Paz Vega ha vuelto a nuestras vidas y a nuestro país inmersa en una gran deuda con Hacienda que asciende a casi 700.000 euros, la sevillana, su marido Orson Salazar y sus tres hijos llevan seis meses viviendo en España y esta noche la veremos sentada con Bertín Osborne en su programa de entrevistas, contando su versión de la historia y de por qué ha decido poner punto y final a su sueño americano después de una década.
En todo este tiempo la hemos visto asistir a más estrenos y red carpets que en papeles de películas y puede que ese intentar ‘vivir por encima de sus posibilidades’ sea el que le pasa factura, como a tantos famosos, y le oblige a enfrentarse ahora al embargo de dos de sus tres viviendas. Una en Sevilla que es también propiedad de su madre y de su hermana, y otra, de 140 metros, en Madrid, en el céntrico barrio de Justicia, ‘su casita de soltera’. Si la actriz no afronta el pago de lo que debe al fisco antes del 23 de mayo tendrá que pedir una próloga lo que conlleva un recargo. Sus grandes eperanzas pasarían por vender su casoplón de La Moraleja, de dos plantas de 200 metros cada una y un extenso jardín, que figura como su sede social patrimonial, pero que no está a su nombre y por tanto permanece libre de embargo.
La actriz y su familia viven actualmente de alquiler y ella parece dispuesta a rehacer aquí su vida profesional. Pronto la veremos en la nueva serie de Telecino ‘perdóname señor’ haciendo de monja. Imagino que tras darse de bruces con la realidad, no puede jactarse de no haberlo intentado al otro lado del charco, abraza esta oportunidad con ilusión y esperanza. Esperemos que siga manteniendo su sonrisa y sus buenas formas, frente a los medios. No todo el mundo es Penélope Cruz y no todas las que lo intentan pueden conseguirlo, ¿suerte? ¿Talento?
Sin embargo la amplia sonrisa que despliega Paz Vega, le falta a Pé muchas veces cuando está en España, donde reside con Bardem y sus dos hijos, y yo me pregunto por qué. El matrimonio sabe que el star media no es el mismo aquí que en EE.UU donde los actores, casi por contrato, contemplan como una cláusula más en su promoción ser todo simpatía con los medios.
La actriz y su marido prefieren hacer entrevistas para prensa, pero a veces también hacen promociones y las hacen por dinero. Ayer Pé presentaba la línea de bolsos que diseña a medias con su hermana Mónica y de antemano prohibió que le preguntasen por su marido y por ese embargo de 150.000 euros que también tiene que pagar a Hacienda. Ella prefirió hablar de su rodaje para la tercera película de la saga de ‘Escobar’ que ambos protagonizan y yo entiendo, claro, que siempre es más agradable hablar de lo bueno. La de Alcobendas salió al paso cuando le preguntaron diciendo que Bardem había resuelto todo el asunto con un cómunicado en que acusan de ‘faltas leves’. Pero una vez más, como tantas otras, la actitud de la actriz distó mucho de la que pasea entre los flashes de grandes eventos y estrenos internacionales.
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