. Gracias, Eneko.

D. Velasco

Geo(tipo)grafía

Hace un par de días, cuando lo publicamos en 20 minutos, este gráfico localizaba los países que, por la laxitud y opacidad de sus haciendas, integraban la lista negra de la OCDE de paraísos fiscales. Hoy, después de que esa misma institución les haya retirado tan deshonroso título, el mismo mapa ha quedado reducido a una simple carta geográfica salpicada de diminutas naciones, con nombres tan exóticos como Niue, Anguila, Vanuatu, Aruba, Nauru o Saint Kitts y Nevis.

Honestamente, jamás había oído hablar de ninguno de estos países hasta que leí sus nombres, este mismo lunes, en una información sobre los acuerdos surgidos en la cumbre del G-20. Y, aunque hace ya tiempo que conozco la enorme profundidad de las lagunas de mi cultura geográfica, me sorprendió que todavía quedasen países sobre la faz de la Tierra de cuya existencia no hubiera oído hablar hasta ahora. Algo parecido, supongo, debieron de sentir los lectores de The Guardian hace ya más de treinta años, cuando leyeron en el entonces ‘sábana’ un suplemento especial sobre el décimo aniversario de la independencia de una pequeña ex colonia británica. El país en cuestión, ubicado en el oceáno Índico, junto a a las Seychelles, aparecía en el mapa con el raro nombre de Sans Serriffe. Sus fronteras coincidían con las de un archipiélago formado por dos islas (Upper y Lower Caisse), y tenía su capital en la ciudad de Bodoni, la única del interior de la mayor de las dos islas. Otras ciudades, más próximas a la costa, habían sido bautizadas con los nombres de Port Clarendon, Gillcameo o Garamondo.

¿Os suena algo de todo esto? ¿Nada? Probemos entonces a cambiar, que no traducir, algunos de esos nombres. Digamos que, en lugar de Sans Serriffe, el nombre de este país es Cursiva; que sus dos islas se llaman Interlínea y Párrafo, y que sus ciudades son Cómic Sans (la capital), Arial, Helvética y Times New Roman… ¿A que ahora os suena más?

El país, desde luego, no existe, y esa información que daba The Guardian era sólo una de las bromas que los diarios británicos gastan a sus lectores cada primero de abril, que es el día en que celebran su particular día de los inocentes, conocido allí como Fool’s Day. Esta misma broma, si la hubieran querido gastar hoy, cuando casi todos componemos textos en nuestro PC, difícilmente habría pasado por una noticia verosímil. Pero en el momento de su publicación, en 1977, cuando la composición de textos con las tipografías antes conocidas como ‘de imprenta’ estaba restringida a los ámbitos estrictamente profesionales de los centros editoriales, media Inglaterra debió de desayunarse convencida de haber encontrado un nuevo país entre los muchos que entonces integraban la Commonwealth

Aquí tenéis a Sans Serriffe o –mejor dicho– su representación cartográfica. Un mapa de la isla del tesoro (tipográficamente hablando) descubierto en Quinta Tinta, el blog del jefe de diseño del diario Público.

D. Velasco

La portada del apagón que no llegó a ver la luz

Quienes sigan nuestra periódico impreso ya sabrán que sábados, domingos, además de unos cuantos días festivos, 20 minutos no sale a la calle. Esa peculiaridad de nuestro modelo de negocio, compartida por todos los diarios gratuitos, nos obliga a adelantar a las vísperas ciertas noticias previstas para esos días en que no tenemos edición, y que los periódicos de pago, que sí salen a diario, dan más ajustados en el tiempo. Es el caso, sin ir más lejos, del apagón a escala planetaria que se producirá a las 20.30 h. de mañana, sábado, pero que ya, hoy viernes, llevamos en portada en todas nuestras ediciones.

Podéis verlo (y ampliarlo, haciendo clic encima) en el bloque central de la portada de la derecha: es ese reloj, con la Tierra a modo de marca de agua en la esfera y las agujas en la hora del apagón, sobre un fondo de color negro. La idea del fotomontaje –hecho con precisión y paciencia de relojero por Paco Perea, coautor de este blog– está tomada directamente del titular, «La hora del planeta«, que está tomado a su vez del nombre oficial de la iniciativa. Y, sí, es cierto que no es un dechado de originalidad, pero ilustra suficientemente un tema que, una vez más, tiene muy difícil ilustración.

Y ahora, hablando de ilustración (o, mejor, de la falta de ella), mirad esta otra portada, con el bloque del apagón resuelto con sólo tipografía, un antetítulo que se va fundiendo con el negro de fondo hasta llegar al mismo titular de la otra versión.

A mí, particularmente, me gusta más este modelo, que tenía además el visto bueno de la dirección del diario, y que estuvo puesto en la página hasta prácticamente las ocho de la tarde de ayer. ¿Por qué no llegamos a darla, entonces? Cosas que pasan a veces con la publicidad: a esa misma hora nos percatamos de que el anuncio que iba a pie de página era prácticamente idéntico –un texto fino sobre una masa de color negro– a ese bloque estrictamente tipográfico que le teníamos reservado al apagón, que tuvimos que cambiar a todo correr por el que ha salido publicado finalmente.

¿Cuál de las dos portadas os gusta más? ¿La del fotomontaje o la tipográfica?

Pd. Ésta es la primera portada, creo, en la que no ilustramos el cambio de hora estacional con las inevitables agujas de reloj que avanzan o retroceden, según sea primavera u otoño, de las tres a las dos de la mañana. No sé si alguien las echará de menos. Yo no.

D. Velasco

La mejor fotografía publicada en 2008

Orlando Barría/EFE

La imagen del fotógrafo chileno Orlando Barría ha sido la fotografía preferida por los lectores de 20 minutos. Después de más de once mil votaciones en la lista «Las mejores fotos de 2008» y con más de 3.700 puntos.

La fotografía de un niño en una carretera en República Dominicana durante el paso del huracán Dean en 2007, fue publicada en 20 minutos en septiembre de 2008, con motivo de la presentación de una proyección itinerante de fotografía de fotógrafos de Colombia, Argentina, Cuba, Chile y España.

Orlando Barría nacido en 1968, realizó estudios de Fotografía Periodística en el Instituto Alpes (Santiago-Chile). El fotógrafo chileno ha trabajado en los periódicos chilenos La Epoca, El Metropolitano, El Mercurio y en la revista Rumbo. Actualmente trabaja como foto reportero en la Agencia Española de Noticias (EFE), con base en República Dominicana, desde donde también realiza coberturas de lo acontecido en Haití.

¿Qué te gustaría preguntar a Orlando Barría?

F. Perea

Textos ilustrados, textos ilustrativos, textos sin ilustración

Perdón por el juego de palabras, pero es que el tema de hoy va de eso: de palabras. De texto, mucho, y sólo texto. Pero de su empiece, nada más.

Dice Milan Kundera, en uno de sus muchos ensayos dedicados a la novela, que el arranque de un texto es un contrato que quien escribe le ofrece al lector. Si el escritor checo está en lo cierto, hoy en este ‘post’ damos a firmar uno irrechazable. Y no por este texto introductorio, desde luego, sino gracias al que encabeza con grandes caracteres minúsculos esta página de aquí debajo:

Estas líneas entrecomilladas, las primeras de El túnel de Ernesto Sábato, introducen un reportaje en el que se recuerdan los más célebres arranques de novela, de Clarin a Ian McEwan, pasando por Nabokov o García Márquez, con el que abríamos este pasado viernes la sección de La Revista. El tema es tan interesante como la lista de escritores mencionados, pero tiene un pequeño problema desde el punto de vista del diseño: es muy difícil de ilustrar, especialmente si se pretenden evitar las típicas fotos genéricas o de recurso (alguien leyendo o escribiendo, una pila de libros…) que en 20 minutos intentamos por norma no utilizar.

Paula Arenas, la redactora que firma el texto, proponía para ello buscar los inicios de esos textos en sus páginas de una edición cualquiera, y hacer con ellas un montaje en abanico; de una solución similar era partidario Rubén Ruiz, el responsable de la sección, quien sugería algo parecido a lo que ha salido publicado, pero que jugara con texturas o colores que recordaran al papel ahuesado al que asociamos los libros de narrativa.

La página, finalmente, quedó impresa como se la puede ver aquí, sin otra ilustración ni recurso gráfico que los caracteres que componen la primera frase de la novela de Sábato, el signo tipográfico de omisión de texto (los puntos suspensivos entre corchetes) y unos asteriscos entre los párrafos del cuerpo de texto, en el que las citas van en rojo y engordados con una negrita. Este tipo de recursos, tratar la tipografía como ilustración, tiene partidarios entusiastas y severos detractores. A los primeros, la solución les parecerá una forma elegante de salvar una página en la que poco pueden aportar las imágenes; a los segundos, una aberración o –en el mejor de los casos– una extravagancia que desvía hacia la forma la atención que debería recaer sólo sobre el contenido.

¿A ti qué te parece? ¿Te empacha o distrae un uso tan intensivo de la tipografía? ¿Crees que una imagen vale más que mil palabras, incluso cuando éstas están tomadas, nada menos, de Lolita, La Regenta o Cien años de soledad?

D. Velasco

El diario de Noé

Dicen que los periodistas son gente que le cuenta a la gente lo que le pasa a otra gente. La presencia de gente, efectivamente, es el denominador común de casi todas las fotografías que se pueden encontrar impresas en un diario. Aquéllas en las que no hay personas en el cuadro, de hecho, se suelen caer en el proceso de selección al grito de «en ésta no hay bicho».

Pero siempre, incluso cuando se habla de bichos, se hacen excepciones, y los diarios publicamos a veces fotografías de seres no del todo humanos. Y no. No nos estamos refiriendo al sobrerretratado colectivo de los profesionales de la política sino a otros seres por lo general más fotogénicos, como este conejo valenciano de casi siete kilos de peso que ilustraba el sumario local de las portadas del pasado lunes de Valencia y Alicante. O a la vaca de cartón piedra que se paseó por la portada de Madrid hace tres semanas, y que precedió a esta otra de raza gallega que ocupó el mismo lugar en la edición de Vigo, este mismo miércoles. Pero hay más. Monos, por ejemplo, como el tierno cachorro de tití que retratamos en la portada de Madrid tan sólo un día después; o elefantes, que es el animal que llevaremos en la portada del próximo lunes en una de nuestras ediciones.

Esta acumulación de bestias en una sola semana de edición es, en este caso, fruto de la acumulación más o menos casual de informaciones relacionadas con animales. Pero a veces los diarios los retratamos sin necesidad de que un ejemplar en concreto –de la oveja Dolly a Copito de Nieve– sea protagonista de algo parecido a una noticia. En el 20 minutos de hace unos cuatro años, sin ir más lejos, cuando La Revista (nuestra sección de cultura, ocio, espectáculos, etc…) era algo más larga y flexible, utilizábamos fotonoticias de animales, que las agencias sirven a diario, para cuadrar huecos sobrantes al final de la sección.

Otro ejemplo, muy popular entre la gente de la prensa de cierta edad, es el de El Norte de Castilla, de Valladolid, que a finales de los años setenta daba a diario varias fotografías de gatos, siempre diferentes, intercaladas entre los textos de sus páginas de opinión, como ésta de la derecha. También lo hacían, según dice la versión más difundida de la anécdota, para cuadrar los textos que recibían de los colaboradores sin necesidad de cortarlos o estirarlos innecesariamente. Aunque hay otras versiones, especialmente románticas e interesantes para quien le gusten los animales de los periodistas o los bichos, y que el propio diario cuenta aquí.

D. Velasco

Vota por la mejor fotografía de 2008

A lo largo del pasado año, los lectores de Sexta Columna votasteis las mejores fotos del mes. Vosotros habéis elegido las imágenes ganadoras de cada mes, y ahora tenéis la oportunidad de elegir la mejor fotografía del año 2008, publicada en 20 minutos, 20minutos.es y Calle20.

Después de más de 21.000 votaciones, aquí tenéis el resultado de las fotos ganadoras como mejores fotografías de cada mes en 2008.

Dinos cuál es tú preferida del 2008.

Vota por la mejor foto del 2008.

La fotografía Fuego veloz, del inglés Darren Staples, fue elegida por nuestros lectores, como la mejor foto del mes de enero.

Esta fotografía, de la argelina Zohra Bensemra, nos muestra la cara de la pobreza en la zona de infraviviendas de Kibera (Nairobi). Fue la más votada en la mejor foto del mes de febrero.

Matt York, un conocido fotoreportero, nos deleitó con esta imagen del cañón de Antelope, en la reserva navajo de Page, Arizona (EE UU). Con casi 2.500 puntos fue la más votada en la mejor foto del mes de marzo.

David Gray, último ganador del premio al mejor fotógrafo del año 2008, concedido por la organización australiana Walkley, nos dejó está instantánea del monte Everest. Fue elegida con 3.000 puntos como la mejor foto del mes de abril.

Petr David Josek, fotógrafo checo, consiguió con esta instantánea la primera posición en la lista de la mejor foto del mes de mayo.

Una mujer iraquí se aferra a un camión, momentos antes de comenzar un reparto de alimentos entre los habitantes del barrio bagdadí de Ciudad Sader.

Con esta curiosa fotografía, el madrileño Juan José Guillén consiguió el primer puesto como mejor foto del mes de junio, tomada en la Feria de San Isidro, en la madrileña plaza de las Ventas.

El fotógrafo filipino Aaron Favila consiguió ser el más votado en la mejor foto del mes de julio. En la imagen un niño lleva a su hermana a través de las inundadas calles de un sector de Manila, afectada por la tormenta tropical Kalmaegi.

La fotografía del salto del atleta cubano Alexis Copello, en los Juegos Olímpicos de Pekín, le supuso a Kay Nietfeld obtener la mayor puntuación en la mejor foto del mes de agosto.

Con esta impactante imagen, el fotógrafo chileno Orlando Barría consiguió ser la fotografía más votada en la mejor foto de septiembre. Realizada en una carretera en República Dominicana, durante el paso del huracán Dean.

La que ha sido sin duda la imagen de las últimas elecciones en EE.UU. Consiguió el mayor número de votos como mejor foto del mes de octubre. La fotografía, tomada por el estadounidense Jim Bourg, fue un fiel reflejo de la campaña electoral entre los senadores Barack Obama y John McCain.

Overbooking para la foto más votada en la mejor foto de noviembre. El periodista pakistaní Khalid Tanveer, retrató en esta instantánea el regreso de fieles musulmanes tras una ceremonia religiosa en Multan (Pakistán).

El húngaro Balazs Mohai, con esta fotografía de la aurora boreal sobre la ciudad de Narvik (Noruega), ha conseguido la fotografía más votada en la mejor foto de diciembre.

Dinos cuál es tú preferida.

F.Perea















El valor que tienen las noticias… y el que le damos

Otra de tantas cosas que los castellano hablantes le debemos a la simpar clase política española: desde hace un tiempo, no demasiado, nos hemos habituado a escuchar el verbo ‘valorar’ emparejado con los adverbios ‘positivamente’ o ‘negativamente’ o, de manera más perifrástica, con la construcción «de forma positiva/negativa». Como ni el pleonasmo ni el oxímoron tienen, creemos, relación alguna con el diseño periodístico, vamos a quedarnos con el verbo valorar, que así, a secas, sí tiene bastante que ver con la información, y muy especialmente con la forma en que ésta se presenta dentro de la página de un diario impreso.

Vaya un ejemplo. Imagina por un momento que el pobre desgraciado que falleció a manos de los ‘ñetas’ a los que se refiere la noticia que está a la derecha de este fragmento de página, a dos columnas, dentro de un recuadro, fuera un familiar o amigo tuyo:

Imagínalo de nuevo ahora y vuelve a leer la misma noticia en esta otra página, también en la parte derecha, pero ahora a una sola columna:

Si te hubieras enterado de la reafirmación de la condena leyendo 20 minutos, ¿con cuál de las dos versiones de la noticia crees que te habrías sentido más reconfortado o resarcido por la decisión judicial? ¿Con la que va a dos columnas dentro del recuadro o con la que va fuera, a una sola columna?

De aquella que eligieras, cualquiera que fuese, podríamos decir que es la que te habría parecido que está más valorada. Con ese mismo sentido, el de conceder a las noticias la visibilidad que han de tener en función de la importancia que el periódico les concede, se conjuga el verbo valorar en las secciones del diario que intervienen en la puesta en página de las noticias. Y no sin roces, discusiones o controversias más o menos agrias: que si este tema lo estamos dando chico, que si éste está hinchado, que si tal otro no podemos darlo más pequeño o más grande que el anterior, etc.

Nos ocurrió ayer mismo a Adolfina García, la jefa de la sección de Madrid, y a quien suscribe a cuenta de esta misma página y de este mismo tema de las bandas latinas. Adolfina creía que la noticia estaba mejor valorada en uno de los dos ejemplos de arriba; yo opinaba que lo estaba en el contrario. Le propuse que dirimiéramos el pleito con ayuda de algo parecido a un muestreo, hecho a ser posible entre lectores y no entre periodistas. Aunque la noticia haya salido ya publicada (con la primera disposición, por cierto) en la edición del diario de hoy, querríamos que nos ayudaras a salir de dudas. ¿En cuál de las dos páginas de arriba te parece que está más valorada la noticia de la condena del TSJM a los ‘ñetas’? ¿En cuál crees que a 20 minutos le parece que tiene más importancia?

Dínoslo en los comentarios. Valoraremos tu participación y tu opinión, cómo no, muy positivamente.

D. Velasco

Cambio radical

La fotografía de un envejecido Brad Pitt que publicamos en portada este último viernes, me ha recordado algunos vídeos sobre Extreme Makeover (cambio radical), realizados con el conocido programa de edición fotográfica Photoshop, que he visto recientemente en la conocida web de fotografía Xakatafoto.

Diseñadores gráficos como Jesús León (más conocido en la blogosfera como Dr. Strangelove), o Paulo Arrivabene, nos enseñan en estos vídeos como realizan estos cambios espectaculares.

Disfrútalos.

¿Cuál es tu preferido?

F. Perea






Las mejores fotos de diciembre

Aquí tenéis la selección de las mejores fotos publicadas en 20 minutos, 20minutos.es y Calle20 durante el mes de diciembre. Cada mes, podéis votar por la mejor foto del mes a través de las listas de 20 minutos.

Dinos cuál es tú preferida.

Vota por la mejor foto del mes de diciembre.

Juegos de villanos. Niños jugando con pistolas de juguete en Managua, (Nicaragua).Oswaldo Rivas / Reuters

Aurora boreal sobre la ciudad de Narvik, Noruega, el 11 de diciembre. Balazs Mohai / EFE

La foto del año de Unicef. Imagen de la belga Alice Smeets que ha ganado el premio Unicef Foto del Año y que muestra a una niña en uno de los suburbios de Puerto Príncipe, Haití. Alice Smeets / Unicef / EFE

Rescate en las alturas. Un helicóptero se prepara a rescatar al escalador japonés Hideaki Nara cerca de la cumbre del monte Aoraki en Nueva Zelanda. Nara y su compañero, que murió poco antes del rescate, tuvieron que esperar a 3.754 metros de altura a que los fuertes vientos amainaran y permitieran la llegada de los helicópteros. John Kirk-Anderson / The Christchurch Press / Reuters

Víctimas del sida. Phanice Nyandoya, de dos años, y Antony Ochien, de cuatro, portadores del virus del sida, en una escuela en Nairobi. Antony Njuguna / Reuters

Encendido. Un flamenco oculta su cabeza entre su plumaje en el zoo de Leipzig, Alemania. Jan Woitas / EFE

Caminando sobre las aguas. Un pescador camina sobre la superficie congelada del lago Chagan en Songyuan, China. China Daily / Reuters

Enfrentamientos en Bangkok. Seguidores del ex primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra se enfrentan a los antidisturbios durante una protesta en Bangkok en apoyo al político, depuesto en 2006, y en contra de que el nuevo premier, Abhisit Vejjajiva, comience a gobernar.Kerek Wongsa / Reuters

Malabares revolucionarios. Una artista practica malabares en su casa del barrio Colón de La Habana. El país se prepara para los festejos del 50 aniversario del triunfo de la Revolución, que se cumplen este jueves. Enrique De La Osa / Reuters

Cielo cubierto de nubes en el pico de Brocken cerca de Schierke, Alemania. Jens Wolf / EFE

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