Fotografía: foto del griego "phos" (luz) y grafía del griego "graphis" y "graphos" (escribir). Escribir con la luz.

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Un ratito en el Bernabéu

Lunes, once de la mañana. Junto a las puertas del Santiago Bernabéu, la prensa deportiva también hace guardia. La revolución Florentino no ha dejado indiferente a nadie. Hacía tiempo que no visitábamos la Casa Blanca. La última vez, creo recordar cuando Calderón tomó posesión como presidente… Al entrar, DNI, carnet del medio y… huella digital.

Tras llegar a la segunda planta (una vez marcada la huella digital en el ascensor), nos recibe Jorge Valdano. Ni gabinete de prensa, ni asesor personal… Valdano a pelo (por fin sin intermediarios).

Tiene mucha prisa, por lo que sólo podemos hacer un par de fotografías en uno de los pasillos.

Volvemos a la sala donde realizaremos la entrevista. Tras Valdano, un busto del gran Ferenc Puskas. Alan vuela preparando el equipo de video, mientras Raúl tantea al entrevistado.

Comienza la entrevista. Los dos teléfonos móviles de Valdano suenan unas catorce veces en algo menos de media hora. Raúl lanza uno a uno los dardos de la actualidad blanca… El teléfono de Valdano sigue sonando (pero cuelga), el de Raúl comienza a sonar (pero cuelga), también el mío…

Miro el material (pero no cuelgo)…

Me voy pitando. Se armó follón con el corte de la línea 6 de Metro en Plaza Elíptica. Me espera Susana.

Los atascos de los políticos

Madrid respiraba. Tras el huracán obrero que tuneló parte de la ciudad hace un par de años, madrileños, no madrileños y turistas volvían a la calma en una ciudad que mejor o peor, volvía a respirar…

hasta que regresaron de nuevo las obras del Ayuntamiento, y luego las del Plan E de ZP.

El ciudadano agradece el esfuerzo de las Administraciones, puesto que hay muchas cosas que mejorar, pero volvemos a la eterna pregunta… ¿Por qué todo a la vez?

Llegaron primero las obras de Sol, Fuencarral, Sta. María de la Cabeza, O´Donell, General Ricardos, Serrano, Canillejas, Plaza de las Cortes, Plaza Castilla, Bravo Murillo y así un largo etcétera.

Y desde hace un par de semanas, las máquinas ocuparon lo que quedaba de ciudad. Lo han hecho en Colón, Recoletos, Cibeles, Neptuno, Jacometrezzo, Atocha…

Las obras, por fortuna, suelen tener fecha de caducidad. Hasta entonces, madrileños, no madrileños y turistas se habrán vuelto a acostumbrar al caos de la ciudad, que no da ni un respiro.

Lo de pasear por la ciudad, conducir o aparcar el coche, moto o bicicleta, lo dejamos para otro día…

La ciudad, a vista de pájaro

Uno de los privilegios que ofrece este oficio es la oportunidad de vivir experiencias únicas en los rincones más insospechados.

Somos pocos los elegidos para ver las grandes obras en primera persona (como ayer os mostraba), entrevistar en curiosos espacios a políticos y artistas, o tomar fotografías desde los lugares más increíbles.

El skyline de la ciudad es una de mis imágenes preferidas. Me apasionan las alturas. Y estos últimos años, Madrid ha ido cambiando progresivamente.

Primero se quemó el Windsor. Luego, aparecieron poco a poco los rascacielos.

Hacia el mes de agosto, pude «dar una vuelta» por la ciudad desde un helicóptero.

Y hace un par de meses, tuve la oportunidad de subir de nuevo, para dar cobertura a una información acerca del trabajo de la Guardia Civil de Tráfico.

La ciudad había cambiado de nuevo…

Os muestro la ciudad a vista de pájaro. Bien sea desde el Círculo de Bellas Artes, las Cuatro Torres, el Faro de Moncloa, Colón, el Pirulí, un helicóptero…

El Retiro.

La Peineta, o el futuro Estadio Olímpico.

Parte de la Cañada Real, desde Rivas.

Entre la Carretera de Andalucía y la de Extremadura.

La nueva M30 (o el río Manzanares).

Quien fuese pájaro para ver así la ciudad siempre…

Bandas sonoras – I

La ciudad despierta. O no duerme nunca.

Treinta y ocho segundos de emociones, ilusiones, sentimientos y recuerdos que viajan juntos en primera clase.

O simplemente, van camino del trabajo. Bienvenidos al Metro.

Búscate la vida y ten mucha suerte

Los reportajes de la sección de local del periódico son quizás los que más temo. Son una mezcla explosiva de búscate la vida y ten mucha suerte. La calle manda, y la participación del lector es esencial para elaborar la información.

Un parque infantil en Carabanchel malvive bajo la sombra de una torreta de alta tensión y una gasolinera. La denuncia nos llega a través de cartas de lectores así como de colectivos vecinales y políticos. Al lío.

Buscamos la opinión de vecinos. Necesitamos testimonios gráficos. Es lo complicado, pero necesario para corroborar la información. Adolfina ha pintado una foto general y un testimonio.

Llegamos al parque. Un pequeño grupo de jubilados, nos mira atentamente. Pasan los minutos… y llega la suerte. Bea persigue a padres, madres, niños y vecinos. La calle opina, pero no se deja hacer fotos. Los jubilados nos observan con cierto asombro (creo que les hemos entretenido un rato). Pasan los minutos. Por fin encontramos a dos simpáticos padres que prestan su imagen para ilustrar la información.

Tenemos los testimonios. Volvemos al periódico. Siguen las prisas. Hay que contrastar con las Administraciones, bien sean Ayuntamientos, Juntas de Distrito o sindicatos. Cosas de “plumillas”.

Llega la tarde. Octavio ha quedado con Jose Pedro, discapacitado visual. Vamos a realizar un reportaje acerca de las barreras arquitectónicas en Madrid. Hemos quedado en su puesto de trabajo. Cogeremos el metro. Algunos lectores nos escriben diciendo que algunas estaciones no están acondicionadas para discapacitados.

Un breve paseo donde vuelves a poner los pies en la tierra. Salimos de su trabajo y caminamos hacia el metro. Comienzan los problemas:

Bolardos y bordillos…

Cubos de basura y mobiliario urbano…

Coches y motos mal estacionados…

Una odisea diaria de camino al trabajo. Llegamos al Metro, y siguen las sorpresas.

Puertas entreabiertas…

Andenes…

Suponer de oído qué convoy es el que llega…

Y cuatro sentidos para seguir adelante.

Salimos del metro y le acompañamos de nuevo a su puesto de trabajo. Nos indica por dónde tenemos que volver, callejeando por las calles. “No me voy a quedar en casa”- afirma Jose Pedro. Y qué razón tiene. Puro coraje.

Volvemos al periódico. Octavio va con prisa. Tiene que preparar el reportaje para hoy.

Los reportajes de la sección de local del periódico son quizás los que más temo. Son una mezcla explosiva de búscate la vida y ten mucha suerte. Y me gusta buscarme la vida en la sección de local…

Lo de la suerte, lo dejamos para otro post.

Suena el teléfono. Atentado

Cuando no tengo agenda para el día, suelo despertarme sobre las ocho, ocho y media… A eso de las nueve y poco, me ha llamado Pedro: Atentado en Ifema.

Esto me recuerda la serie de dibujos «Autos Locos». Un centenar de personas, entre periodistas, fotógrafos y unidades móviles, reciben una llamada que da por hecho que debes estar allí lo antes posible, para poder contarlo. A correr.

La experiencia hace que ya seamos un poco taxistas con el callejero. La circulación está saturada. Es hora punta y hay cortes. Algunos se juegan la vida y los puntos de carnet… En menos de veinte minutos, ya estamos allí.

La fortuna hace que tengamos tiro de cámara. No hace falta saltar cordones de seguridad (que suele ser lo habitual en estos casos). Llama la atención el silencio, y el ruido de las sirenas. Me acaba de llamar Julián: no hay heridos (afortunadamente).

Coger sitio es lo complicado. Unas barandillas dificultan que la foto sea limpia. Hay que esperar un par de segundos.

Se pide la vez, algún que otro codazo, y listo.

A enviar. Cuanto antes. Sigue el silencio.

A las once me marcho. Los curiosos siguen merodeando por la zona. Las teles preparan los directos. Los gráficos, envían las fotos.

Son las once y media. Llego al periódico. A ver qué nos depara el día. Al fin y al cabo, acaba de empezar la mañana (como quien dice).

La sinrazón vuelve a ser noticia. ¿Hasta cuándo?. Mando un SMS: no te preocupes, que estoy bien. Sigue el silencio.

Fotorrelatos – Madrid te quiero, Madrid te odio

Salgo de casa. Aún es temprano. Primero me atasco…

… y me toman el pelo…

Camino por la calle. Un día cualquiera. La ciudad respira vida. A veces angustia.

El tráfico es intenso, a veces maldito.

El reloj no frena. Quizás, llega tarde.

Sigo observando. El sol nos da un respiro. Joder, que frío.

Algunos se saludan… que se dirían…

Todos tienen prisa… todos…

Y vuelve a llover. A lo mejor nieva… a lo mejor…

Me tomo un café. El debate es intenso. La culpa es de Rajoy… no, de Zapatero…

Y vuelve el atasco…

Llegas a casa. Hay que comer pronto.

Parece que nieva…

Papá, ¡mira! Una vaca…

Se marcha el sol. Ya es tarde.

Me voy a casa.

Madrid, te quiero. Madrid, te odio.