Archivo de julio, 2021

Chuletas ricas, entre la tumba de Franco y El Pardo

No lo puedo negar. Conducir hoy desde la puerta del Palacio de El Pardo, donde impunemente vivió el dictador, hasta la tumba donde finalmente reposan sus restos, en el cementerio de Mingorrubio, me dio un poco de yu-yu.

La tumba del dictador, a pocos metros de mis chuletas de cordero.

¿Inquietante, al cabo de tantos años? La tapia larga con sus garitas vacías, a un lado, y los pinares sin ciervos, al otro. Aflojé la marcha. Me dio por recordar. Mira por dónde.

Confeccionando las páginas del semanario Doblón el día que «se fue el caimán»

Entre el Palacio y el cementerio, paré a compartir chuletas con un buen amigo en la terraza de Flora, con vista a los montes de El Pardo. Al primer bocado, desapareció el yu-yu. «Las penas con pan son menos», decía mi abuela. ¡Qué ricas!

Chuletas de cordero, entre el palacio de El Pardo y la tumba de Franco.

A pesar de los pesares, recomiendo pasear por El Pardo. ¿Perdonar? Casi siempre. ¿Olvidar? Nunca.

El Palacio del tirano.

Hablamos, como no, de «Nacho de noche», el ex ministro (brevísimo) de Suárez, que dijo anteayer, ante Pablo Casado, que Franco no dio un golpe de Estado en 1936. Al morir el «caudillo de España por la gracia de Dios» (lo dicen sus monedas), algunos franquistas del «búnker» se escondieron y otros se convirtieron en demócratas. Tenían sus razones.

Portada del semanario Doblón que yo dirigía cuando murió el tirano. Aprovechamos un sello de 2 pesetas (ampliado).

Los reformistas de UCD tomaron el relevo y ayudaron a los anti franquistas a parir la Constitución. El joven José María Aznar estuvo en contra. De 1978 a 1996 se fortaleció la Democracia. Fracasado el golpe de Estado el 23-F de 1981, el miedo volvió a habitar entre nosotros y hubo alternancia pacífica en el Poder. Lo nunca visto desde la rebelión militar de Franco en 1936. España, en Europa, dio un salto de gigante. Cuando Aznar sustituyó a Felipe González, en 1996, los restos franquistas empezaron a salir de su búnker y a enseñar su patita. Ser envalentonaron. Algunos, pocos, desenterraron el hacha fratricida. Entonces fue cuando, poco a poco, entre una derecha intolerante, a veces ruin, y una izquierda acomplejada y miedica, se empezó a joder la Democracia en España.

Luego vino el 11-M de 2004, la matanza yihadista de Atocha por la guerra de Irak. La derecha moderada no pudo o no supo separarse de las mentiras y el rencor de José María Aznar, «el hombrecillo insufrible» (según Helmut Kohl). Desaparecido Rubalcaba, la izquierda tampoco tuvo suerte con sus líderes.  Y en esas estamos… caminando hacia los extremos, sobre todo por VOX a la extrema derecha del PP y los otros nacionalistas, vascos y catalanes, a su aire. Me gustaría ver hoy juntos a Fernando Abril Martorell y a Alfonso Guerra, parteros de la Constitución, buscando salidas pacificadoras como en 1978. Un sueño imposible.

En 1978, con una buena mezcla de nobleza y miedo, fuimos capaces de llegar acuerdos constituyentes para no volver a las andadas, y de hacer la Transición de la Concordia, cuando las diferencias entre izquierda y derecha eran abismales. ¿Por qué son ahora tan imposibles los acuerdos de Estado entre la derecha y la izquierda si las diferencias son mucho menores que antes?

Regresaré a El Pardo en busca de respuestas… y de ricas chuletas. (Continuará)

El ex ministro Camuñas envejece mal, muy mal

El ex ministro de UCD, Ignacio Camuñas (antes «Nacho de noche»), ha dicho ante Pablo Casado que Franco no dio un golpe de Estado en 1936. ¡Te cagas! Y el pobre líder del PP no ha dicho ni pío. Bueno, sí. Ha sonreído y ha dicho: «¡Qué lujo de ponentes!» ¿De dónde sale es chico? ¿A qué velocidad va la derecha moderada hacia atrás para chocar inevitablemente con VOX?

Rafael Arias Salgado, Pablo Casado e Ignacio Camuñas, en Avila, enalteciendo el franquismo, algo que aún no es delito en España, pero casi.

«Si hay un responsable de la Guerra Civil directamente es el Gobierno de la República. Un golpe de Estado no es lo que ocurrió en 1936. Fue un enfrentamiento brutal entre dos sectores de los españoles y que se saldó con los daños propios de una guerra civil. Creo que es mejor olvidar el pasado y no seguir pretendiendo que la derecha es la culpable del 36, y de la Guerra Civil. Eso es mentira», ha dicho Camuñas en presencia de Pablo Casado.

Con el lenguaje viril que enseñaban a los niños en el Frente de Juventudes y en la OJE, otro ministro de la UCD, también mal envejecido, se lució de lo lindo. En otro momento de la charla, moderada por Pablo Casado, Rafael Arias Salgado ha dicho: «Hoy he leído en el periódico que Rutte [primer ministro de los Países Bajos], el holandés, que es un hijo de puta, pero que va a vigilar estrechamente…». Se refería a la llegada de fondos europeos a España. El insulto a un primer ministro europeo fue coreado por risas del público y sonrisas de Casado que aspira a ser colega suyo si llega a la Moncloa. He visto el video. Si no lo veo, no lo creo.

El Valle de los Caídos, ya sin los restos del dictador que lo mandó construir con prisioneros de guerra.

Hace solo 46 años que murió el tirano, autor del golpe de Estado cruento contra la II República, y tengo la impresión de que el despertar de los franquistas de VOX ha puesto tan de los nervios a los moderados del PP que van desesperadamente hacia atrás. Prefiero pensar que asistimos a un cambio de rumbo pasajero y que el PP volverá a tomar su camino inconcluso hacia el centro del que tanto se alejaron ayer en Avila.

Me consuelo pensando que los efectos de la guerra civil en Estados Unidos (1861-1865) aún no se han superado en los Estados ex esclavistas del Sur. Cada vez que viajo por los estados sureños percibo las heridas de «las dos Américas» con los resentimientos a flor de piel. Ha pasado un siglo y medio de aquel enfrentamiento fratricida y aún vemos los rescoldos de aquella barbarie.

La guerra civl española no acabó en 1939 sino en 1975 con la muerte del dictador. España no ha disfrutado aún ni de medio siglo en paz desde que el dictador murió en noviembre de 1975, dos meses después de mandar fusilar a varios presuntos terroristas tras un juicio sin garantías que algún día deberá ser anulado.

Tareas de exhumación de restos de víctimas de la guerra civil y de la represión franquista.

Afortunadamente, el Consejo de Ministros aprobó hoy mismo el proyecto de ley de la Memoria Democrática. Cuando entre en vigor como Ley, la norma puede servir para ilegalizar a la Fundación Francisco Franco y declarar ilegítimos los juicios del franquismo. Un bálsamo para tantas heridas que aún supuran, al cabo de casi medio siglo de vencedores contra vencidos.  ¿Se imagina alguien una Fundación Adolf Hitler en Alemania?

Animado por sus ponentes de ayer, Pablo Casado se ha apresurado decir que en cuanto llegue al Gobierno derogará esta ley de la Memoria Histórica. ¿Por qué no me sorprende?

 

 

La jauría que mató a Samuel… y a Lorca

El asesinato de Samuel Luiz por una jauría humana recuerda al asesinato de Federico García Lorca por otra jauría humana. El colectivo LGTBI y muchos ciudadanos de bien relacionan ambos crímenes por la condición homosexual de ambas víctimas. Y no les falta razón.

Ambos asesinatos son igualmente execrables. Sin embargo, los valores de la sociedad española han cambiado mucho desde 1936 a 2021. Afortunadamente, no todo sigue igual. La España de hoy es mucho mejor que la de antes.

Cuando los franquistas asesinaron al poeta universal no hubo manifestaciones en contra del crimen en la llamada «España nacional» del general Queipo de Llano, cuyo cadáver sigue incomprensiblemente enterrado junto al altar de una iglesia de Sevilla. Hay protestas para que lo saquen de allí igual que sacaron los restos de Franco de la Basílica del Valle de los Caídos. El asesinato de García Lorca tampoco llenó las calles de manifestantes contra el crimen ni llenó las páginas en los periódicos de la media España sometida por los sublevados contra la República.

Manifestaciones contra el asesinato del joven Samuel Luis

La reacción ciudadana actual en las calles y en los medios de comunicación contra la muerte a palos de Samuel Luiz, un joven de 24 años, muestra los nuevos valores de la sociedad española. No todo sigue igual en España. Debemos felicitarnos por ello y no caer en el pesimismo.

Samuel Luiz, el joven asesinado por una jauría de matones en La Coruña.

Lo mismo ocurre con el racismo contra los inmigrantes que, pese al crecimiento de los bárbaros de VOX, cada día está peor visto por la sociedad española.

Ibra Shakur, el joven senegalés que auxilió a Samuel y lo separó del matón que lo golpeaba y amenazaba «por maricón».

Precisamente, la única persona que acudió a auxiliar a Samuel después de recibir la primera paliza de la «basura blanca» fue un inmigrante negro senegalés, una buena persona.

Lugar del asesinato de Samuel en la Avenida de Buenos Aires de La Coruña. Miles de firmas piden el cambio de nombre por Avenida de Samuel Luiz.

Y no digamos como ha cambiado la sociedad española contra la violencia machista. Al igual que con las palizas callejeras a homosexuales, hace unas décadas, los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas ni siquiera eran noticia. Cuando yo era niño y joven, la violencia de género era bastante común, no sé si más o menos que ahora, porque entonces ni siquiera se registraba en estadísticas. Lo que sí me consta es que los crímenes machistas apenas salían en los periódicos.

Eso fue algo que me sorprendió cuando pude comprobarlo personalmente, en 1987, al pasar del Buenos Día de TVE a dirigir la Agencia EFE Nacional. Por teléfono o por el telex de la agencia recibíamos noticias de toda España semejantes a las que hoy motivan manifestaciones y concentraciones con minutos de silencio en homenaje a las víctimas. Incluíamos estas noticias en el hilo que iba dirigido a todos nuestros abonados (periódicos, emisoras de radio, etc.). Salvo cuando había alguna imagen dramática y llamativa del crimen, muy raras veces se publicaban estas noticias en España. El semanario El Caso, especializado en sucesos, era la excepción. En otros casos, el pequeño titular de «mata a su esposa y se suicida» apenas daba para media columna.

Reacción ciudadana contra el crimen

Caemos fácilmente en la tentación de asegurar que cualquier tiempo pasado fue mejor. No suele ser cierto. Nos parece mejor sencillamente porque éramos más jóvenes, sanos y fuertes y teníamos más vida por delante. En el caso que nos ocupa, aunque los hechos son graves, España claramente y afortunadamente ha mejorado sus valores ciudadanos y morales contra el racismo, el machismo, la homofobia…

La reacción casi unánime en la prensa y en las calles contra el asesinato del joven Samuel por una jauría de «basura blanca» debe darnos cierta esperanza en un futuro más justo, tolerante y libre para España. Pero sin bajar la guardia…

 

 

 

 

Happy 4th of July, a pesar de todo

Con el corazón «partío», muchos estadounidenses celebran hoy su fiesta nacional, el Día de la Independencia de Gran Bretaña, efectiva desde el 4 de julio de 1776.

La Declaración de Independencia de Estados Unidos, del 4 de julio de 1776.

El segundo párrafo de la Declaración de Independencia está alimentando no pocos debates sobre la defensa de los derechos humanos en el mundo. Especialmente esta frase:

«Sostenemos como evidentes estas verdades: que los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad».

Esta frase fue aprobada por esclavistas como Thomas Jefferson, que vendía a su propios hijos mulatos, aunque también por anti esclavistas como Benjamín Franklin.

Hace tres semanas, cuando estuve en Nuevo México para conocer a mi nieta, las tiendas estaban ya repletas de símbolos festivos (banderas, colgantes, platos, vasos, sombreros, camisetas, etc.) todos ellos con los tres colores blanco, rojo y azul de la enseña nacional de Estados Unidos.

Mi nieta Ana Isabel con su madre (de Islas Palao) y su madrina (de Jamaica) en Santa Fe, NM.

En Santa Fe, la capital de Nuevo México, vi pocos negros, pero me crucé con muchos nativos americanos que tenían pocas ganas de celebrar esta fiesta. Ellos la consideran más propia de los blancos del Este que masacraron a los pueblos indígenas en la expansión salvaje hacia el Oeste y Sudoeste. Como nuestro Francisco de Goya, y otros afrancesados reconvertidos en «patriotas», tras la sublevación popular del 2 de mayo de 1808, norteamericanos negros, latinos o asiáticos celebran hoy con muchas dudas el Día de la Independencia de su país. Otros rechazan claramente esta fiesta que, según ellos, no les representa. ¿Independencia para quién? Cada 4 de julio, monumentos en honor de colonizadores y esclavistas son atacados por quienes luchan contra el racismo en los Estados Unidos

Mi familia norteamericana (awestley.com) mantiene la costumbre de celebrar su fiesta nacional a la que yo, naturalmente con el corazón «partío», me sumo desde hace medio siglo. Anoche celebramos la víspera con una verbena hispano norteamericana. Baile-con-Andy1

Bailando sevillanas de Massachusetts con mi hija Andrea.

Y hoy, la fiesta nacional con las sobras de perritos y hamburguesas de ayer.

El postre típico blanco, rojo y azul: strawberry shortcake.

Hoy no podía faltar el «strawbery shortcake», el postre obligatorio (blanco, rojo y azul) del Día de la Independencia. Ni los amigos de Washington (Jorge Diaz Pardo, Rebecca Block, Ben y Nora) que nos visitan cada año y que adoptamos como parte muy querida de nuestra familia.

Con Leo, Ben y Nora.

 

Happy 4th of July, a pesar de todo.

 

 

Gran artículo del New York Times