Una suite en un céntrico hotel madrileño. Un gran sofá con una pequeña lámpara a su izquierda, cortinas blancas, grandes ventanales, y paredes amarillas. Una mesa pequeña donde reposa una cajetilla de tabaco…

Fito nos recibe con la sinceridad y la sonrisa de un buen amigo al que hace tiempo que no ves. Me siento en el suelo y escucho atentamente la entrevista, mientras busco localizaciones en la habitación. Aprovecho mientras para tomar alguna fotografía y observar la luz.

Como viene siendo habitual, espero impaciente mis dos minutitos de gloria… Las risas y el buen rollo hacen que todo sea más fácil.

Pasa el tiempo, y el personal de prensa nos da el primer toque… nos pasamos de tiempo…

Tras el segundo toque, finaliza la entrevista. Momento de relax. ¿Hacemos las fotos? Apuro los ciento veinte segundos. Primero en el sofá, después en un ventanal, luego en la terraza y finalmente en la barandilla. Un tour express de localizaciones.

Se acaba el tiempo. Y continúa el buen rollito y las sonrisas.

Así da gusto trabajar, Fito…