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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

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Corredor, ¿cumples?

¿Eres fiel y cumples con tus compromisos? ¿Eres cada año un poco más viejo y cumples años?

El término «cumplir» tiene cientos de matices. Desde dar la talla en el sexo hasta ir marcando el ritmo de carrera según el esquema programado. Cumplir es ser tan honesto como para presentarse siempre ante una obligación. Cumplimos cuando aceptamos los reglamentos de las carreras – algunos irremediablemente extensos y llenos de detalles.

Pero, sobre todo, cumplimos con ese momento en el que atravesamos el útero materno (o nos sacaron a bisturí) y nos parieron a este mundo. Otro día más en que repasas qué haces, cómo van tus propósitos, miras si eres fiel a tus ideas y, sobre todo, si está aún todo en orden.

La edad y el corredor daría para un serial. Para una enciclopedia. Los caprichos que listamos los runners para «celebrar» que cumplimos años, cómo afrontar el natural envejecimiento de las piernas que crujen y las articulaciones que chirrían, los repasos a las viejas fotografías en las que salimos inevitablemente más jóvenes y en que la moda es siempre espantosa.

Mañana me cae otra rayita, otra muesca en el revólver de la edad. Cuarenta y cuatro mayos.

En un Abril de 1988 buscaba adelantar mi mayoría de edad por unas semanas. Pero el cónclave familiar pensó que no pasaba nada cumplir el reglamento y esperar a tener dieciocho para estrenarme en un maratón. La cuenta que llevo con los maratones repartidos en años vividos ya comenzó con un punto de sensatez.

Algunos me habéis conocido hace tiempo. Otros asumís que este es otro blog dentro de la moda del running en la prensa y que me acabo de apuntar a todo esto. El listado de barbaridades/año hoy presenta noventa carreras de maratón o más kilómetros. Puesto en perspectiva es una idiotez como un piano. Puesto en otro tipo de perspectiva voy cumpliendo sin mirar mucho, ni al paso del tiempo en el calendario ni a las cosas que corro.

Cumplo, veo cómo las caras se renuevan, y cómo contamos nuestros entrenamientos diarios. Cómo corren tanto el anónimo como el famoso. Me imagino sentado en los escalones de un portal en la gran avenida de nuestra vida, y veo pasar gente al trote, con las pulsaciones altas y modelos de calzado deportivo y ropa diferentes.

Un corredor cumple con su ritual de hacer pasar el tiempo entre carreras. Pero un auténtico corredor es el que vive al máximo el tiempo entre carreras. Por que, al final, esto se reduce a poner un pie y luego otro.

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Foto: Darío Rodriguez/DesnivelPress.com

Tus sitios favoritos para correr han sido…

Os preguntamos en twitter y os descolgasteis con una buena tira de recomendaciones. Tanto en España como en el resto del mundo (sí, hay más mundo que esto).

Tira mucho la tierra y también sois gente viajada. Recomendaciones que quedan para los que acudan de vacaciones a San Sebastián, Italia o las Montañas Rocosas. Como había que afinar un poco y el término «Montañas Rocosas», sin ir más lejos, se quedaba algo vago, seleccionamos.

No podemos elaborar un ránking pero estas han sido vuestras sugerencias. Unas de muchas. Pero llevan premio por ese extra de simpatía que desplegáis en 140 caracteres. Gracias por las sugerencias y por el material para este post.

 

 

Microtweetstoria: Maratón

Os regalo una MICROTWEETSTORIA que surgió hablando ayer con mi padre. Salió en forma de tweets encadenados. Espero que ponga en valor los muchos mundos que se enfrentan a un maratón.

Ayer mi padre era público en el ‎R’nR Madrid Maraton‬. Donde ha terminado en más de 15 ediciones.

En el k15 vió al #4 parado. «Daba pena, miraba a la nada. En jarras. Le pregunto ¿Estás bien? no entendía. Era el dorsal 4». Era Samson Bungei (2h08).

«¿Estás bien?», le insistió.
El galgo de Kenia y el jubilado de aquí, intercambiando señas. Ambos ‪#‎runners‬. «Here«, le dice. Roto el gemelo. Mi padre mira cómo puede ser tan fino un gemelo. Con una bola tremenda. Mi padre esperó un rato. Una moto de la Organización le hizo señas. Le recogerían ahora. Se miraron. Probablemente mi padre no sepa que tardará en curar rotura. Tampoco sabe que «el #4» ganó el maratón de Bruselas. Bungei tampoco sabe nada del abuelo que sigue yendo a animar y correr un rato con los maratonianos. ‪Correr no es sólo correr‬, dicen.

Entonces ¿todavía puedo empezar a correr?


Fuente: Tom Jolliffe, en WikiCommons

¿Puedo aún empezar a correr?

Por poder, se puede. Ya hemos hablado de todo ello. No es tarde. En realidad nunca es tarde para aficionarse a algo.

Podría citar casos de septuagenarios que han descubierto el mundo de Internet o de humanos en sus plateados cincuenta cuya pasión sobrevenida por la cocina les vuelve locos. Correr – creo – no es tan extremo.

Reformulando un poco mi anterior frase, moverse un poco no es extremo. Si me apuráis, no tiene sentido ni que nos pongamos apocalípticos sobre cómo estaremos de podridos en cincuenta años.

Vamos a dejar de lado, del mismo modo, los maratones y los riesgos innecesarios como apuntarse a un Ironman en seis meses o a una carrera de montaña en nueve. El objetivo que siempre pongo a mis novatos es que, correr por el placer de hacerlo, es una tarea para la que recuperamos al cuerpo. El organismo lo sabe. No es necesario que rescatemos la capacidad del ADN mitocondrial para trabajar como hacían los habitantes de las sabanas africanas.

Por muy desmedidamente roto que haya sido nuestro esquema de vida.. pongámoslo de la siguiente manera:

Si tienes más de cuarenta, seguramente hayas hecho ejercicio sin saberlo. Era cuando corrías y jugabas a esconderte. O cuando bajabas a ayudar a tu madre con las bolsas de la compra.

Si apenas rondas los treinta, sólo un cataclismo sedentario podría haber hecho que tu organismo esté tan echado a perder como crees. Para un momento a pensarlo; no hace tanto saltabas haciendo el burro en la piscina y hasta ayudaste con un par de mudanzas sin perder la vida.

Si lees este blog y merodeas los veinte años, siéntate a preguntar a los que veas alrededor. Fíjate en esa señora con arrugas en la cara y unos pómulos afilados. O ese operario de la gorra y los pantalones cuatro tallas más grandes. No es muy probable que sean corredores de maratones. Pero ten la certeza que tienen un ritmo de vida activo. No hacen pereza para moverse, por obligación laboral o por vitalidad.

Por lo que, no. No es tarde para empezar.

En el próximo post te cuento qué hay que hacer, una vez que ya has leído todo lo legible. Y te hayan calentado la cabeza con esos imprescindibles. Intentaré repasar todo lo dicho y escrito y dejarte claro cuales son la claves para mí.

¿Mo?

-Todos estos años posponiendo la búsqueda de un dorsal en el maratón de Londres y ahora te entrevisto, precisamente, por tu participación.
-Lo que necesites, cuenta conmigo.
-Resolvamos primero lo de este post, Nimo.

El próximo domingo la premiada televisión pública británica montará un dispositivo digno de los eventos reales de los Windsor. Desde las ocho y media de la mañana, hora local, las veintiséis millas y cuarto por las que serpentea el Maratón de Londres estarán cubiertas por reporteros apostados a pie de carrera, escenarios donde las celebridades y los corredores solidarios paran y dejan unas palabras, y así será hasta las dos de la tarde.

London Marathon 2013 Men's field (6)
Fuente: Paul Wilkinson / Wikicommons

Contarán y asistirán al paso de los corredores que flotan a veinte kilómetros por hora, esa formación de caza, irregular pero compacta de tibiales finos, de talones que suben hasta el glúteo y de dientes blancos rodeados de un rostro oscuro, en ocasiones de un ébano violeta, dependiendo de la intensidad del frío o de la humedad londinense. Los poros de la piel de esas máquinas de galopar se erizarán con la primera hora británica, bajo el roce de unas camisetas de tirantes mínimas. El atletismo de gran fondo, la élite del maratón mundial, que volará por un pasillo donde los patrocinadores dejarán un dinero y un colorido al que no estamos acostumbrados en otras latitudes. Esos amarillos limón tan agrestes a los que son aficionados los sistemas de señalización y anuncio en el Reino Unido, o quizá naranjas potentes con los logos y emblemas de la tercera revolución industrial del correr. Se deslizarán a través de todo ese «run«, «go«, «dream» anunciados. El salario de los directores de campaña de unos cuantos gigantes irá en ello.

La inexpugnable BBC completará otra de las grandes sesiones de periodismo deportivo. Desde ese ático de lujo que es Internet desde hace semanas se anuncia: ‘Mo’s marathon‘. Ellos también medirán el éxito del atletismo británico con el baremo de su estrella mundial. Incrustado en ese grupo de cabeza o liderándolo valientemente. Mohamed Farah plantea la respuesta de la maquinaria británica frente al ‘aislado continente’. París tuvo a Bekele, Londres a Farah.

Y después de que pase la estela de seda, ese viento imperceptible que dejarán tras de sí los cuerpos de cincuenta kilos, se escuchará un silencio que comprime el pecho de los que asisten en primera fila. Es la resaca que deja la adrenalina. Durará unos segundos o unos minutos, dependiendo si se desea vivir en el margen de la carrera en Woolwich o si haces tiempo por los viejos muelles de la burbuja inmobiliaria, veinte kilómetros más adelante. No muchos, pero el silencio opresor persistirá.

La razón de todo esto es que, detrás de ese grupo de cabeza, llegan los anónimos entre los anónimos. Tengo la suerte de poder conversar con uno de ellos, el santiagués Pedro Nimo, y uno descubre que en el gran circo de Londres han olvidado la piedad.

-Pedro, ¿Qué debes llevar metido en la cabeza para correr así de solo?
-Tras un invierno especialmente crudo y duro me siento fuerte a nivel mental y creo poder ser capaz de afrontar solo los 42kms, otra cosa es cuanto afectará esto a mi marca, pero es que ya no se piensa en los europeos en estas grandes pruebas…

Correr solo cuarenta y dos kilómetros. Nadar contra ese silencio por Woolwich Church St no es agradable. Los tiempos modernos han convertido la vieja zona de almacenes de la orilla sur del Támesis en una condenación de doble calzada por la que los corredores que hagan más de 2h10 transitarán solos. A su derecha, las nuevas torres donde tantos promotores han ganado dinero, con el olor pesado del río.

Pero los anónimos entre los anónimos no pueden ni relajar la vista. Porque los corredores de la élite europea, excepción hecha del participante Farah, son unos invitados de piedra en la más cruel de las fiestas deportivas. Tipos duros, profesionales de nivel local. Han de ser conscientes de que su gigantesco talento está un escalón por debajo de la raza dominante, de la tiranía del este africano. Deportistas como Nimo son profesionales que no pueden parar a tuitear su paso por el London Bridge. No son ni espectadores de lujo. Les toca agachar la cabeza y no mirar al vacío delante de uno.

¿Cómo mentalizarse para competir absolutamente solo en un evento que no está organizado para corredores del nivel de uno? Darse cuenta de que ni siquiera se forma parte de la gran fiesta de los casi cincuenta mil corredores populares. Hotel, desplazamiento, nervios, correr al límite en pos de una – quizá – buena posición final con un rendimiento económico.

¿Existe el espacio para la queja? ¿Por qué se ha escogido este camino todavía más duro?

Los especialistas de atletismo de la BBC hablarán de los criminales entrenamientos de los maratonianos de Kenia o Etiopía. Pero no es exclusivo de los brillantes seres humanos que corren en pantalla, ni mucho menos. No se habla de trabajar en un negocio horas después de pegarse en ese chocolate que forma el suelo del cross en invierno, del trabajo cuando baja la niebla o cuando tu mentor deportivo programa series diez series de un kilómetro con un día de perros. Nimo, el chico del Peleteiro que corre con esas dubitativas Skechers, da una y mil vueltas a su entrenamiento para poder ver menos asfalto por delante de sí. Aunque es casi imposible.

Se define como un albañil del correr. Siempre a pie de obra. Calentamientos de hasta doce kilómetros para después continuar con las series, asegura. Atrévete a serlo, reza su patrocinador (Dare2b). ¡Ja!, si ellos supieran. Correrá con el máximo de ilusiones en un maratón de Londres 2014 en el que no aparecerá más que por los tiempos de paso de las alfombras del chip. Por delante, la función continúa, ajena a esta frustración aceptada e interiorizada.

Pelear por ser el mejor de los de detrás. Con el que tan pocas cosas se tienen en común.

En ese detrás llegarán la algarabía y el colorido de las fotos. Gente común, excepcionalmente común, que sacan unos ratos de su tiempo para cumplir con más o menos rigidez con esa rutina, con esa pasión. Los que caminan durante el tramo de la Torre de Londres por el mero hecho de amortizar más los minutos únicos que pasarán por su lado. Algunos no volverán a Londres en mucho tiempo. Les está demasiado lejos, o coleccionan carreras y no les gusta repetir. Quizá haya quien, pasados cuatro meses, esté gravemente lesionado o haya dejado el mundo del maratón.

Quizá el gran valor de los otros campeones en el anonimato del gran evento sea el poder hablar de esa fortaleza ciega.

-¿Si tuvieras que convencer a un padre preocupado por la educación de sus hijos, lo usarías como imagen?
-Es una lección que no se imparte en ningún aula. Aporta una confianza y fuerza increíble para afrontar el más complicado de los maratones, el de la vida.
-¿Valdría para un grupo de empresarios o políticos?
-Les recomendaría probasen a correr maratones a distintos ritmos e intensidades, con el objetivo de que aprendiesen a valorar los distintos niveles de exigencia y lo frustrante que puede llegar a ser, pedir a un ser humano mucho más de lo que realmente puede dar.

Lo dice uno de los que tiene que pelear como los mismos africanos para apenas verles en la zona de salida. Podemos seguir desgranando palabras sobre el maratón de Londres. También podemos quedarnos con los teletipos del Domingo por la tarde y, mientras, seguir charlando con Pedro sobre la existencia humana.

Para ello tendríamos que apartar la vista de esta pantalla.

¿Sabes qué son las no-carreras?

Todo el mundo sabrá que múltiples tamaños de prueba son organizados cada año por un sinfín de entidades. Pruebas de cinco a trescientos kilómetros, por etapas a través de las montañas más demenciales o en un parque de tu barrio. Son las carreras populares, como se denominan desde que los últimos años setenta vieron florecer los clubes pioneros y sus enormes ganas de llenar la calle de aficionados a correr.

Pero me apetece hablar de una categoría de eventos a los que llamo no-carreras. No son entrenamientos per se, es un evento reglado pero que vive de las ventajas de la sociedad de la hipertextualización. Ya sabes: convoco, cuelgo en una URL y lanzo a las redes para que los clics hagan el resto.

En sociología existen los no-lugares. Marc Augé los sacó a la luz en un trabajo sobre lugares que no llegaban a alcanzar esa categoría por su carácter de espacios transitorios. Una habitación de hotel, un supermercado o una autovía. Pues hoy día son cada día más las agrupaciones casi-regladas de corredores (y bikers, senderistas, etc) que cuentan con una convocatoria pública y que, sin embargo, quedan fuera de la definición de carrera. Son transitorias por su moderada probabilidad de que se celebren o no.

¿Es esto siquiera importante?

Que se celebre o no, lo es. Pero todavía más importante para mí, que tenga un carácter amistoso y de hágalo-usted-mismo. Desaliñado pero organizado. Pondremos un ejemplo. El sábado acudo a una convocatoria que Iván Palero, un corredor y mente inquieta traslada a los campos y sendas de Ciudad Real. Un recorrido conocido, un descargo de responsabilidad, gastos de avituallamiento compartidos y una convocatoria aprovechando twitter y facebookNo es un entrenamiento en grupo pero tampoco una carrera. Cuenta con un reglamento que se hace público. Tiene nombre -Trail Batalla de Alarcos. Se tomará o no el tiempo realizado dependiendo de las ganas de cada uno. Unos haremos los 50 kilómetros y otros volverán en coche o ya se verá. Nadie se preocupa porque el no-organizador tiene atado todo imponderable.

El asunto es que alcanza una masa crítica y se convierte en una cita exigida por los participantes de la edición anterior. En ese momento ha calado en las almas y tendrá que torear su transitoriedad – puede celebrarse otro año o no. Y el espíritu se va transmitiendo boca a boca, que es la manera más usual de que estas no-carreras perviven.

¿A que se parece un poco a las reuniones llevadas a la ilegalidad por los reglamentos de seguridad más recientes que se han aprobado en España?

Algo de eso imagino que hay. Frente a la rigidez de un evento organizado y su lógica salvaguarda jurídica, nos arriesgamos a la liberación a cambio de cuidar de nosotros mismos. Correr entre amigos, un paso más allá de la reunión semanal en dirección de un evento especial. Sacrificamos la foto de meta y la bolsa conmemorativa. Los avituallamientos se organizarán de la manera que nos digan. Estaremos a las instrucciones y dejaremos todo tal cual lo encontremos el sábado. O incluso más limpio.

Las no-carreras (no citaré otros ejemplos porque cometería una injusticia gigantesca contras las que olvide) actúan más allá de la simbología ficticia de libertad que nos ofrecen muchas carreras. Si eres un inconformista y, te apuntes a la carrera que te apuntes, terminarás expresando quejas o disconformidad con el formato propuesto, busca y pregunta. En el caso que ya conozcas dónde se celebran, acude y mímalas. O colabora con quien ya ha montado una no-carrera.

Un postrer consejo: si eres identificado y detenido, recuerda. No estuviste. Niégalo todo.

Cuatro fragmentos de la historia del atletismo

Start of Olympic marathon at Wembley Stadium, London, 1948. (7649951998) Fuente: WikiCommons, National Media Museum, UK.

Son cuatro trozos del deporte entre los deportes. Vídeos que hay que ver una vez en la vida, en mi opinión.

VIDEO 1. 3.000M OBS DE JJOO MOSCU, 1980.

Es una de las disciplinas más asesinas del atletismo, enmarcada en uno de los momentos en que este deporte quemaba. Por la política, por los programas de entrenamiento de Estado de las potencias del entorno soviético, por aquellos tipos que parecían embalsamar sus pies en zapatillas de clavos de aluminio. Para los de aquí, ver en una final olímpica a dos chavalotes como Domingo Ramón y Paco Sánchez Vargas peleando con nombres como Bronislaw Malinowski. Era la antesala al desembarco africano. Con fuerzas igualadas y elementos sueltos. Daba igual, algunos blancos corrían lo mismo que algunos negros. Y esto se demostró fatal tiempo después.

VIDEO 2. DUELO AL SOL, BOSTON 1982.

La masa desbordada como recuerdan las imágenes del combate Alí-Foreman o los italianos invadiendo la ruta del Giro de Moser contra Fignon. Eran otros tiempos y en el maratón de Boston de 1982 se produjo un duelo que hoy alcanzaría entidad cinematográfica. Alberto Salazar contra Dick Beardsley construyendo la cima del relato épico. Un calor extremo e inusual los hizo inseparables durante veinte millas para finalizar en esas calles abarrotadas. No fue la carrera más rápida de Salazar ni tuvo la rebeldía de un Prefontaine pegándose en la final de 5.000 de los Juegos del 72. El estadounidense de origen cubano daría más lustre a la esfera del jogging. Pero el Duelo al Sol fue un punto culminante de la primera época dorada del correr.

VIDEO 3. PREFONTAINE Y EL 5.000 DE LOS JUEGOS DEL 72.

Qué tiene Steve Prefontaine para la mitología del deporte es una cuestión que dividirá a los entendidos. La mitomanía desempolva aquel «corro para ver quién tiene agallas y quien puede castigarse a sí mismo» mientras que las estadísticas ordenan el escalafón relegándole a un cuarto puesto en una final olímpica. En cualquier caso, Pre se erigió como un corredor de los de tirar mientras pudiera, para reventar el pelotón. En ese cincomil se ve al chaval del bigote rodeado de avasalladores codos. El primer viaje se lo tira un Javier Álvarez Salgado que venía de brearse en los Europeos de Helsinki del año anterior con Emiel Puttemans, Lasse Viren o Mohammed Gammoudi. Esta colección se había visto las caras los días 31 de Agosto y 3 de Septiembre en las series y la final de 10.000. Viren y Puttemans habían corrido en 27.39 y desmantelado el récord del mundo. Una semana después ellos tres serían puestos a prueba en uno de los kilómetros finales más reñidos del atletismo.

Prefontaine comenzó a cimentar su parte proporcional en la épica del atletismo moderno con aquella estampa poco estética. El cine se encargó de trasladarlo de aquella manera en este otro vídeo. Al cine se le escaparon detalles más escabrosos pero ya se harían muchas más películas de drogas. El caballo tenía una cierta ventaja autodestructiva, un romanticismo que las autotransfusiones sanguíneas no tenían.

VIDEO 4. GRAND FINALE MARATON LONDRES JUEGOS 1948

Londres había vivido en 1908 el drama en forma de la inolvidable llegada de Dorando Pietri al estadio de White City. Décadas después, con el mundo más acostumbrado al sufrimiento del ser humano (dos guerras mundiales vividas en treinta años), se vivió una situación asombrosamente parecida. Después de 42 kilómetros llegan los primeros clasificados de la prueba de maratón. El corolario del atletismo que embarga a los espectadores.

El vídeo, de una factura técnica impecable, muestra el desfallecimiento en la entrada en meta del líder de la carrera, el belga Etienne Gailly. Gailly soporta la primera parte del colapso, que a otros les conduciría a la sala de las luces incandescentes. Pero el hasta ahora líder es teniente paracaidista y viene de participar en la Segunda Guerra Mundial. Su enfrentamiento con la agonía viene de lejos. La ha visto demasiado erca. En esos mismos momentos entra en el estado el argentino Delfo Cabrera, que venía a escasos metros de Gailly. Toma la cuerda para colocarse en cabeza del mayor de los eventos olímpicos mientras el europeo muestra más síntomas de colapso. El galés Tom Richards, un estajanovista de estilo discutible, un representante del atletismo de la clase obrera galesa, le birla la plata mientras el walón termina con su bronce en una camilla, absolutamente vencido por el esfuerzo y el calor de la prueba. Correr un maratón olímpico a las 15h30 de un 7 de Agosto del hemisferio norte no ha sido, desde entonces, una buena idea.

Os dejo con esos cuatro vídeos. Copa de vino en mano y la boca abierta.

Estimados Jefes de marketing del running

A quien corresponda y nos lea.

Queridos Jefes de marketing de las marcas deportivas que pugnan…

Vale. Demos un sencillo paso atrás. Queridos jefes de marketing.

Antes había una cosa que se trataba de salir a correr. Pasado el tiempo de las pruebas, de la entrada en la lógica de la tecnología, vinieron los momentos en que, aquellos productos que habéis heredado en vuestras compañías con el tiempo, se encontró una oportunidad de mercado.

Lo probamos, gracias a que nos brindasteis materiales, acudisteis a ferias de carreras, vendisteis y despachasteis todo lo necesario para que nos gustara. Y que además hablásemos bien de ello. Se os agradece el gesto, sabiendo que es parte de vuestra inversión, no que fuerais esencialmente así de majos.

influenc

Pero algo ha ido mal. Hemos llegado a la sobresaturación, ineludible desde el lado del consumidor y el practicante. Los cien conceptos intermedios entre correr despacio y deprisa, correr de modo recreativo por tu zona o entrenar con empeño en tus pistas de atletismo, bosque o monte. Lo que se reduciría a una matriz de dos filas por dos columnas está recrudecido, enmarañado, solapado. Si tomamos los extremos urbano frente a montañés, o recreativo frente a competitivo, e intentamos acercarnos al lío conceptual, nos volveremos locos intentando comprender qué significan todas las ramificaciones y matices.

A pesar de todo ello podríamos entenderlo. Hemos logrado entender el funcionamiento de máquinas más complejas. Pero vuestros departamentos han guiado a los corredores hacia una sectarización. Los conceptos han convertido a los deportistas en fieles al free, al barefoot, a las zonas técnicas, a las columnas RETT o a los bastones telescópicos.

En una cosa que era salir a correr habéis logrado que haya favs, detractores, que se hayan generado posturas enconadas a favor y en contra no de una zapatilla o un chubasquero, sino de conceptos. Leedlo dos veces antes de la pausa del café o de la próxima reunión.

Bandos enfrentados por conceptos.

He tuiteado que «no pararéis». Debí hacer explícita mi sospecha. No pararéis hasta que reventéis el hecho deportivo de salir a hacer ejercicio. Incluso tendréis proyectos en cartera encaminados a inundar tiendas e internet de productos hasta que se canse incluso el segmento más fiel, ese corredor duro y constante, que ya cotiza mensualmente en compras.

Amortiguadores contra minimalistas.
Montañeros duros contra trailers urbanos y polivalentes.
Krupickas contra Chaigneaus.

Igual que caímos presos de religiones, ideologías, estas divisiones han venido creadas por la adscripción a una línea de ropa o de calzado deportivo. De esa adscripción por conveniencia, porque aquellas zapatillas eran cómodas y correr era convertido por ellas en un ejercicio de placer, se ha escalado al hecho de «ser» algo.

¿Qué pasa? ¿Si no digo que soy trailrunner no valdrá que corra por el monte? ¿Debo machacar al que corre descalzo o ensalzarle? No se trata de que tenga que callarme y tragar porque participe de este circo en el que surgen como champiñones los blogs de correr en medios generalistas, los análisis de zapatillas o de reportajes de carreras afamadas. Es saber si alguien tiene pensado introducir un poco de seriedad. ¿Tendremos, en cambio, que esperar a contar las víctimas empresariales y los triunfadores de la mercadotecnia?

Lo más raro de todo esto es que aún me extrañe un comportamiento así en el pelotón de los corredores.

Suyo afectísimo.

Un corredor.

—-

pd. Si alguien desconoce alguna de las etiquetas posmodernas de este post, más vale que vaya preguntando y espabile.

 

Calafell corre contra las enfermedades

Hola camarada,
Te iba a pedir un favor.

Las cosas, cuando se piden con elegancia y franqueza, son como son.

Paso sin más dilación a difundir esta nota de un conocido con cosas interesantes que contar.

Se está organizando con mucho esfuerzo y mucho trabajo una carrera en Calafell para el 11 de mayo a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer. Es un memorial a una joven persona que murió el año pasado victima de esta enfermedad. La prima de mi camarada ha querido homenajearla y lograr así una ayuda para otros que puedan estar en su misma situación.

Si estás interesado, puedes ir  a la web  de las inscripciones: www.athleticevents.net

noname

Arranca la primavera maratoniana: el ránking

Se puede decir sin rubor que estamos entrando en el periodo de más actividad maratoniana del año. Sin duda en el hemisferio norte lo es. Con particular fuerza y pasión en Europa y Asia, y con la cita de Abril de Boston para completar los fantásticos sesenta días de la primavera.

Si yo fuera director de marketing de algún sarao del correr, ya estaría tardando en acuñar algo tipo «the crazy sixty of the 42«. Desde el maratón de Tokio (23 Febrero) hasta Boston (21 Abril), está ese racimo de pruebas que se retransmiten para todo el globo excepto para los países anclados en el siglo diecinueve, esas carreras que paran el pulso de la ciudad y no sólo de sus conductores.

A saber, Tokio y Lake Biwa (JAP), Barcelona, Boston (EEUU), Londres (Reino Unido), París (FRA), Hamburgo (D) y Rotterdam (NL). Detrás, existe una eterna segunda fila de aspirantes con Sevilla, Roma, Zurich, Dubai, Viena o Seúl, con lo que el panorama afronta tintes de locura colectiva. Todos queriendo meterle un bocado a la distancia de los cuarenta y dos kilómetros y ciento noventa y cinco metros.

Algunos de estos eventos ya han tenido lugar y han supuesto que se viaje, se haga turismo, se coma pasta en las ‘parties’ organizadas, se agonice con una botella de suero, se ría a carcajadas tras conseguir ese ansiado triunfo (llegar a meta). Es el mundo-maratón.

Las cosas terminaron así en el ránking del maratoneo en 2013. Las 20 pruebas con más llegados a meta fueron:

LLEGADOS MARATON – – – – – – – — – – – – – – – – – – – – FECHA – CIUDAD/PAIS
50062 ING New York City 03 Nov New York NY USA
39122 Bank of America Chicago 13 Oct Chicago IL USA
38690 Paris 07 Apr Paris FRA
36544 BMW Berlin 29 Sep Berlin GER
35308 Tokyo 24 Feb Tokyo JPN
34170 Virgin London 21 Apr London ENG
27674 Osaka 27 Oct Osaka JPN
23513 Marine Corps 27 Oct Washington DC USA
22054 Honolulu 08 Dec Honolulu HI USA
20679 Disney World 13 Jan Orlando FL USA
19534 Asics LA 17 Mar Santa Monica CA USA
19118 Naha 01 Dec Naha JPN
17816 Kobe 17 Nov Kobe JPN
17537 Boston 15 Apr Boston MA USA
15679 Asics Stockholm 01 Jun Stockholm SWE
15526 Syonan International 03 Nov Oiso JPN
14783 Ciudad de Barcelona 17 Mar Barcelona ESP
14204 Ibusuki Nanohana 13 Jan Ibusuki JPN
14111 Kyoto 10 Mar Kyoto JPN
13328 Itabashi City 24 Mar Itabashi JPN

En 2014 Barcelona ha calcado sus ‘finishers’, en tanto que Tokio ha perdido un millar de corredores en meta respecto de 2013 (aunque tiene un 96% de llegados a meta).

Los Angeles (el ASICS LA de la semana pasada) rompe esta tendencia y ha presentado 21.000 llegados, subiendo dos mil unidades-sudor a sus estadísticas.

En breve, Abril. ¿Has escogido ya tu particular maratón para esta primavera?