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Corazón, corazón; corazón pinturero.

Pablo Alborán revoluciona las redes sociales con una foto de su paquete

Lo de los famosos en Instagram es, en ocasiones, un escándalo. No se qué haría yo si tuviese tantos seguidores como ellos, ¿pensáis que yo también acabaría enferma por los likes? Puede ser.

En un mundo en el que las redes son muy importantes para o bien trabajar (como es el caso de artistas y de personas expuestas a un público) o para distraerte del mundo real y perder un poco la noción del tiempo con el reality de tus amigos, parece, por momentos, que se nos ha podido ir un poco la olla exponiendo demasiado nuestras intimidades o pensamientos más privados.

Algo así creo que podría ser lo que le ocurre a Pablo Alborán. Su música me fascina, es sin ninguna duda uno de los mejores artistas que hay en nuestro país, y tiene una sensibilidad especial a la hora de escribir y componer sus creaciones musicales, pero también es cierto que luego… a la hora de la verdad, ni me vuelvo loca por ir a uno de sus conciertos en directo, ni soy la típica que se muere por sus huesos. Me gusta, pero no me enamora.

En mí opinión, siendo yo una jovenzuela con un Instagram privado, un Facebook medio agónico y un twitter que solo lo uso para compartir de vez en cuando mis posta en este, nuestro blog, Pablo Alborán podría estar demasiado obsesionado con las redes sociales y la repercusión de sus publicaciones en ellas. Algo así como lo que le ocurre, u ocurría, a Cepeda.

Ayer, como cuento en el titular, Pablo Alborán revolucionó las redes sociales al publicar una foto en la que su paquete destacaba casi tanto como su brazaco. Y es que lo de su brazo en Instagram…

 

Ayer, en lo que entiendo que fue un impulso, Pablo Alborán subió esta foto a Instagram. Una imagen en la que su brazo llama poderosamente la atención, pero no tanto como el bulto de su paquete. ¿verdad?

(haz click en la foto para verla en todo su esplendor)

 

Abrumado por las reacciones de la instantánea, y probablemente aconsejado por su equipo, Pablo eliminó la foto de la polémica y volvió a subir la imagen recortando aquello que tanto llamó la atención a sus seguidores.

¿Era para tanto? ¿Era necesaria una foto así para desear un feliz día y de paso promocionar un móvil? A mí, que tampoco es que yo sea tonta, me gusta ver estas fotos de Alborán en sus redes, pero también es cierto que creo que juega con un arma de doble filo a favor de los likes y en detrimento de su credibilidad como artista. Haya sido, o no, intencionada la polémica de su paquete, Pablo Alborán ha conseguido una vez más aquello que parece que se propone incansablemente, que muchos le digan lo guapo que es y lo bueno que está.

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