Sara Carbonero sigue con su excedencia, mirando la vida pasar, que diría Fangoria (adoro esa canción), desde la bella Oporto, ciudad que descubre cada día. Me cuentan que ella e Iker se comportan como unos ciudadanos más: les piden muchos autógrafos, por supuesto, pero no se dan importancia a sí mismos ni se separan del mundo.

Sara en la playa de Oporto con su hijito. Foto: Instagram @ikercasillasoficial

Ellos se mezclan con todos, van de bares, hacen amigos nuevos, viven la vida sin miedo. Y Sara en sus horas de soledad va a la playa con Martín, pasea con su hijo por el Parque de Ciudade, conversa con unos y con otros, lee el periódico, encuentra rincones nunca vistos, restaurantes, y el mar, ese mar que ve desayunado cada mañana cuando se despierta, porque conviene recordar que Iker y ella, pese a que ahora acumulan medio millón de euros menos, tienen la suerte de vivir en una casa con vistas espectaculares al mar.

Y ahora que tiene más tiempo que antes nos ha regalado un post kilométrico con todos sus flechazos de otoño, una barbaridad de flechazos, yo no he visto cosa igual. Son tantos los flechazos de la periodista que yo tendría con ellos para el año entero, así os lo digo. Y es que una es muy austera. Claro que eso va a cambiar, ya veréis. A lo que iba: los flechazos de Sara.

© Puig

Comentaré los que más me han llamado la atención, empezando por el primer perfume de su amiga Paula Echevarría. Qué queréis que os diga, lo acepto y lo respeto, pero no seré yo quien compre ese perfume. Y ojo, que no tengo nada en contra de Paula Echevarría, pero es que me parece un exceso, oiga. Que una cosa es ser actriz y celebrity y otra lanzar un perfume, digo yo. Pero bueno, mi opinión importa poco y aquí lo dejamos claro: a Sara le encanta, o eso dice: “Enhorabuena Paula por este primer perfume. Fresco y discreto, aunque duradero y con mucha personalidad. Con ingredientes como rosas, jazmín, pera y almizcle. Un olor que deja huella ¡me encanta!”, escribe, justo después de recomendar una Mister Intense Black Máscara Top Coat y antes de hacer lo propio con un “baño de leche y miel de Egipto inspirado en… ¡los baños de leche de Cleopatra! (lo que yo os diga: la imaginación de los creadores del universo cosmético no tiene límites)

Más me ha gustado su recomendación literaria (la de los flecos y ponchos, relojes, cuadernos extracaros y flechazos por el estilo la paso por alto): Audrey en casa, el libro Lucca Dotti, hijo de aquella actriz mítica y soñada, “una biografía única que combina anécdotas, extractos de su correspondencia personal, dibujos y recetas de sus platos preferidos escritas de su puño”. Me lo pido.

Y cuando vaya a Oporto, que será bien pronto (he decidido que el primer viaje que haga cuando me enamore será a esa ciudad preciosa, pues ya quedó aquí expreso que es uno de los lugares más románticos del mundo), conoceré yo también a Nuno y a Teresa, propietarios del flechazo que más me ha gustado de todos.

Foto: Facebook La Mercearia do Miguel,

“Se trata de uno de esos lugares en los que nada más entrar sientes que estás como en casa. Por su luz, por la gente que lo lleva y en este caso además por su deliciosa comida”, escribe Sara, y habla de la La Mercearia do Miguel, un lugar color pastel, como salido de un cuento, en el que los perros son bienvenidos (dato a tener muy en cuenta) y en el que se puede tomar un vino o un té contemplando el Duero. Me lo apunto para mi viaje con mi amorcito al que todavía no conozco. Gracias Sara.

Y sigue compartiendo con nosotras tus muchísimos flechazos.

Besos a tod@s

Rosy

P.S. Por cierto, queridos lectores: este blog estará sin publicar, por cuestiones estrictamente rosy-personales, en los próximos dos días. Regreso pronto, tranquilidad: estaré aquí el próximo lunes. ¡Gracias!