Sonó el teléfono en el peor momento, y no presté demasiada atención… “Rápido, que voy en la moto, y no te oigo bien…” – dije. Y oí con cierta dificultad… “hombremásaltodelmundoalasdoceymediahotelacdelacalle… ojonoteconfundasescallenopaseo… “
Entré al hotel con ganas de comerme el mundo, y casi “me come” él… Ahí estaba Sultan, Sultan Kosen… y sus 247 centímetros de altura…
Dios mío… vaya susto…