Fotografía: foto del griego "phos" (luz) y grafía del griego "graphis" y "graphos" (escribir). Escribir con la luz.

Una ayuda que no llega

Os presento a Mario. Una discapacidad le impide tener las mismas oportunidades que el resto. Tiene dieciseis años. Le encanta el fútbol. Torres le regaló una camiseta del Liverpool hace unos meses. No habla. Gesticula levemente.

Y os presento a Mercedes. Madre coraje, como tantas personas que viven una realidad muy distinta a la nuestra al entornar la puerta de su casa.

Mercedes y Mario viven en un quinto piso, en un barrio obrero de Madrid. Hace un tiempo consiguieron entre varios vecinos de su bloque instalar un ascensor, pero ocho peldaños en el rellano del portal y otros ocho del ascensor a la puerta de su casa, hacen que todo sea aún más complicado.

Mercedes lleva desde 2007 esperando una ayuda de quinientos euros de la Ley de Dependencia, que finalizará cuando Mario cumpla dieciocho años. Hasta entonces, la educación, medicamentos, pañales y demás cuidados siguen corriendo de su cuenta. No me quejo – me dice, “hay gente mucho peor que nosotros”.

Tiene en mente comprar una nueva silla a Mario, pero el coste económico y las estrecheces del rellano de la escalera lo hacen aún más difícil. Observo atentamente cómo Mercedes baja a Mario a la calle. La silla queda encajada en el rellano de la escalera. “Si compro otra, tendré que romper parte del escalón para poder salir de casa”.

Más de seis millones y medio de personas en España son dependientes. Por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal.

Pero la Administración es lenta, y no entiende de individualidades. Cada una de las personas dependientes tiene una historia (no un número) y unas necesidades específicas que les ayuda o impide seguir adelante.

La vida les jugó una mala pasada, la sociedad otra, y la Administración, una ayuda que nunca llega.

5 comentarios

  1. Dice ser antonio larrosa

    Las personas que tienen un familiar en estas circunstancias se merecen un monumento pues dedican cada momento de su vida a cuidarlo, dejando de disfrutar de la vida totalmente. Yo tengo un familiar que esta en esa situación es una mujer con un hijo autista y por lo que sé la administración pasa demasiado de estos problemas.http://www.antoniolarrosa.com

    20 marzo 2009 | 10:45

  2. Dice ser Purgatorio

    SI, es una pena, pero también recordemos que hasta hace dos años ni siquiera podían quejarse de que la administración iba lenta.A todos los que os quejais de que la Administración pasa del tema de la dependencia, haced algo de memoria y recordad desde cuando está implantada la Ley.Las leyes llevan un tiempo de implantación y precisamente hace dos años el parlamento no era un sitio pacífico para poder implantar leyes, no olvidemos ni pidamos milagros.No dudo que haya errores, lentitudes y demás derivados, pero también recordad que hay mucho que recorrer desde que una ley se aprueba hasta que le dan la dotación de fondos suficientes para que se pueda implantar.

    20 marzo 2009 | 13:03

  3. Dice ser Alberto

    Lo único cierto es que Madrid es la que mas retrasada va en la implantación de la Ley de Dependencia. Esperanza Aguirre la utiliza como arma política. Si quieres saber más echa un vistazo a mi blog:http://noesmadridparaviejos.blogspot.com

    20 marzo 2009 | 16:18

  4. Dice ser Pedro

    ¿como que solo la cobrará hasta que cumpla 18 años? eso no es verdad, tiene derecho a cobrarlo siempre, a no ser que deje de ser dependiente cosa imposible.Y su madre tiene que haber sido dada de alta en la Seguridad Social y sino que se lo exija a la Comunidad de Madrid. es la Ley

    26 marzo 2009 | 18:25

  5. Dice ser Pedro

    y perdoname pero 6 millones y medio ´tienen discapacidad, eso no es lo mismo que ser dependiente. Los dependientes necesitan de otro para hacer las cosas básicas. Las personas con discapacidad no necesariamente dependen de otro. Por ejemplo casi ningún ciego es dependiente, o la mayoría de los jovenes en silla de ruedas puede hacer sus tareas básicas sin necesidad de otro que le ayude.

    26 marzo 2009 | 18:28

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