El pasado 19 de octubre se celebró el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama. Una patología por la que miles de mujeres de todo el mundo pasan y luchan.

En ocasiones el miedo nos impide acudir al médico, a la cita de la mamografía… el miedo paraliza, pero también es verdad que con el paso de los años, gracias a la investigación, a los ejemplos públicos, y a la concienciación social, poco a poco todas vamos ganándole la batalla al cáncer de mama.

«Os voy a contar una cosa que no he contado nunca». El viernes de la semana pasada, Ana Rosa Quintana sorprendió a todos los espectadores de su programa en Telecinco contando que ella había sido operada de un tumor de mama hace 10 años.

«No lo conté porque tenía niños de seis años y no quería que se asustaran. También porque mi madre vivía y me prometí que no lo diría mientras ella estuviera» dijo la periodista ante la atónita mirada de sus compañeros.

Su mensaje, ha servido para concienciar a la población, y es que sin hacer ningún circo, ha compartido su experiencia, ha hablado de cómo fue su terapia y se ha sincerado de una manera tan brutal como lo ha hecho Terelu Campos, otro gran referente para muchas mujeres españolas.

Y aquí es donde viene el meollo de la cuestión. Terelu se ha expuesto una y otra vez. Ha concedido exclusivas y ha comercializado con su enfermedad convirtiéndola en una abanderada de la causa a golpe de talonario. Siendo las dos grandes presentadoras, compañeras de cadena, y habiendo pasado por lo mismo, creo que, aunque haya sido de manera totalmente involuntaria, Ana Rosa Quintana le ha dado un tremendo zasca a la hija de la Campos. Uno más que añadir a la lista. Porque es cierto que aun siendo las dos líderes de opinión, cada una de lo suyo, las formas, en ocasiones marcan la diferencia. Por cierto, esta misma semana Sara Carbonero también ha contado que ha sido intervenida de un tumor que resultó benigno.

¿Cuál es vuestra opinión al respecto? Os leo atenta.