¿Por qué visten tan mal las estrellas musicales cuando van de gala? Al igual que el mundo del cine tiende a disfrazarse de príncipes y princesas, en los grandes eventos musicales, las estrellas tienden a ir hechos un cuadro goyesco. Es el caso de los Billboard Music Awards. Estas son las estampas que nos hemos encontrado en esta edición.
En el número uno tenemos a Amber Rose. Tus éxitos musicales deben ir acompañados de decencia a la hora de presentarse públicamente en cualquier sitio. Si quieres imitar a Lady Gaga tienes que hacerlo como ella, a lo grande. Lo tuyo es disfrazarse y lo de Lady Gaga es arte, cariño. Por este estilismo y esas gafas de sol, yo te hubiera prohibido la entrada.
En el número dos tenemos a Nicki Minaj. La alocada muchacha se ha propuesto ser estilosa y no dar la nota pero… aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Eligió este estilismo que en principio podría haber sido bueno si le cupiesen las lolas en él. ¡Se le sale medio pecho por abajo! Así no consigue estar fina ni Elena Anaya.
El tercer puesto de mi lista es para las coloristas propuestas de Carrie Underwood y Miranda Lambert. ¿Pero dónde pensabais que estabais yendo? Son dos estilismos de boda venida a más de pueblo de la costa. Una que opta por ir sencilla pero de rosa chicle y la otra que además del amarillo pollo se tira a por la lentejuela y la cola. ¡Un espanto!
Unas se pasan y otras no llegan. Es el caso de Sarah Hyland. El traje de chaqueta me parece mono, pero más para tomar un relaxing cup of café con leche con Ana Botella, que para una gala de premios de este tipo. ¡Te has equivocado muy mucho nena!
Para no dejar un mal sabor de boca, pese a que había muy poquitos estilismos que salvar, yo lo haría con el de Shakira. Más aún posando al lado de su hombre, Gerard Piqué. La cantante eligió un vestido azul de pedrería que le hacía un tipazo. No es que sea el vestido de su vida, pero iba acorde con las circunstancias y estaba favorecida. Esa cara de felicidad que tiene perenne ayuda mucho a que le dé el aprobado. Y de él mejor no os digo nada porque me tiembla hasta la voz. ¿Cómo se puede ser tan macho? ¡Bravo, bravo y bravo!
