Son guapos, exitosos, están buenos y siempre que pueden hacen gala de su ‘mononeuronalidad’. Lo de que hacen el ridículo, puede que no sea ninguna novedad, pero nunca había escuchado a Oriana hablar así hasta ahora.

Iván González y Oriana Marzoli llevan unas semanas fuera de La Casa Fuerte, el reality en el que se consolidó su ‘amor’ y a través del canal en MTMAD de ella, no paran de narrar sus andanzas para el deleite de sus seguidores. En el último episodio de Algo Pasa Con Oriana, la Marzoli ha soltado perlas como: «A mí me encanta salir maquillada cual pibón. Hay que parecer un putón bendito pero sin serlo» o ha exclamado «¡Menudos Pibones!» mientras veía sus fotos en exclusiva para la revista Lecturas. ¿Se puede ser más básica? Sí, su chico, refiriéndose a sí mismo, ha respondido a la Marzoli diciéndole «¿Quién es ese pibón que sale en la revista?». 

Como un par de reventados después de que las fotos en bañador de Lydia Lozano les hayan robado el protagonismo principal en la publicación, tampoco dudan en meterse con Lydia y comparar su aspecto con el de ellos. Ya os gustaría tener su clase y su tipazo a su edad.

Pero, vamos al turrón, lo que más me ha llamado la atención de todo este despropósito de vídeo es el momento ‘vergüenza ajena’ que ocurre al final del mismo… ¡hablan de caca!

Al final del vídeo Iván confiesa que su chica ya le ha dicho «te amo« y entre confesión y confesión, explica a cámara lo bien que trata a la Marzoli con declaraciones como «Te trato como a una princesita. Cuando cagas tengo que ir al balcón y me porto bien. Espero unos 10 minutitos» a lo que Oriana responde «Mentira, no quieres esperar», para después reprenderle por hablar de esas cosas. Según cuenta en el vídeo, ella, a lo de ir a hacer caca, le llama «voy al baño a hacer el número 2». En fin… La pareja continúa su conversación hablando de cómo Iván ya no se corta delante de la mini Barbie y confiesan que él ya se tira algún pedo que otro delante de ella… ¡Los reyes del glamour!

Por si esto fuese poco, también han jugado a bañarse desnudos en el bañera esperando buscar el momento en el que el agua y la espuma dejasen ver algunos de sus encantos más ocultos. Todo por el click fácil y las visualizaciones, aunque luego pidan disculpas a sus seguidores por haber rellenado el vídeo con estos contenidos vacíos en lugar de haber narrado sus vacaciones. «No he grabado tanto porque quería disfrutar» dice Oriana.