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El 2008 que nos viene

Llegado el fin de año, es hora de mojarse y dejar por escrito lo que el futuro deparará. Así que vuelve el Gabinete de Adivinación y Blogomancia, con sus divertidas previsiones que el futuro se encargará de desmentir. O de confirmar. ¿Tú, qué opinas?

Las elecciones en España y la irrupción del canon digital como elemento de contienda electoral van a colocar la reforma de la propiedad intelectual en la agenda política de una vez por todas. Se acabaron las unanimidades en las votaciones sobre este tema: empezaremos a ver verdaderas propuestas de reinvención del sistema de pago a autores, ejecutantes y productores de productos culturales como música, literatura o imágenes. Pero el proceso será largo y conflictivo, dado que las industrias implicadas son muy poderosas y hay importantes intereses creados. Para colmo la reforma tendrá que plantearse de modo multinacional, casi mundial: y eso llevará tiempo.

La privacidad empezará a ser un problema personal y político. La proliferación de cámaras y controles diversos (radares y otros en carreteras, tacógrafos digitales, análisis de uso de Internet) empezará a generar preocupación e incluso campañas de autodefensa (capuchas, proxies, Tor, bombillas infrarrojas, etc.). Esperemos que no se llegue a lo que empieza a ocurrir en Francia, donde están destruyendo radares. Las amenazas a la privacidad se hacen además cada vez más íntimas, con la aparición de métodos cada vez mas invasivos de control de comportamiento (análisis de orina o cabello para drogas, de nivel de monóxido de carbono en sangre para el tabaco) que generan incomodidad y genuinas dudas sobre dónde están los límites del control. Si la espiral de acción/reacción continúa acabarán por aparecer leyes prohibiendo tecnologías de defensa de la privacidad, lo cual daría lugar a nuevas amenazas a la libertad. La dinámica es perversa.

La transparencia gubernamental y empresarial aparecerá en el radar colectivo como una aspiración legítima y democrática, como ya ocurre en otros países, donde en especial la ciencia y la cultura se están abriendo cada vez más. Como es de justicia.

Continuará aumentando la sobredosis de información que nos agobia; los medios tendrán que empezar a cambiar para adaptar sus productos a ella. Los numerosos nuevos proyectos de medios de comunicación, el hecho de que sólo la publicidad en Internet crecerá en este año (mientras el resto se estancará o descenderá), el continuado crecimiento del acceso y del peso de la Red, y las grandes oportunidades que genera esta situación provocarán una enconada lucha por la primacía mediática en la red en español. También empezará a cambiar el equilibrio de poder interno en las redacciones, entre el digital y el tradicional. Los medios tienen ya (muchos) más lectores en Internet que en papel, y esta realidad empezará a notarse. El crecimiento de la publicidad presionará para que se unifiquen y racionalicen los sistemas de medida de tráfico. Nuevas formas de publicidad, no asociadas a medios de comunicación, crecerán y se desarrollarán. El panorama se hará mucho más rico, y complejo.

El comercio electrónico seguirá creciendo en volumen e importancia. En España, empezará a notarse su influencia en la actividad comercial normal cuando cada vez más compras se hagan en la Red en lugar de en los comercios físicos.

Es posible que Google entre por fin en el mercado de las telecomunicaciones, como se lleva rumoreando desde hace años debido a su compra masiva de cable ‘oscuro’ y su intención de presentarse a la subasta de frecuencias de móvil en los EE UU. O tal vez simplemente estén interesados en las redes de cable para su megaordenador mundial (el ‘googleputer‘) y en racionalizar el algo caótico mercado estadounidense de los móviles pensando en futuras (o no tan futuras) aplicaciones geográficas. En cualquier caso, Google pierde con rapidez su aura de benévolo despiste para empezar a transformarse en un peligroso gigante capaz de hacer mucho daño aun sin malicia, simplemente por su desmesurado tamaño.

Y por fin, 2008 verá el final de la larga, accidentada y (en su último tramo) excesivamente triste vida del navegador conocido como Netscape. Un dolor para los nostálgicos que la mayoría no percibirá. Su hijo adoptivo, Firefox, goza de excelente salud, y mantendrá vivo por mucho tiempo su espíritu (que no su código).

En conjunto 2008 puede ser un gran año, si nadie nos lo estropea. Suerte, y que este año desde el mismo comienzo te sea propicio.