Sábado noche. Las bombillas que iluminan el recinto ferial y el lejano sonido de Amaral son las únicas señales que indican que Pozuelo sigue en fiestas.

El silencio es el protagonista en el resto del municipio, donde no más de un centenar de jóvenes y no tan jóvenes pasean por sus parques. Junto a ellos, una veintena de periodistas, cámaras y fotógrafos.

La policía controla los accesos al municipio, los accesos a los parques, los accesos al ferial… La prensa controla los accesos al municipio, los accesos a los parques, los accesos al ferial…

Pasan las horas. Son las tres de la madrugada. Ni tuenti ni facebook. Ni pitada ni manifestación. Es momento de volver a casa. Esta noche, en Pozuelo, no ha pasado nada (afortunadamente).