¿Os acordáis de la polémica que se armó cuando Pelayo y su chico presentaron en sociedad a su perrito Vidu? Pues esta va a en camino de convertirse en una nueva ‘pelayada’.
Desde que Andy y Pelayo ampliaron la familia su ‘perrito de marca’ no deja de aparecer en sus stories, tanto que, a mí (que me encantan los animales) me chirría un poco a veces. Nunca he estado muy a favor de tratar a un perro como si fuese un hijo. Sí, como uno más de la familia pero ¿como un hijo?
Y digo esto porque, aún a sabiendas de que me van a criticar por esto, a mí lo de engarzar en oro uno de los dientes de leche de tu perro me sueno más a lo que hacían las madres de los años ochenta con nuestros dientes cuando desaparecían de debajo de la almohada.
Contra su voluntad, o no, Alexia Rivas, la reportera de Socialité, es una de las grandes protagonistas del confinamiento. Después de su aparición estelar en una videollamada en directo de su novio Alfonso Merlos, Alexia ha participado en el programa en el que trabajaba (antes de que le diesen la baja y supuestamente denunciase a la productora) hablando de su romance con Merlos pero ahora quiere callar. El problema, es que Alexia calla a su manera y podrían existir muchas formas de hablar sin necesidad de articular palabra.
Yo a Alexia le veo el plumero desde el día uno. Es más, me atrevería a decir que se lo veo desde que la veía en Socialité. Nunca me produjo demasiada simpatía, aunque seguro que es una fantástica periodista muy válida en su trabajo. Eso no lo dudo. Yo solo juzgo lo que me transmite en sus apariciones públicas aunque su vida privada no me interesa nada.
Confinada en casa del tertuliano político, Alexia ha aprovechado para dar un paseo alrededor de la casa con su perro Iro, a quien se llevó con ella al trasladarse a la casa de Merlos y quien parece ser se ha convertido en su mejor apoyo. Hasta aquí todo bien: una foto con un perrete (que esto siempre da likes), un texto que podría tener intención de lavado de imagen y ¿algo más?
Sí, claro. Hay mucho más. Lo del texto que podría tener intención de lavado de imagen lo digo porque es lo que me parece: en mi opinión la única finalidad de estas palabras podrían ser seguir dulcificando su maltrecha imagen para contribuir al giro de tortilla más chapucero de los últimos tiempos. Si para muchos, Marta López es la víctima, ahora algunos hasta se atreven en posicionarla como la villana.
La cosa es que en esta foto hay más y es que… fijaros en un par de detalles:
¿LE ESPÍA EL GOBIERNO?: ¿Es necesario poner en tu texto lo siguiente «ES UN POCO MUUUUCHO cotilla. De hecho creemos que lleva micrófonos incorporados en su collar para después revelar secretos de Estado«. Obviamente no, y que lo ponga no creo que sea casualidad.
INFLUMIERDER: Esta es mi parte favorita. A simple vista una imagen normal pero… ¿Por qué etiquetas a una marca de gafas de sol y a una de pantalones? Alexia por Dios, no se puede ser más cutre que tú. Dime, por favor, que no has cometido el error número uno de los ‘influmierders’ (entiéndase como tal personas que quieren convertirse en influencers para vivir del cuento). Pues ¿qué queréis que os diga? Todo apunta a que sí. Alexia Rivas, la periolista, podría haber etiquetado a estas marcas internacionales para dar a entender que hace colaboraciones y que los grandes ven en ella un maniquí perfecto para lucir sus productos. Mujer, si al menos el día que te paseaste detrás de Merlos hubieses llevado unas alas enormes en plan ángel de Victoria’s Secret… Para mí tienes credibilidad cero como influencer querida. Pero esto es solo mi apreciación personal, claro.
¿Qué será la próximo de Alexia Rivas? A mí no me la da. Pero, insisto, esto es solo mi opinión personal. Creo sinceramente que Alexia podría estar encantada de haberse conocido y deseando que todo el mundo hable de ella. Podría ser perfectamente la típica persona que siempre ha soñado con estar en el foco mediático le cueste lo que le cueste y hará lo posible por mantenerse ‘en el candelabro’. Insisto ¿qué será lo próximo?
Ojalá ella y Avilés concursando juntos en el próximo reality de popularuchos acabados.
La cuestión es que a mucha gente, estas palabras nos saben a poco y sin ir más lejos, la escritora Lucía Etxeberría le ha respondidopunto por punto, argumentándole por qué no puede estar más en desacuerdo con él y su manera de querer lavar su imagen.
¿Qué ha pasado después? Pues que Pelayo se ha enfadado y, en caliente, le ha dedicado un inoportuno directo en Instagram lleno de soberbia, arrogancia y cero arrepentimiento. Las críticas le han vuelto a llover.
Y no es para menos porque acusar a una reputada escritora de polémica cuando de ti lo que más conocemos últimamente son tus polémicas es cuanto menos hipócrita. Algunos creadores de contenido, que no influencers, como Victoria Martín (@livingpostureo) lo tienen claro.
Y el reencuentro y la reconciliación no han sido viables porque cuando el ego no te permite ver más allá y no te deja dar tu brazo a torcer reconociendo tus errores, el arrepentimiento y la reconciliación son imposibles.
Pelayo: Lucía necesitas vender libros porque no vendes. Susanna griso ha terminado con: …el pobre pelayo WTF pic.twitter.com/SAu2WidahS
Pelayo Díaz la ha vuelto a liar en las redes sociales después de publicar una foto con el último regalo que le ha hecho una marca. En esta ocasión el regalo ha sido un ser vivo, un perro de raza que ha llegado a la casa del influencer a través de una conocida empresa de mensajería. Como es normal los comentarios no han parado de llegar.
Antes de escribir este post, y antes de calentarme en exceso con el tema, he hablado con Melisa Tuya, mi compañera, amiga, jefa y además una animalista de las que dan ejemplo con cada una de sus acciones. «Tal vez lo haya hecho con buena intención y su perro vaya a estar muy bien cuidado pero un animal nunca debe ser un regalo ni debe de tratarse como un objeto de moda» me ha dicho Melisa, y es que es verdad.
Quizás el gran error de Pelayo haya sido el de compartir en las redes la imagen de su perro, que por cierto ya tiene Instagram, como si se tratase de una colaboración más de las que hace con las marcas. La marca es en este caso una tienda de animales que vende perros pequeños como si fuesen artículos de lujo.
Hace años, yo también cometí un error, probablemente el mejor de mi vida, pero lo hice. Hace años compré un cachorro de yorkshire en una tienda de animales después de haberme enamorado al verlo en un escaparate. En su momento, me pareció perfecto. Hoy soy consciente de que lo hice mal.
En España, el tema de la protección animal está bastante verde. Existen lugares donde maltratan a los perros para que den más y más crías, donde viven en condiciones lamentables y son muchos, los que como yo hice en su día, hacen que prime la raza del ser vivo por encima del animal en sí.
Estoy convencida de que Pelayo y su chico no tienen mal fondo, estoy segura de que Vidu, que así se llama su perrete, será el mejor cuidado del mundo, pero también estoy convencida de que Pelayo Díaz y Andy han aprendido la lección y se van a sensibilizar más con los animales en el futuro. Es terrible leer comotratan al que será su compañero de vida durante los próximos años comosi fuese una mercancía que llega por correo para promocionar una tienda de animales.
Dicho esto, añadiré, que aunque estoy de acuerdo en eso de que Pelayo ha hecho las cosas mal, los insultos no están nunca justficados. Espero que Pelayo haya aprendido algo de todo esto.
Con la cantidad de animales que en nuestro país necesitan un hogar, ojalá hubiese dado ejemplo adoptando.