Fotografía: foto del griego "phos" (luz) y grafía del griego "graphis" y "graphos" (escribir). Escribir con la luz.

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Un desmayo, tacones masculinos, un corsé rojo, chinos y estreno de cine

Esta es la historia de un desmayo inesperado, unos tacones masculinos, un corsé rojo, un par de turistas chinos, y un estreno de cine.

Volvemos a la Gran Vía madrileña. La cita, a partir de las nueve de la noche. La espera, desde las siete de la tarde.

Los medios nos vamos posicionando en fila de a uno, mientras la expectación va creciendo con el paso de las horas. Se estrena en Madrid Coco Chanel.

Una vez acreditados, y más o menos ordenados, hacemos las primeras pruebas de luz.

Balance de blancos. A 4.000 ºK. Todo correcto. Últimos retoques a la alfombra, hoy negra.

A una hora de la imagen esperada, empezarán a llegar los invitados. La protagonista de la noche, Audrey Tautou, llegará a las diez.

La policía municipal toma sus puestos, cortando uno de los carriles de la Gran Via. A las nueve y dos minutos de la noche, en plena espera del famoseo, se produce el desmayo inesperado…

Pasado el susto, los curiosos continúan a lo suyo, salvo algún ciudadano que abanica como puede a la buena señora, mientras posa en la alfombra negra Arancha de Benito.

Pasan los minutos y el desfile continúa. Observo, intranquilo, cómo evoluciona el mareo, que espera ambulancia. Ajenos al desmayo, la buena mujer es observada por una pareja de turistas chinos, que no le pierden ojo.

La fama no espera, y seguimos viendo caras conocidas, y no tanto, por el photocall…

Y siguen llegando invitados. Espléndidos y sonrientes. Estoy en segunda fila, por lo que no puedo ver bien los pies de los invitados. De repente, unos zapatos de tacón… masculinos.

Por fín el Samur.

Y siguen los famosos…

Y más invitados…

Y llega la noche. Y con ésta, Audrey Tautou, que rompe el protocolo establecido y comienza a firmar autógrafos. Mereció la pena la espera.

Acaba de marcharse la ambulancia, y mis amigos los turistas chinos consiguen su momento de gloria.

Después, el posado para la prensa. Breve, pero intenso, tras tres horas de espera.

Audrey se marcha, los tacones masculinos se marchan, el corsé rojo se marcha, los dos chinos se marchan…

A transmitir las fotografías, que ya es tarde.