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La organización mete cizaña con los vídeos

Empezamos con los problemas. Faltan diez días y hay que sacar mal rollo de donde sea. Ponen el vídeo donde todas rajan de haber dado cosas para ver la final del Mundial… para no ir.

Trapote pasa del fútbol y dice que ella quería una llamada por su cumpleaños y no tuvo nada. Ahora quieren un regalo o un premio por haber dado cosas en balde.

Cuando acaba el vídeo se tiran al cuello los unos a los otros. Que si ellas no se alegraron por lo del Mundial, que si no sé quién dio menos, que si no sé quién dio más… ¡¡POR DIOS!!

En cualquier caso, la mayoría de hostias se las ha llevado Parri. De todos los colores: Malena, Trapote, Sonia… no mueven un dedo, pero critican a muerte.

Por si acaso Parri no se ha ofendido, Jesús le recuerda uno por uno todos los insultos. Luego se levantará y montará la mundial… y tendrán más vídeos. De momento, lo que tienen, es publi. ¿Un traguito de agua?

Ojo que vuelven con más vídeos, más peleas, más quejas, más tacos… me encanta que los realities hayan cambiado tanto. ¿Os acordáis cuando nacieron, que era fundamental y básico mantenerlos apartados de toda la realidad exterior e interior? ¿Os acordáis de cuando los confesionarios eran para confesarse, una especie de templo inexpugnable?

Ays, parece que hace siglos de aquello.

A este paso se nos va a pasar medio programa viendo cómo les enseñan los vídeos de sus compañeros. ¡Qué pereza! Echan el vídeo de la tentación: Malena y Sonia cruzando con unas cajas y eligiendo si compartir o no con sus compañeros el contenido.

Apasionante el momento en el que les dicen: «Podéis decirlo o no a vuestros compañeros». Deberían añadir: «No importa, porque pondremos el vídeo durante la gala y lo sabrán todo». Jesús sigue malmetiendo a muerte y Eva se suma.

Se ha puesto ropita encima del biquini y están dejando entrever que no compartieron la comida porque no les dio la gana. Les ha salido el tiro por la culata, porque los compañeros dicen que olé por Sonia y Malena, que hicieron bien en comer.

El follón se ha trasladado al plató y Rafa está que va a explotar discutiendo con todos los familiares de los concursantes. En su favor he de decir que esta vez toda la culpa no es suya. Cómo será la cosa que Jesús ha tenido que meter un vídeo porque se estaba yendo de madre.

Parri, harto de que las mujeres le digan «mañana lo hacemos»

¿Sabéis esos azulejos que se cuelgan en los bares que ponen «hoy no se fía, mañana sí» pues uno de esos les venía que ni pintado a las mujeres de la isla.

Como sabéis, tenían una semana para pescar entre cinco cincuenta peces. Les llevaron un profesor particular y ni por esas.

El caso es que como siempre, Parri y María José son los únicos que se mojan el culo y van a por comida. Pero claro, María José coge caracoles para todos (mientras las demás se pasan el día a la sombra hablando de estrategias y de llegar a la final) y los peces de Parri no cuentan y el muchacho desespera viendo como las mujeres le dan largas a él y a la pesca.

Con todo, fue María José la que cogió el primer pez del reto.

Las otras cuatro, con Trapote a la cabeza, nunca encuentran el momento para salir a pescar. Unas veces, porque tienen hambre, y ya si eso van después de comer, pero claro, después de comer ya no, porque se pone feo el día.

Otras veces, porque hay muchas olas (vamos, las mismas olas que en una bañera vacía). El sábado ya no encontraron ninguna excusa, así que se tuvieron que meter a pescar, pero estuvieron un rato (en el que no intentaron pescar) y se salieron, porque estaba mal la mar.

Vamos, que si ruedan otra vez el hundimiento del Titanic, lo mismo usan ese lugar, que por cierto no cubre ni por la cintura.

Deborah es, con diferencia, la que peor me cae de todos. El otro día dijo sobre el reto que para dos semanas que quedaban que a ella no la estresaran con horarios y con prisas. ¡¡¡¡VAGA DEL CARAJO!!!!

Eso sí, para estar comiendo como los demás, la jodía sí que es puntual. Esta es la típica pasota que no quiere hacer nada, pero quiere tenerlo todo. Seguro que conocéis a alguien así, de esos que piensan que se lo merecen todos sólo por ser ellos.

¡¡¡DEBORAH, ERES UNA GANDULA Y UNA PASOTA, NO VAYAS DE HIPPIE!!!

El domingo, por fin, se metieron las cuatro a pescar. Sólo pescaron tres peces, y todos los sacó Malena. «No pican, dijeron».

¡¡¡¡¿¿PERO CÓMO VA A ACERCARSE SIQUIERA UN PEZ SI HAY CUATRO GAZNÁPIRAS CHILLANDO Y MOVIÉNDOSE EN DOS METROS CUADRADOS??!!!!

Si nacen más pavas salen haciendo gorgoritos y con un moco en la barbilla.

Mientras, y sorprendentemente justo después de que María José se salvara de la expulsión, toooodas quieren hacer las paces con María José. La primera Sonia, que tiene pinta de ser más interesada que una hipoteca al 200% más el euribor.

Trapo también fue a hablar con ella, pero hizo un discurso de esos en los que dices que te estás disculpando pero sólo haces reproches al otro, del tipo «mira, lo siento mucho, pero es que eres una asquerosa» (esto es ficción).

Parri no pilla cacho, es verdad, bueno, ni cacho ni pescado ni nada, pero nuestro amigo el matemático al final consiguió su gran ilusión: ver la final del mundial.

Para que le dejaran, tuvo que sacrificar un montón de cosas: una esterilla, pantalones, chubasqueros, ropa interior… Y al final les dejaron ir a dos. Uno, claro fue Parri, y la otra, María José.

Un detalle. María José dijo que podían sortear la segunda plaza, a lo que el resto de chicas dijeron que no, que fuera ella. En cuanto se fue, la pusieron verde (Trapo a la cabeza) por no haberlo hecho por sorteo.

Pero ojo, ni Parri ni María José son tontos: los dos saben que la simpatía recién estrenada de sus compañeras es una estrategia