Runstorming Runstorming

Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

Joder con The loneliness of the distance runner

¿Mística o confusión?, ¿necesidad derivada de ese correr solo y sentir las palpitaciones de cada uno o consecuencia de que no sabemos ir acompañando a alguien?. La soledad del corredor de fondo (que hoy surge gracias a un comentario del blogger Meretricio) parece una de esas maravillosas y exclusivas pertenencias que se subroga el corredor. No el corredor tal cual, ojo. Aquí el purista excluirá al trotador de parques de fin de semana, o al gordito que mueve sus chichas algún dia por las playas, o a la muchacha que suda en el gym o al velocista o al mediofondista, si me apuras. Hablará del corredor de fondo. Toma ya borrachera ególatra.

‘The loneliness of the distance runner’ fue una película de los años 60, grabada sobre las desaveniencias con el sistema de un joven recluido en una institución británica, y que halla en correr por las carreteras y bosques la libertad. A ver como le dices tu a un corredor que se siente libre de las ataduras laborales, de la familia, de la rigidez del mundo de las prisas, y que además se le pasan más rápido cuanto más lejos se va corriendo, cuanto más aprieta en esa cuesta rodeado de bucólicas encinas o mientras se sume en sus pensamientos idílicos, que su bien preciado es precisamente la peor señal de inadaptación, causa de un sistema que le oprime pero que le ha enseñado una violenta herramienta de escape.

La autobiografía de Allan Stillitoe (1962) viene como al pelo para entender lo que pienso de esa mítica soledad del corredor. Vamos a ver si nos sabemos explicar: el hombre es, según Aristóteles, un animal social, un animal político. Apurando, el ser humano es una mierda si se le deja solo. Depresión, desorientación, un humano sin referencias espaciales ya vale poco como demuestran los estudios de psicología ambiental. Pero si además no tiene contacto con otros humanos, se retrotrae a las funciones más básicas. Pierde la ventaja que le dan sus habilidades sociales sobre otros bichos. Ni habla con nadie, ni razona con nadie, ni escucha ni tiene que entender o desarrollar mecanismos causales. O sea, como una puta comadreja. Y si me apuras, las comadrejas también se comunican entre ellas.

El corredor, cuanto mas tiempo pasa solo, más se pierde el encanto de disfrutar en libertad de una conversación, que hoy día es el bien más preciado. Precisamente, sustituir esa recompensa por la falsa sensación de otras recompensas como ‘ah, que libertad, yo solo con mis entrenamientos por este senderito onírico’ es una consecuencia aberrante de lo que nos ha convertido el ritmo de vida de la sociedad occidental. Habeis perdido la batalla.

Ah, lo de ‘la violenta via de escape’. No se da cuenta el corredor de fondo que intenta mezclar agua con aceite. Quiere mezclar la sensación de libertad de ser él mismo, ser puro, corredor salvador del planeta, con esa guerra permanente que le atrapa, la lucha contra el cronómetro, el ‘me tocan dosmiles’, la esclavitud que sin saberlo le impone su bien preciado, el ser corredor de fondo.

6 comentarios

  1. Dice ser Macario

    Buenoooo… A ver si pasas ya el domingo :-)Pues a mí un ratico a solas con mi propia mismidad, a veces (no siempre), me viene al pelo.Ácrata!

    21 noviembre 2006 | 09:30

  2. Dice ser Talín

    Sigo insistiendo que para la soledad del corredor viene al pelo lo de las “Visualizaciones Positivas” (el celuloide a pasar por la mente, os lo dejo a vuestra merced).

    21 noviembre 2006 | 12:58

  3. Dice ser Spanjaard

    Talín, ¿eso no será la necesidad de la mente de tener algo con que entretenerse? Es a lo que voy… nuestra cabeza bulle por hablar y contar.

    21 noviembre 2006 | 13:43

  4. Dice ser Santi Palillo

    A este paso no vas a dejar títere con cabeza 😉 a mí la soledad del corredor de fondo me gusta a ratos, prefiero ir en grupo y a ser posible de charleta.¡Que te vaya muy bien en Donosti!

    22 noviembre 2006 | 15:36

  5. Dice ser Meretricio

    ———————————– Pero si además no tiene contacto con otros humanos, se retrotrae a las funciones más básicas. Pierde la ventaja que le dan sus habilidades sociales sobre otros bichos. Ni habla con nadie, ni razona con nadie, ni escucha ni tiene que entender o desarrollar mecanismos causales———————————–¿Me describes? Por cierto, ¿correr para qué? Es un coñazo y tiene un raudal de efectos secundarios: incrementos del Vo2máx de ergo la PAM; eficiencia FC; hipertrofia de las fibras lentas oxidativas; desarrollo de las cavidades y las paredes cardiacas luego incremento del tamaño del corazón y capacidad de bombeo; aumento del nº de capilares; curva de disociación de la hemoglobina inclinada a la izquierda; eficacia del ciclo cardiaco y de las enzimas participantes en la beta-oxidación de las grasas; profusión mitocondrial; &cétera, &cétera. Esta claro que no vale la pena. 😉

    22 noviembre 2006 | 21:19

  6. Dice ser Pensamiento

    Hace poco que corro, quizás un año, quizás menos… bueno, cuando digo que corro hace menos de un año, lo digo porque en este tiempo he experimentado sensaciones que antes cuando corría no tenía o simplemente veía a los demás correr y pensaba «que locos» o «como puede hacer eso»… creo que ahora lo entiendo… llevo 10 días lesionado, y tengo mucho mono (aun me queda por delante 20 días si todo va bien). No soy un gran corredor, no hago buenas marcas, pero últimamente mi rutina era correr unos 5 días a la semana entre 40 y 80 minutos, tanto solo como en grupo… (a mis 25 tacos) casualmente hoy terminé de ver por fin la película y me encantó, no entendía algunas cosas pero tu post hace un análisis «distinto» con una perspectiva interesante, que enriquece las idesa que yo había extraído, así que gracias por el post. Yo empecé corriendo 5 min y en principio he llegado hasta aquí… no creo que pueda pasar más allá, esas son mis sensaciones, y para ser un hobby sobra material… Espero poder seguir corriendo como antes de mi lesión, un saludo.

    18 septiembre 2007 | 01:53

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