En principio, estas palabras tienen poco o nada en común, pero Internet las ha unido. Forman parte de la política de contenidos semiprotegidos de Wikipedia, la que hasta el momento era la enciclopedia libre que todo el mundo podía editar.

Acceder a la Wikipedia es como preguntar a un amigo que sabe de todo, aunque hay que tener en cuenta de qué pie cojea ante determinados conceptos. También se equivoca a veces, pero sus ventajas son mucho mayores que sus inconvenientes. Ahora hay determinados temas sobre los que nuestro amigo no puede hablar y, si lo hace, es después de sopesar, preguntar y valorar lo que nos cuenta.

El fundador de la Wikipedia, Jimmy Wales, ha tomado la decisión de ‘bloquear’ determinados contenidos polémicos hasta dar con una definición adecuada. Otros términos sólo podrán ser editados por usuarios con cierta antigüedad en el sistema. Se replantea así la política original de la mejor enciclopedia de Internet, añadiendo restricciones y cortapisas a lo que podría considerarse como su tesoro más valioso: los usuarios que realizan a menudo completísimas definiciones.

Quizás fueran necesarios estos cambios para que la Wiki no se convirtiera en un foro de discusión, pero me parece que Internet es hoy un poco menos libre.