La hija de la duquesa de Alba nos ha vuelto a demostrar que ella pasa de los convencionalismos. El 22 de noviembre todo el mundo se preguntaba dónde estaba la duquesa de Montoro, mientras algunos de sus hermanos asistían a una ceremonia organizada por la Cofradía de los Gitanos, en la que se conmemoraba el tercer aniversario de la muerte de su madre con una misa y una escultura. El colaborador del ‘Programa de Ana Rosa’, Alessandro Lequio leía en directo un mensaje de Eugenia en el que ella misma confesaba que «toda esa parafernalia le parecía una horterada».
Eugenia no tiene miedo al qué dirán, y si en vida acompañó a su madre en múltiples ocasiones y compartió con ella su devoción religiosa, ahora que ya no está, tiene toda la libertad del mundo para recordarla cómo le apetezca. Así, que en vez de quedarse conmemorando una fecha triste, Eugenia puso tierra de por medio y de la mano de su novio desde hace algo más de un año, Narcis Rebollo, se fue a los Ángeles, para hacerse una boda a lo Alaska y Mario. Seguro que si la duquesa siguiese entre nosotros habría aplaudido esta celebración, porque si algo ha heredado de su madre, la única hija de Cayetana, es su sentido del humor y el espíritu libre que siempre ha defendido y caracterizado a la duquesa de Alba.
Eugenia ha tardado unos días en publicar el reverso de la foto, que ya nos daba a entender que sí había habido boda, en la que ella y su chico, el presidente de Universal Music Spain, se han vestido de Elvis y de Marilyn para darse el sí quiero, al ritmo de ‘Viva Las Vegas’. Y si su objetivo era divertirse, a juzgar por la instantánea de los recién casados, ha sido todo un éxito.
La duquesa de Montoro siempre se ha tomado con humor la pregunta de si tenía pensado pasar por el altar en segundas nupcias con alguna de sus parejas, supongo que la multitudinaria boda con el padre de su hija, Fran Rivera, que después le reclamó la nulidad, ha sido más que suficiente en su trayectoria sentimental, en la que esta vez lo de ‘nunca digas nunca’ ha tomado una forma mucho más divertida para Eugenia que, como ella misma confesó, hace tres años atravesó los peores momentos de su vida al despedirse para siempre de su madre. Quién le iba decir entonces que Las Vegas estaban en su futuro. Ella de momento sigue de luna de miel y ojalá le dure mucho.
**Fotos: Instagram
Es lo que tiene ser millonaria, te puedes permitir todo tipo de extravagancias y siempre hay una justificación, no me refiero a no entrar en la parafernalia de la ceremonia en honor a su madre sino a la chachi boda en las Vegas. Ese es el ejemplo que dan a sus hijos y luego se quejan de que no quieren estudiar!
28 noviembre 2017 | 09:17